¿Es un patio de juego para los fanáticos o pastos verdes para los discípulos?
Por Dr. David Reagan
Aunque
la profecía constituye casi un tercio de la Biblia, su importancia es
subestimada constantemente por aquellos que la descartan por no tener alguna
importancia práctica o por aquellos que se oponen a ella con el argumento de
que es una “moda pasajera” que hace que las personas aparten sus ojos de Jesús.
Un
buen ejemplo acerca de lo que estoy hablando puede hallarse en el inmensamente
popular libro best-seller, Una Vida con Propósito, de Rick Warren.1 Él se burla
de la profecía bíblica cuando escribe, “Si quiere que Jesús regrese lo más
pronto, concéntrese en cumplir su misión, no en tratar de descifrar la
profecía”. Luego procede a caracterizar la profecía como una “distracción” y
dice que cualquiera que se deja involucrar en distracciones como el estudio de
la profecía, “no es apto para el reino de Dios”.
Dichos
rechazos arrogantes de la profecía bíblica van en contra de escrituras como
Apocalipsis 19:10, que dice que “el testimonio de Jesús es el espíritu de la
profecía”. Por lo tanto, si la profecía es enseñada apropiadamente, no hay
razón para que desvíe la atención de alguien lejos de Jesús. De hecho, debería
servir para destacar la centralidad de Jesús.
¿Es
práctica la profecía? Considere que todos los escritores del Nuevo Testamento
atestiguan el hecho de que vivir con la anticipación del regreso del Señor
motivará a vivir en santidad. ¿Qué podría ser más práctico que eso? Aquí hay
algunos ejemplos:
El
apóstol Pablo: “La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues,
las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de
día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias,
no en contiendas y envidia, sino vestíos
del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne” – Romanos
13:12-14.
El
apóstol Pedro: “Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y
velad en oración. Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el
amor cubrirá multitud de pecados. Hospedaos los unos a los otros sin
murmuraciones. Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros,
como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla,
hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al
poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a
quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén” – 1
Pedro 4:7-11.
El
apóstol Juan: “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo
que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes
a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza
en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro” – 1 Juan 3:2-3.
[Lo que los próximos 20 años deparan para usted] - La gente está muy interesada en el futuro, pero prefieren contar en las tontas especulaciones de los hombres que en las absolutamente confiables profecías de la Biblia.
La
profecía no tiene que ser pasajera, de otro mundo o poco práctica, si es
enseñada debidamente. Tampoco tiene que ser un patio de juego para fanáticos.
Puede, y debería ser, pastos verdes para los discípulos.
Razones
para Estudiarla
Existen
muchas razones por las que todos los creyentes deberían estar interesados en
estudiar la profecía bíblica. Algunas de las más importantes están enumeradas a
continuación:
1.
La Cantidad – Entre un cuarto y un tercio de la Biblia es de naturaleza profética. En el Antiguo
Testamento, esto incluye los Salmos, los Profetas Mayores y Menores y muchos
pasajes de los libros históricos. En el Nuevo Testamento, libros completos como
1 y 2 Tesalonicenses y Apocalipsis están dedicados a la profecía, así como
pasajes importantes como Mateo 24 y 1 Pedro 3. Ignorar la profecía bíblica es
ignorar una porción significativa de la Palabra de Dios, y se nos dice en 2
Timoteo 3:16 que “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar,
para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” – y eso ciertamente
incluye a la profecía bíblica.
2.
La Singularidad – Ningún otro libro en el mundo contiene profecías cumplidas.
Esto incluye a los dichos de Buda y Confucio, el Corán, los Vedas hindúes y el
Libro del Mormón. Y esto ciertamente incluye a los ridículos cuartetos sin
sentido de Nostradamus.2 En contraste, la Biblia contiene cientos de profecías
específicas que ya se han cumplido – profecías acerca de pueblos, ciudades,
naciones, imperios y líderes políticos, así como profecías acerca del Mesías.
Considere, por ejemplo, la profecía en el libro de Isaías que un hombre llamado
Ciro sería el que liberaría a los hijos de Israel del cautiverio babilónico
(Isaías 44:28). Y eso es exactamente lo que ocurrió 142 años después (Esdras 1:1-3).
3.
Validadora de la Escritura – La profecía cumplida es una de las mejores
evidencias que yo conozco de que la Biblia es la inspirada Palabra de Dios.
Como dije anteriormente, la Biblia contiene cientos de profecías seculares
cumplidas relativas a ciudades, naciones, imperios e individuos. Isaías
profetizó que Babilonia caería ante los medos y los persas (Isaías 13:17-20).
Jeremías predijo que la cautividad babilónica de los judíos duraría 70 años
(Jeremías 25:11-12). Isaías declaró que los hijos de Israel serían enviados a
casa desde Babilonia por un hombre llamado Ciro (Isaías 44:28, Esdras 1:1).
Daniel describió por adelantado el orden preciso de cuatro grandes imperios
gentiles (Daniel 2 y 7). La destrucción de Judá e Israel fue predicha por Moisés
(Deuteronomio 28 y 29). En el Nuevo Testamento, Jesús predijo la destrucción
completa de Jerusalén 40 años antes de que realmente ocurriera (Lucas 21:6).
El profeta Daniel le presenta al Rey Nabucodonosor el significado profético de su sueño.
4.
Validador de Jesús – Las escrituras proféticas validan que Jesús era quien dijo
que era – es decir, Dios en la carne. La Biblia contiene más de 300 profecías
acerca de la Primera Venida de Jesús, pero algunas de éstas son repetitivas.
Hay en realidad 109 profecías separadas y distintas relativas a la Primera
Venida, y todas ellas se cumplieron literalmente.3 Todos los aspectos de la vida
de Jesús fueron profetizados – el lugar de Su nacimiento, la naturaleza de Su
nacimiento, la calidad de Su ministerio, el propósito de Su vida, y la agonía
de Su muerte. Considere, por ejemplo, la profecía en Salmo 22:16 que las manos
y pies del Mesías serían traspasados. Esa profecía fue escrita por David cerca
de mil años antes del nacimiento de Jesús. Fue escrita 700 años antes de la
invención de la crucifixión como forma de ejecución. El cumplimiento literal de
tantas profecías en la vida de un individuo trasciende cualquier mera
coincidencia y sirve para validar que Jesús era quien dijo que era – el divino
Hijo de Dios.
5.
Reveladora del futuro – La profecía sirve para decirnos algunas cosas que Dios
quiere que sepamos acerca del futuro (Deuteronomio 29:29 y Amós 3:7). Dios no
quiere que sepamos todo acerca del futuro, pero hay algunas cosas que debemos
saber si vamos a tener una esperanza dinámica. Así pues, la profecía nos
asegura que Jesús va a regresar, que El nos resucitará y que El nos tomará para
que vivamos por siempre con Él y con Dios el Padre. Con respecto a esto, Pedro
compara la profecía con “una antorcha que alumbra en un lugar oscuro” (2 Pedro
1:19). Pablo hace el mismo punto en 1 Corintios, capítulo 2. El comienza
señalando que “ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ni la mente del
hombre ha concebido, lo que Dios ha preparado para aquellos que lo aman”. Pero
en el versículo siguiente, Pablo dice que esas cosas han sido reveladas a
nosotros por Dios por medio de Su Espíritu (1 Corintios. 2:9-10).
6.
Herramienta de Evangelismo – La profecía puede ser usada como una herramienta
muy efectiva de evangelismo, tal como está ilustrado en la historia de Felipe y
el eunuco (Hechos 8:26 ss.). Felipe usó el pasaje de Isaías acerca del gran
sufrimiento del cordero (Isaías 53) para enseñar que Jesús es el cordero que
fue sacrificado por los pecados del mundo. Mateo y Pedro usaron la profecía
cumplida en la vida de Jesús como una de sus herramientas básicas de
evangelismo. De hecho, Pedro se refirió constantemente a la profecía en su
primer sermón evangelístico el Día de Pentecostés (Hechos 2:14-39). El predicó
que Jesús había sido crucificado y resucitado en cumplimiento de las profecías
hebreas. Luego, Pedro se refirió a la profecía cumplida como una de las
evidencias más grandes que Jesús verdaderamente era el Hijo de Dios (2 Pedro
1:16-19).
7.
Herramienta de Enseñanza Moral – Las personas a menudo pasan por alto el hecho
de que los profetas hebreos fueron tanto predicadores como pronosticadores. De
hecho, los profetas pasaron la mayor parte de su tiempo usando la Palabra de
Dios para enfocar los problemas sociales. Ellos llamaron a sus oyentes al
arrepentimiento, a la verdadera adoración, a la justicia social y a la santidad
personal. Uno de los grandes temas recurrentes de los profetas es que “la
obediencia es mejor que los sacrificios” (1 Samuel 15:22 y Oseas 6:6). Esa
declaración significa que ante los ojos de Dios, la obediencia a Sus
mandamientos es más importante que prácticas religiosas externas tales como
ofrecer sacrificios. La profecía es así un gran repositorio de enseñanza moral,
y esos principios morales aún siguen siendo relevantes hoy (vea Amós 5:21-24;
Miqueas 6:8; e Isaías 58:3-9).
8.
Generadora de Crecimiento Espiritual – El conocimiento profético fomenta la
espera paciente (Santiago 5:7-8); induce a la vigilancia diligente (Mateo
24:36,42); inspira la labor dedicada (2 Timoteo 4:7-8) y aumenta nuestra
esperanza (Tito 2:11-14). El resultado es una vida santa. Pablo nos exhorta a
“vivir decentemente, como de día”, porque el tiempo cuando el Señor volverá
está cerca (Romanos 13:12-13). De igual forma, Pedro nos llama a ceñir nuestras
mentes y a ser sobrios y santos mientras aguardamos la revelación de Jesús (1
Pedro 1:13-15).
9.
Comprensión de Eventos Actuales – La Biblia contiene profecías detalladas
acerca de los tiempos del fin en los que estamos viviendo, y simplemente no hay
manera de entender gran parte de lo que
está ocurriendo hoy en día aparte de esas profecías. Tres características de
nuestro día y nuestra hora vienen a la mente inmediatamente: la intensificación
de la corrupción de la sociedad, la creciente apostasía en la Iglesia, y la
escalada de la crisis en el Medio Oriente. Todas estas tres situaciones están
profetizadas en detalle en la Biblia. Se nos dice que la sociedad llegará a ser
tan violenta e inmoral como lo fue en los días de Noé (Mateo 34:37-39); que la
Iglesia será asaltada con “doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1); y que todas
las naciones del mundo vendrán contra Israel por la cuestión de quién
controlará Jerusalén (Zacarías 12:2-3).
10.
Indicador de la Época – Una de las razones más emocionantes para estudiar la
profecía bíblica es que ésta proporciona señales muy claras que debemos vigilar
que indicarán la época del regreso del Señor. Es cierto que no podemos saber la
fecha, pero la Biblia deja en claro que podemos conocer la época si somos
conscientes de las señales que debemos buscar. El apóstol Pablo hizo este punto
en 1 Tesalonicenses 5:1-6, cuando escribió:
Pero
acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que
yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá
así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá
sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no
escaparán. Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día
os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del
día; no somos de la noche ni de las tinieblas. Por tanto, no durmamos como los
demás, sino velemos y seamos sobrios.
De
acuerdo con este pasaje, Jesús viene como “ladrón en la noche” para el mundo,
pero aquellos de nosotros que somos “hijos de luz” – es decir, aquellos de
nosotros en quienes mora el Espíritu Santo – no deberíamos sorprendernos cuando
el Señor regrese, porque la Palabra de Dios nos da señales a tener en cuenta.
Pablo
hizo lo mismo de nuevo en Hebreos 10:25, donde amonestó a los creyentes a no
abandonar la reunión de los santos, especialmente “cuanto veis que aquel día se
acerca”. ¿Qué día? Él lo define en el verso 27 como el día del juicio. Así
pues, Pablo está haciendo el punto aquí que hay señales a las que podemos estar
atentos que identificarán claramente el hecho de que estamos viviendo en la
época del regreso del Señor.
Jesús
hizo el mismo punto en Su Discurso del Monte de los Olivos registrado en Mateo
24. Después de especificar muchas señales del tiempo del fin, dijo, “Así
también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca
[Jesús], a las puertas” (Mateo 24:33).
Consejo
y Recomendación
Anteriormente
señalé que en 2 Timoteo 3:16-17 Pablo escribe que toda la Palabra de Dios es
“útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”.
Quiero subrayar una vez más que esta admonición incluye la Palabra Profética de
Dios. También, en 1 Tesalonicenses 5:20, el apóstol Pablo nos suplica que
tratemos la profecía con respeto: “No menospreciéis las profecías”.
Pedro
nos advierte en su segunda epístola, que una de las señales de los tiempos del
fin será la aparición de “burladores” que despreciarán y ridiculizarán la
promesa de nuestro regreso del Señor (2 Pedro 3:3 y ss.). La gran tragedia de
nuestro tiempo es que muchos de los burladores más ruidosos son líderes
religiosos que profesan seguir a Cristo. Tales líderes crucificaron a Jesús la
primera vez que Él vino. Ahora se burlan de Su promesa de regresar.
Un
buen ejemplo de lo que estoy hablando es el “Seminario Jesús”,4 que comenzó a
reunirse en 1985 y cuyo trabajo culminó en 1993 con la publicación de un libro
titulado, Los Cinco Evangelios: ¿Qué Dijo Realmente Jesús?5 El Seminario estaba
compuesto por 40 “eruditos” del Nuevo
Testamento provenientes de una gran variedad de seminarios cristianos de
Estados Unidos. El seminario se ha estado reuniendo cada seis meses para votar
acerca de los dichos de Jesús registrados en los cuatro evangelios. La meta era
producir una nueva versión de los evangelios en la que los dichos de Jesús será
codificados con colores: rojo, si Él lo dijo; rosado; si Él lo pudo haber
dicho; gris, si probablemente no lo dijo; y negro, si definitivamente no lo
dijo.
[Lo que la Biblia dice acerca del Fin del Mundo] Ocasionalmente, la prensa secular se enfocará en la profecía bíblica, pero sus artículos siempre están basados en entrevistas con clérigos y profesores de seminarios que no creen en la profecía.
Titularon
el mal fruto de su trabajo, Los Cinco Evangelios, porque llegaron a la
conclusión de que el espurio Evangelio Gnóstico de Tomás6 era tan válido como
los cuatro Evangelios adoptados por los tempranos Padres de la Iglesia.
Cuando
votaron sobre los dichos de Jesús en cuanto a Su Segunda Venida, votaron que
todos los dichos eran falsos y que probablemente habían sido “inventados” por
Sus discípulos. ¡Qué apostasía!
Alimento
Espiritual
La
Palabra Profética de Dios es alimento para nuestro crecimiento espiritual.
Necesitamos sacarla del estante, abrirla y deleitarnos en ella – y necesitamos
hacerlo con corazones creyentes.
El
libro de Apocalipsis promete bendiciones a aquellos que lo lean (o que oigan su
lectura) y que lo obedezcan (Ap. 1:3). Es el único libro de la Biblia en
prometer una bendición tan específica, pero toda la Palabra de Dios está
diseñada para bendecirnos espiritualmente (Salmo 119) y eso incluye la Palabra
Profética.
La
profecía bíblica, debidamente enseñada, literalmente puede transformar a una
persona y una congregación. Esto ocurrirá si la persona o la congregación
pueden ser convencidas de dos cosas con respecto a la profecía: 1) Jesús va a
regresar, y 2) Su regreso podría ocurrir en cualquier momento.
Con
respecto al primer punto, la mayoría de los cristianos creen con sus mentes que
Jesús va a regresar, pero no lo creen con sus corazones y, por lo tanto, su
creencia no tiene ningún impacto en su comportamiento. Con respecto al segundo
punto, la mayoría de los cristianos desconocen que el regreso de Jesús será en
dos etapas – la primera, el Rapto, y luego la Segunda Venida. Debido a que
saben poco o nada acerca del Rapto, no tienen ninguna comprensión de que el Señor
realmente podría volver en cualquier momento. Ellos creen que muchas profecías
– como la predicación del Evangelio al mundo entero – deben cumplirse antes de
que el Señor pueda regresar, cuando la verdad del asunto es que no hay ninguna
profecía que deba cumplirse para que el Rapto ocurra.
Una
vez más, si una persona o una congregación realmente puedan ser convencidas de
que Jesús va a regresar en cualquier momento, serán transformados ya que se
sentirán motivados a compartir el Evangelio con otros y a comprometer sus vidas
a la santidad. ¡Un compromiso con el evangelismo y la santidad! ¿Qué más podría
esperar un pastor?
La
profecía bíblica no sólo está relacionada con el futuro. Ella tiene una
importante relevancia espiritual a la manera en la que vivimos nuestras vidas
en el presente.
Escrituras
Claves Acerca de la Profecía
Vamos
a concluir con un recordatorio de lo que la misma Palabra de Dios dice acerca
del valor de la profecía. De esta forma, podemos estar seguros de que el
esfuerzo que dediquemos al estudio de las Escrituras proféticas, será un tiempo
sumamente bien invertido.
“Las
cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para
nosotros y para nuestros hijos para siempre” (Deuteronomio 29:29).
“Porque
no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los
profetas” (Amós 3:7).
“Yo
soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a Mí, que anuncio lo por
venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho… Yo
hablé y lo haré venir; lo he pensado y también lo haré” (Is. 46:9-11).
(Jesús
dijo): “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he
venido para abrogar sino para cumplir” (Mt. 5:17).
(Jesús)
“les dijo: Éstas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que
era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de Mí en la ley de
Moisés, en los profetas y en los salmos” (Lc. 24:44).
“De Éste dan testimonio todos los profetas,
que todos los que en El creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre”
(Hch. 10:43).
“Los
profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y
diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y
qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual
anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían
tras ellos” (1 P. 1:10-11).
“Entendiendo
primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación
privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los
santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 P.
1:20-21).
“El
testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía” (Ap. 19:10).
Traducido
por Donald Dolmus
En
Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
Original
article:
The Importance of Bible Prophecy
Courtesy of:
Notes
1) Rick
Warren, The Purpose Driven Life (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2007), page 286.
2) David
Reagan, "Nostradamus: Prophet or Charlatan?" Lamplighter magazine,
November-December 2003, pages 5-7.
3) David
Reagan, Christ in Prophecy Study Guide (McKinney, TX: Lamb & Lion
Ministries, 3rd edition in 2006).
4) Birger A.
Pearson, "The Gospel According to the Jesus Seminar,"
www.veritas-ucsb.org/library/pearson/seminar/js1.html.
5) Robert W.
Funk, The Five Gospels: What Did Jesus Really Say? The Search for the Authentic
Words of Jesus (New York, NY: Harper One, 1996).
6) The
Gnostic Society Library, "The Gospel of Thomas,"
www.gnosis.org/naghamm/gosthom.html.
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