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sábado, 14 de julio de 2012

¿Qué señal bíblica indica el colapso final de la sociedad?

Por Dr. David Reagan
Fundador y Director, Lamb & Lion Ministries

Jack Hibbs, el dinámico y franco pastor de Calvary Chapel en Chino Hill, California, quizá haya resumido mejor la situación espiritual que enfrentamos hoy en día en nuestra nación: “Es una cosa triste ver una morir una nación que estaba a nuestro cuidado”.

No hay duda de que nuestra nación se retuerce en su agonía. Estados Unidos está atrapado en una espiral descendente hacia un hoyo negro de inmoralidad y violencia. Estamos cosechando lo que hemos sembrado desde la década de 1960, cuando le dimos la espalda a Dios y decidimos hacer lo nuestro. Desde entonces nos hemos vuelto obsesionados con el materialismo y la búsqueda del placer. En el proceso, el Dios que nos bendijo tan ricamente ha sido empujado a un lado y tratado con desprecio como una molestia.

La rápida deriva de nuestra nación hacia el paganismo secular. Es un ensayo que escribí en el año 2000 en relación con la decadencia de la sociedad. Miro hacia atrás y veo que es aún más relevante hoy que cuando fue escrito.

Usted podría preguntarse por qué me centro cuando hablo de la caída de nuestra sociedad en el pecado de la homosexualidad, cuando nuestra sociedad se ve sacudida por tantos pecados. Hay varias razones por las que destaco este tema.

La primera es el hecho de que nuestra nación se encuentra actualmente en el proceso de convertir este pecado en una virtud. Es un ejemplo clásico de llamar a lo malo bueno y a lo bueno malo (Isaías 5:20).

En segundo lugar, la homosexualidad es un pecado que la sociedad está tratando de justificar al igualarlo con la raza y al argumentar que es una violación de los derechos civiles poner alguna restricción sobre el mismo.

En tercer lugar, es el primer pecado en ser abiertamente abrazado y respaldado por las iglesias, en oposición directa a la Palabra de Dios.

En cuarto lugar, es un pecado que la comunidad homosexual afirma que es un estilo de vida que es ineludible porque es “natural”.

En quinto lugar, la comunidad homosexual, al exigir el matrimonio de personas del mismo sexo y derechos de adopción, está determinada a socavar el concepto tradicional de la familia, la cual es el componente básico  de la sociedad.

En sexto lugar, la Biblia identifica una epidemia de homosexualidad y su aprobación por la sociedad como una señal del colapso de una sociedad.

La conclusión es que la homosexualidad es un pecado y, como tal, representa rebelión contra Dios. No hay excusas ni explicaciones que puedan convertirlo en algo bueno y aceptable, como tampoco puede ser el caso con el adulterio, la pedofilia o la zoofilia.

Las buenas noticias es que hay esperanza para los homosexuales, y esa esperanza es el poder interior del Espíritu Santo que viene cuando una persona pone su fe en Jesús como Señor y Salvador. Y, como ejemplo, personalmente conozco a varias personas que han superado el estilo de vida homosexual por medio del poder de Dios..

El testimonio de una de estas personas está incluido en esta edición de la revista Lamplighter. Lea este testimonio y otros artículos haciendo click en la siguiente imagen:


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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org) 

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