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martes, 14 de febrero de 2012

¿Es el libre albedrío un término bíblico?


Pregunta: En un reciente sermón, nuestro pastor dijo, “El libre albedrío no es un término bíblico”. ¿Es cierto? Por favor explique.

Respuesta: El libre albedrío para obedecer o desobedecer, amar u odiar, someterse o rebelarse, no sólo es bíblico sino también esencial para la relación del hombre con Dios. Él nos llama a amarle, obedecerle, servirle y adorarle y a hacerlo por elección: “Escogeos hoy a quién sirváis” (Jos. 24:15). Dios no sería glorificado en cualquier obediencia, adoración o amor que no surgiera voluntariamente desde el corazón.

Jesús dijo, “El primer y gran mandamiento [es] amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente” (Mt. 22:37-38). El hecho de que el amor surge del corazón, del alma y de la mente demuestra que éste debe ser un acto del libre albedrío. El amor debe darse y recibirse de buen grado o sino no es amor. Nuestro Señor dijo que el segundo mandamiento era amar a nuestros prójimos como a nosotros mismos y, “De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas” (Mt. 22:40). De esta forma, sin la capacidad de amar a Dios y al prójimo no podemos obedecer la Biblia.

¿Su pastor dice que el libre albedrío “no es un término bíblico”? ¡Pero ese concepto aparece 17 veces en la Biblia! El mismo significado es expresado en otras palabras. “Ofrendas voluntarias” se halla dos veces (Ez. 36:3; Am. 4:5), así como “ofrenda voluntaria” (Lv. 7:16). Todas deberán ser traídas “libremente a Jehová” (Ez. 46:12).

La primera ofrenda en Levítico (un patrón para todas) debía ser traída por el adorador “de su voluntad” (Lv. 1:3-4). Las muchas ofrendas de “libre albedrío” debían ser dadas por el individuo “de su voluntad, de corazón” (Ex. 25:2). Los que dieron materiales para edificar el tabernáculo tenían que traerlos con “un corazón dispuesto” (Ex. 35:5).

Cristo declaró: “El que quiera [es decir, desee] hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta” (Jn. 7:17). La Biblia finaliza con una oferta que repite o implica muchas veces: “Y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente” (Ap. 22:17). La Escritura no puede ser más clara acerca de este punto. El libre albedrío es bíblico y esencial.

Dave Hunt
The Berean Call

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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