Por Jan Markell
Nota: Este artículo es de mi boletín bimestral impreso, Understanding the Times (Entendiendo los Tiempos). También tomé prestadas algunas consideraciones de Bill Salus, cuya observación del Medio Oriente es una de las mejores. Su sitio web es prophecydepot.net.
Tal como Salus y yo observamos, todo el levantamiento del mundo árabe, llamado eufemísticamente la “Primavera Árabe” por los medios de comunicación, está en una tormenta de rebelión, cólera, terror y caos. La paz no está en el horizonte y la democracia está aun más lejana. Los supuestos amantes de la democracia que están derrocando a gobernantes malvados son ellos mismos matones y terroristas. Cuando se trata de revoluciones arraigadas en el Islam, realmente no existen ningunos “chicos buenos”.
Los únicos grupos organizados en el mundo árabe son los rabiosos grupos musulmanes como la Hermandad Musulmana. Ellos se unirán aun con enemigos percibidos si esto puede llevar al derrocamiento de Israel. Al menos son agentes de la muerte honestos, mientras que los “moderados” esconden sus verdaderas intenciones con duplicidad y mentiras “diplomáticas”.
Al comienzo de esta “Primavera Árabe”, muchos dentro de los medios liberales aplaudieron las extensas protestas árabes. Su hipótesis era que los protestantes eran simplemente el subproducto de una población juvenil regional cansada de gobiernos tiránicos. Le dieron el crédito a sitios de redes sociales de Internet como Facebook, YouTube y Twitter por darles a los activistas un vistazo de libertad.
Escribe Bill Salus, “Apenas digiriendo los inquietantes eventos de la ‘Primavera Árabe’, la atención de los medios ahora se ha vuelto a dirigir hacia el conflicto árabe-israelí y la genuina posibilidad de una guerra de invierno en el Medio Oriente. Actualmente, las fronteras israelíes están fortificadas en lugar de re-dibujadas, los arsenales árabes están repletos en lugar de desmantelados y la posibilidad de la ‘Madre de todas las Guerras del Medio Oriente’ es extremadamente alta”.
Continúa diciendo Salus, “De forma interesante, existe evidencia que la mayoría de países del Medio Oriente y de África del Norte plagados con los actuales disturbios musulmanes están involucrados en profecías de guerra del tiempo del fin contra Israel. Usted puede leer acerca de estas batallas en el Salmo 83 y en Ezequiel 38 y 39. El Salmo 83 identifica a una confederación de un círculo interno de poblaciones árabes que comparten fronteras comunes con Israel. Su mandato es borrar a Israel del mapa, y su motivación es el reclamo de Palestina. Ezequiel 38 y 39 describe una confederación de un círculo externo destinada a invadir a Israel en los días postreros. Ezequiel presenta a un grupo de invasores diferentes a los descritos en el Salmo 83. Adicionalmente, son impulsados por un motivo diferente, el cual es la promesa de obtener un botín y grandes despojos (Ez. 38:1-13)”.
El corresponsal en la Casa Blanca, Bill Koening, escribe en su boletín electrónico semanal, Koenig's Eye-View from the White House, “Existe gran preocupación que los enemigos de Israel en la Hermandad Musulmana e Irán están cooperando y rápidamente rodearán a Israel. El involucramiento de Estados Unidos en el Medio Oriente ha sido apoyar al menor de dos males en país tras país. El apoyo de Estados Unidos a dictadores del Medio Oriente ha llevado a muchos en el Medio Oriente a no confiar en los Estados Unidos”.
En cuanto a nuestras acciones en Libia, Koenig escribe: “La evidencia es aplastante que el Presidente de los E.U. está restando importancia o quizás tergiversando aun su uso de apoyo militar y diplomático estadounidense a los rebeldes libios que son terroristas, patrocinadores de terroristas e islamistas radicales”.
Como dejé entrever antes, no existen “luchadores por la libertad justos” involucrados en alguna parte. Sólo hay radicales que persiguen una agenda en ambos lados de los muchos conflictos de la región. El mal está maniobrando para obtener el poder, deshaciéndose tanto de regimenes brutales como de benignos. Mientras que la mayoría de levantamientos están contenidos en el presente, usted aún necesita ver esto como un esfuerzo orquestado y concentrado para eventualmente poner todas las armas contra Israel. Los enemigos se volverán amigos, ya que en el Medio Oriente, “el enemigo de de mi enemigo es mi amigo”. Ese sentimiento nunca ha pasado de moda.
Los hilos están siendo manejados en lugares de poder como Europa y Washington. El dinero, la codicia y el poder son fuerzas potentes contra las cuales enfrentarse. Hombres como George Soros juegan un papel, pero incluso él no es más que una marioneta de hombres más poderosos. La marioneta más visible es el Presidente de los E.U., Barack Obama, quien puso a los Estados Unidos en pugna con Israel en mayo pasado. También puso a Estados Unidos en pugna con Dios al revelarse a sí mismo como el Presidente más anti-Israel en la historia de los E.U. Su exigencia de que Israel retroceda a las fronteras indefensibles de 1967 reflejó su ignorancia y su arrogancia.
Pero el engaño más grande del mundo es que si tan sólo la pequeña nación de Israel pudiera ser erradicada, este vibrante mundo entraría en paz y prosperidad globales. La deuda global pudiera ser contenida. Las aguas tormentosas instantáneamente se calmarían. El disturbio de las sociedades descontentas cesaría. El mundo se volvería uno.
Esto también está dirigiendo el caos. Ya sea una crisis ambiental percibida o una crisis económica real, el globalismo es la respuesta. De esta forma, todas estas naciones del Medio Oriente deben derrocar a líderes, reyes, dictadores, premieres y generales y luego enfocarse como un láser en Israel como el único enemigo. No quieren a Israel en el sistema único mundial. Israel es el ratón que ruge y la nación que los avergüenza en guerra tras guerra.
Que una nación del tamaño de Nueva Jersey pueda tener tal impacto global es en realidad sabido por los cristianos, pero es interpretado de forma completamente diferente por el mundo incrédulo. Aun la Izquierda religiosa se alinea con los que odian a Israel. Los creyentes verdaderos están siendo llamados a “Orar por la paz de Jerusalén” (Salmo 122:6) más que nunca.
La primavera es una temporada de nuevos comienzos. Desafortunadamente, hasta que el Señor regrese al corazón de Jerusalén para Su reinado sobre la tierra, no hay buenos comienzos adelante para esa región del mundo. Sólo conflictos yacen adelante y probablemente una guerra tan horrenda que la estabilidad del mundo entero será afectada. Sin embargo, trate de decirles esto a las personas que a usted le importan y recibirá una mirada con ojos vidriosos. No tienen ninguna idea o no quieren tenerla. Alégrese de que usted sí la tiene.
Usted leyó acerca de ello no aquí, sino que en la Biblia. La escritura está en la pared y no se necesita que el profeta Daniel la interprete. Usted sencillamente no puede entender los tiempos sin una Biblia.
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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
Original article:
The Arab Spring and possible cataclysmic winter war
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