domingo, 26 de septiembre de 2010

Irak en la Biblia


Israel es la nación que se menciona con más frecuencia en la Biblia. ¿Pero sabe usted qué nación es la segunda? ¡Es Irak! Sin embargo, ése no es el nombre que se usa en la Biblia. El área del moderno Irak es mencionada en la Biblia por varios nombres, tales como Babilonia, Sinar y Mesopotamia.

La palabra Mesopotamia significa “entre dos ríos”, y se refiere al hecho que la tierra yace entre el Río Tigris y el Río Éufrates. El nombre, Irak, significa “país con raíces profundas”. Y, ciertamente, Irak es un país con raíces profundas en la historia bíblica.


El Jardín del Edén estaba en Irak (Gn. 2:10-14).

Mesopotamia, que ahora es Irak, fue la cuna de la civilización. Adán y Eva fueron creados ahí (Gn. 2:7-8).

Satanás hizo su primera aparición terrenal en Irak (Gn. 3:1-6).


La Torre de Babel estaba en Irak (Gn. 11:1-6).

La confusión de las lenguas se llevó a cabo en Irak (Gn. 11:7-10).

Noé construyó el arca en Irak (Gn. 6).

Abraham era de Ur, que estaba localizado en Irak (Gn. 11:31).

Rebeca, la esposa de Isaac provenía de Naor, que está en Irak (Gn. 24:3-4, 10).

Jacob pasó veinte años en Irak y se casó con dos mujeres de ahí – Lea y Raquel (Gn. 27:41-45; capítulos 29 y 30; 31:38).

Jonás y Nahum predicaron en Nínive – que es Irak. (Vea los libros de Jonás y Nahum).

Uno de los avivamientos más grandes en la historia tuvo lugar en Irak (Jonás 3).

El padre del profeta Balaam, quien fue contratado para profetizar contra los hijos de Israel, era de Irak (Dt. 23:4).

Poco después que los hijos de Israel habían conquistado la tierra de Canaán, el Señor los disciplinó al permitir que un rey de Irak los conquistara y gobernara por 8 años (Jueces 3:7-9).

Los enemigos del Rey David contrataron carros y soldados mercenarios de Irak (1 Crón. 19:6).

Asiria, que era Irak, conquistó las diez tribus de Israel y las llevó cautivas (2 R. 17).

El Imperio Babilónico, que estaba ubicado en Irak, destruyó a Jerusalén (2 Crón. 36).

Nabucodonosor, Rey de Babilonia, llevó cautivos a los judíos a Irak (Dn. 1).

Daniel interpreta el sueño de Nabucodonor acerca de sucesión de imperios mundiales.

Nabucodonor estaba en Irak cuando tuvo su sueño profético acerca de la sucesión de imperios mundiales.

Los tres colegas hebreos de Daniel estaban en Irak cuando fueron lanzados al horno ardiente (Dn. 3).

Daniel

Belsasar, el rey de Babilonia, vio la “escritura en la pared” en Irak (Dn. 5).


Daniel estaba en Irak cuando fue lanzado al foso de los leones (Daniel 6).

Ezequiel

Las profecías de Ezequiel fueron pronunciadas en Irak (Ez. 1).

Ninguna otra nación, excepto Israel, tiene más historia y profecía asociados con ella que Irak.

Artículos relacionados:
La Identidad de la Babilonia de los Tiempos del Fin
El Gobierno Mundial

Traducido por Donald Dolmus

En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:

Iraq in the Bible

Cortesía de:

Lamb & Lion Ministries (lamblion.com)

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Pre-Milenialismo en el Antiguo Testamento (Parte 1)


I. La Base para la Creencia en el Reino Mesiánico

Los premilenialistas a menudo han sido criticados por basar enteramente su creencia en un Milenio en un pasaje de las Escrituras, Apocalipsis 20. Debido a que se encuentra en un libro muy conocido por su alto uso de símbolos, dicen que es absurdo tomar los mil años de forma literal. Pero ésa es difícilmente una crítica válida. Para empezar, mientras que es cierto que el Libro de Apocalipsis usa muchos símbolos, ya se ha demostrado que el significado de todos estos símbolos es explicado dentro del mismo Libro de Apocalipsis o en otros lugares de las Escrituras. Además, los años nunca son usados en una forma simbólica en este libro. Si son simbólicos, el simbolismo no es explicado en ninguna parte. La mención de 1,260 días, 42 meses y 3 ½ años son todos literales y no simbólicos. Por lo tanto, no hay necesidad de tomar los mil años como cualquier cosa excepto años literales. El deseo de espiritualizar el texto coloca siempre la carga de la prueba sobre el intérprete. Sin pruebas objetivas tendrá como resultado una interpretación subjetiva.

Es, por supuesto, cierto que la figura de mil años se encuentra sólo en Apocalipsis 20. Pero está registrada 6 veces diferentes en este texto, y si la repetición intenta hacer algo, sin duda procura hacer un punto. Si bien es cierto que el Milenio (es decir, mil años) se encuentra sólo en Apocalipsis 20, la creencia en el Reino Mesiánico no descansa en este pasaje único. De hecho, difícilmente descansa en él del todo. La base para la creencia en el Reino Mesiánico es doble.

Primera: Existen las promesas no cumplidas de los pactos judíos, promesas que sólo pueden ser cumplidas en un Reino Mesiánico. Segunda: Existen las profecías no cumplidas de los profetas judíos. Hay numerosas profecías del Antiguo Testamento que hablan de la venida del Mesías, Quien reinará sobre el Trono de David, y gobernará un reino de paz. Hay una gran cantidad de material en el Antiguo Testamento acerca del Reino Mesiánico, y la creencia en un Reino Mesiánico descansa sobre la base de una interpretación literal de este material masivo.

La única contribución real que el libro de Apocalipsis hace al conocimiento del Reino es sólo divulgar cuánto tiempo durará el Reino Mesiánico – a saber, mil años – para el cual es utilizado el término Milenio. Ésta es la única verdad clave con respecto al Reino que no fue revelada en el Antiguo Testamento.

Es a la luz de esto que es posible entender el porqué gran parte del libro está dedicada a la Gran Tribulación y muy poca al Milenio. Mientras que gran parte del material de Apocalipsis 4-19 se encuentra dispersa en las páginas del Antiguo Testamento, es imposible ubicar estos eventos en secuencia cronológica usando sólo el Antiguo Testamento. El Libro de Apocalipsis proporciona el marco por el que esto se puede hacer. Una gran porción del Libro de Apocalipsis fue usada para lograr este objetivo.

Por otra parte, todas las diversas características y facetas del Reino Mesiánico ya han sido reveladas en el Antiguo Testamento. Describe las características generales de la vida en el Reino, lo cual no plantea el problema de un orden de secuencia. Por lo tanto, no había razón para gastar una gran cantidad de tiempo acerca del Reino Mesiánico en el Libro de Apocalipsis. La mayor parte de lo que se necesitaba que fuera revelado ya era conocido por el Antiguo Testamento.

Sin embargo, había dos cosas acerca del Reino Mesiánico que no fueron reveladas en el Antiguo Testamento. La primera era la duración del Reino Mesiánico. Mientras que los profetas del Antiguo Testamento previeron un largo periodo de tiempo de un reinado mesiánico pacífico, no revelaron cuánto tiempo duraría éste. Para responder a esta pregunta, el Libro de Apocalipsis declara que será exactamente mil años. Una segunda cosa que era desconocida de los profetas del Antiguo Testamento eran las circunstancias por las cuales el Reino llegaría a un fin y cómo esto conduciría al Orden Eterno. Esto también es revelado por el Libro de Apocalipsis. Estos dos elementos son todo lo que Apocalipsis 20 añadió al conocimiento del Reino Mesiánico. La creencia en un Reino Mesiánico no descansa en este pasaje, sino que se basa en las numerosas profecías de los profetas del Antiguo Testamento.

La primera base para la creencia en un Reino venidero descansa en los cuatro pactos incondicionales y no cumplidos que Dios hizo con Israel. Estos pactos son incondicionales y por lo tanto dependen únicamente de Dios para su cumplimiento y no en Israel. También están sin cumplirse y puesto que Dios es Uno Que guarda Sus promesas, deberán ser cumplidas en el futuro. Ellas sólo pueden ser cumplidas dentro del marco de un Reino Mesiánico o de un Reino Milenial. Se hablará más acerca de estos pactos luego, pero los puntos principales serán resumidos aquí.

El primero de éstos es el Pacto Abrahámico, el cual prometió una Simiente eterna convirtiéndose en una nación que poseerá la Tierra Prometida con algunas fronteras definidas. Mientras esa nación – los judíos – sigue existiendo, nunca en la historia judía han poseído toda la Tierra Prometida. Para que esta promesa sea cumplida, debe haber un Reino futuro. Además, la posesión de la Tierra no fue prometida simplemente a la simiente de Abraham, sino que personalmente a Abraham cuando Dios dijo, “La daré a ti y a tu descendencia para siempre” (Gn. 13:15). Para que Dios cumpla Su promesa a Abraham (así como a Isaac y Jacob), debe haber un Reino futuro.

El segundo pacto es el Pacto Palestino o Pacto de la Tierra, que habla de una reunión a nivel mundial de los judíos y de la re-posesión de la Tierra tras su dispersión. Mientras que la dispersión ya ha ocurrido y está en efecto hoy en día, la reunión y la re-posesión de la Tierra aún aguardan cumplimiento en el futuro. Esto, también, requiere un Reino futuro.

El Pacto Davídico es el tercer pacto y prometió cuatro cosas eternas: una casa eterna (dinastía), un trono eterno, un reino eterno y una Persona eterna. La Dinastía se convirtió en eterna debido a que culminó en una Persona Quien es ella misma eterna: Jesús el Mesías. Por esa razón, el Trono y el Reino también serán eternos. Pero Jesús nunca se ha sentado aún sobre el Trono de David gobernando sobre un Reino de Israel. El reestablecimiento del Trono Davídico y el gobierno del Mesías sobre el Reino aún aguardan un cumplimiento futuro. Se requiere un reino futuro.

El último de estos pactos es el Nuevo Pacto, que hablaba de la regeneración nacional y salvación de Israel, que abarca a cada miembro judío individual de esa nación. Esto, también, aguarda su cumplimiento final y requiere un reino futuro.

Son los extensos escritos proféticos, así como todos estos pactos, los que proveen la base para la creencia en un Reino Mesiánico futuro y no simplemente un capítulo de un libro muy simbólico. A menos que se entiendan literalmente, pierden todo el significado en el contexto en el cual se encuentran. Alegorizar tan vasta cantidad de material es hacer a una parte importante de la Biblia insignificante.

Para resumir, la base para la creencia en un Reino Mesiánico es doble: las promesas no cumplidas de los pactos judíos y las profecías no cumplidas de los profetas judíos.

II. Características Generales del Reino Mesiánico

Un gran número de los profetas del Antiguo Testamento dirigieron su atención a los detalles del Reino Mesiánico, proporcionando una visión general y comprensiva de la vida durante esa época. Esta sección estará dedicada a aquellos pasajes que se ocupan de las características generales del Reino Mesiánico, que serán ciertas para los judíos y gentiles por igual.

A. Isaías 2:2-4

En este pasaje, Isaías describe una de las características principales del Reino Mesiánico, la de la paz universal. Mientras que las diferencias entre naciones surgirán, tales diferencias ya no serán dirimidas por conflictos militares, sino sólo por la Palabra del Señor desde Jerusalén. Aun el arte de la guerra será olvidado.

B. Isaías 11:6-9

La paz universal descrita en el pasaje anterior se extenderá incluso al reino animal. Todos los animales regresarán al estado edénico y se convertirán en vegetarianos (vs. 6-7). Los más antiguos enemigos, el hombre y la serpiente, serán capaces de vivir en compatibilidad en aquel día (v. 8), porque el conocimiento de Dios se impregnará a lo largo de todo el mundo, afectando al hombre y a los animales por igual (v. 9).

C. Isaías 65:17-25

Este pasaje comienza con el anuncio de la creación de cielos nuevos y una tierra nueva (v. 17). Estos cielos nuevos y tierra nueva no deben ser confundidos con los de Apocalipsis 21-22. El último describe los cielos nuevos y la tierra nueva del Orden Eterno, mientras que el pasaje de Isaías describe los del Reino Mesiánico, el cual será una renovación de los cielos y tierra actuales. Los de Apocalipsis no son una renovación, sino todo un nuevo orden. Por lo tanto, para el Milenio, habrá una renovación total de los cielos y la tierra. El hecho de que se usa el término crear, muestra que ésta será una renovación milagrosa, posible sólo para Dios. El resultado de esta renovación será una continuación de muchas cosas del orden antiguo y un número de cosas nuevas. Un buen ejemplo de lo antiguo y de lo nuevo va a ser visto en lo que las Escrituras dicen acerca de la Tierra de Israel. Israel también va a sufrir el proceso de renovación. Algunas cosas del orden antiguo permanecerán, tales como el Mar Mediterráneo y el Mar Muerto. Pero un número de cosas serán totalmente nuevas, tales como la excesiva montaña elevada (la más alta del mundo) en el centro del país. Tras este anuncio de cielos nuevos y una tierra nueva, hay una descripción de la Jerusalén milenial (vv. 18-19). La Jerusalén milenial será estudiada en detalle en el capítulo 19, Israel en el Reino Mesiánico.

El versículo 20 es especialmente significativo, ya que discute la vida y la muerte en el Reino. Este versículo enseña varias cosas. Primera: ya no habrá ninguna mortalidad infantil en el Milenio; todo aquel que nazca en el Reino alcanzará una cierta edad. Segunda: la edad específica en la que uno puede morir es la edad de cien años. Con la mortalidad infantil removida, todo aquel nacido en el Milenio vivirá al menos hasta su centésimo año de vida. Debido a la prolongación de la vida en el Milenio, aquéllos que mueran a la edad de cien años serán considerados como habiendo muerto jóvenes. Tercera: este versículo limita a las personas que mueran a la edad de cien años a aquellas que son pecadoras; es decir, los incrédulos, pues sólo ellos serán considerados malditos. Así que, entonces, la muerte en el Reino será sólo para los incrédulos. Comparando este pasaje con lo que es declarado acerca de la salvación en otros pasajes, todo el concepto de la vida y la muerte en el Reino puede ser resumido a continuación. Cuando el Reino comience, todos los hombres naturales, tanto judíos como gentiles, serán creyentes. Los judíos en su totalidad serán salvos justo antes de la Segunda Venida del Mesías. Todos los incrédulos gentiles (cabros) morirán durante el intervalo de 75 días entre la Tribulación y el Milenio, y sólo los creyentes gentiles (ovejas) serán capaces de entrar al Reino. Sin embargo, en el proceso de tiempo, habrá nacimientos de judíos y gentiles en el Reino. Estas personas naturales recién nacidas continuarán heredando la naturaleza pecaminosa de sus padres naturales y también tendrán necesidad de regeneración. Aunque Satanás está confinado, reduciendo así la tentación, la naturaleza pecaminosa es muy capaz de rebelarse contra Dios aparte de la actividad satánica. Al tiempo, habrá personas no salvas viviendo en el Reino con necesidad de regeneración. Como en el pasado, los medios de salvación serán por gracia a través de la fe y el contenido de la fe será la muerte del Mesías por el pecado y Su posterior resurrección. Los nacidos en el Reino tendrán hasta su centésimo año para creer. Si no lo hacen, morirán en su centésimo año. El incrédulo no podrá vivir después de su primer siglo de vida. Sin embargo, si creen, vivirán a lo largo del Milenio y nunca morirán. Por lo tanto, la muerte en el Milenio será sólo para los incrédulos. Esa es la razón por la que la Biblia en ninguna parte habla de una resurrección de santos mileniales. Esta es la razón por la que se dice que la resurrección de los santos de la Tribulación completa la primera resurrección (Ap. 20:4-6). También es evidente por el Nuevo Pacto de Jeremías 31:31-34 que no habrá incrédulos judíos en el Reino, todos los judíos nacidos durante el Reino aceptarán al Mesías antes de su centésimo año. La incredulidad será sólo entre los gentiles y, por lo tanto, la muerte existirá sólo entre los gentiles.

Los versos 21-24 continúan describiendo la vida en el Reino como un tiempo de paz y prosperidad personal. Será un tiempo para edificar y plantar. Al que construya y plante se le garantiza el disfrute de las labores de sus manos, porque muchos de los efectos de la maldición serán removidos (vv. 21-22a). La vida estará caracterizada por la longevidad (v. 22b), ausencia de calamidad y agitación (v.23) y respuesta instantánea de Dios (v. 24). Al igual que en Isaías 11:6-9, el reino animal estará en paz entre sí y con el hombre (v. 25).

D. Miqueas 4:1-5

Los tres primeros versos de este pasaje son los mismos que se encuentran en Isaías 2:2-4, que hablan del Monte de la Casa de Jehová convirtiéndose en el centro de atención de la población del mundo gentil; el Reino caracterizándose como un tiempo de enseñanza mesiánica y la ausencia de guerra mientras la paz universal permea a todo el Reino. Miqueas añade que el Reino será un tiempo de paz y prosperidad personal (v. 4), con la completa lealtad de Israel hacia Dios (v. 5).

Resumen

Para resumir las características generales del Reino Mesiánico, éste será un tiempo de prosperidad universal y personal y de paz entre el hombre y el hombre, entre animal y animal y entre el hombre y el animal, con muchos (pero no todos) de los efectos de la maldición removidos. Será una época caracterizada por la verdad, santidad y rectitud, con la justicia siendo dispersada continuamente desde Jerusalén. Será un tiempo de labor en edificar y plantar, con resultados garantizados y disfrute prometido de estas labores.

Artículos relacionados:
Pre-Milenialismo

Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Publicado con permiso de:

Ariel Ministries (
ariel.org)
Todos los derechos reservados.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Viendo al hombre en lugar de a Dios


Una de las formas más rápidas para apostatar de tu caminar con el Señor es poner demasiado énfasis en un hombre o una mujer de Dios. Dios utiliza instrumentos humanos para plantar las semillas de la salvación. Él utiliza instrumentos humanos para discipularnos y para ayudarnos a crecer en nuestra fe. Él utiliza instrumentos humanos para impactar nuestras vidas espirituales.

En una sociedad que es propensa a idolatrar a otros, tales como artistas, atletas y gente exitosa, también tendemos a elevar a nuestros líderes; es decir, tendemos a colocar a nuestros pastores y líderes cristianos en pedestales en donde no deberían estar. Nuestros ojos deben estar enfocados en el Señor y nuestro énfasis en Su Palabra.

- Dennis and Rauni Higley (Ex-mormones, ahora ministrando a mormones a través de H.I.S Ministries International, hismin.com)

Video: Catholicism vs. Evangelical Christianity

Is Catholicism a valid expression of Christianity? This and many other questions concerning the relationship between Catholicism and true Christianity are addressed in this riveting interview of Evangelist Mike Gendron.

Dr. David Reagan, from Lamb & Lion Ministries, interviews Evangelist Mike Gendron for his weekly television program Christ in Prophecy. With sensitivity and compassion, they explore how Catholics have been led to trust a different authority, believe another gospel and worship a Christ who is unable to save sinners completely and forever. Catholics who watched this interview have left their religion to follow the true Jesus.

Mike was born and raised in the Catholic Church. For over 30 years he believed and taught from the Catholic Catechism that salvation was by faith + baptism + the sacraments + good works + law keeping + the sacrifice of the Mass + indulgences + purgatory + penance. When Mike discovered the pure and simple Gospel of the New Testament, his life was transformed. He formed an evangelistic ministry to reach Catholics called Proclaiming the Gospel (www.pro-gospel.org).

If you wish to acquire this video, you may do it at:


viernes, 17 de septiembre de 2010

El Discurso del Monte de los Olivos

¿Historia Pasada o Profecía Futura?

Por Dr. David R. Reagan

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Mateo 24 es un pasaje profético muy importante debido a que contiene profecías detalladas de Jesús con respecto a eventos futuros. Consiste en un discurso pronunciado por Jesús durante la última semana de Su vida (cerca del 30 A.D.), mientras Él y Sus discípulos estaban sentados en el Monte de los Olivos, teniendo a la vista a la ciudad de Jerusalén y su magnífico Templo. El discurso está registrado en tres lugares: Mateo 24, Marcos 13 y Lucas 21.

El discurso fue provocado por uno de los discípulos de Jesús, mientras estaban dejando el Templo donde Jesús había estado enseñando. El discípulo, evidentemente abrumado por la belleza del Templo, dijo, “Maestro, mira qué piedras y qué edificios” (Mr. 13:1). La respuesta inmediata de Jesús fue sorprendente: “¿Ves estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada” (Mr. 13:2).

Una Serie de Preguntas

Esta declaración debe haber sorprendido enormemente a los discípulos de Jesús, porque luego, después de que habían ascendido al Monte de los Olivos y se habían detenido a descansar, le preguntaron a Jesús: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de Tu venida, y del fin del siglo?” (Mt. 24:3).

Observe cuidadosamente las tres preguntas que le hicieron a Jesús:

1. “¿Cuándo serán estas cosas?”. Es decir, ¿cuándo serán destruidos Jerusalén y el Templo?
2. “¿Cuál será la señal de Tu venida?”. Es decir, ¿qué evento señalará el regreso de Jesús?
3. “¿Cuál será la señal del fin de la era?”. Es decir, ¿qué evento marcará la consumación de la historia y el lanzamiento de un nuevo orden mundial?

Las Respuestas de Jesús

Jesús no aborda la primera pregunta en su discurso tal como está registrado en Mateo 24. Su respuesta sólo puede encontrarse en el relato de Lucas, en Lucas 21:20-24. La respuesta es que Jerusalén y el Templo sufrirán destrucción cuando los discípulos “vean a Jerusalén rodeada de ejércitos” (Lc. 21:20). Esto ocurrió 40 años después en el 70 A.D., cuando los romanos sitiaron la ciudad y luego la destruyeron. Jesús se refirió a este evento como “días de retribución” (Lc. 21:22).

La respuesta a la segunda pregunta es provista en Mateo 24:4-22. Básicamente, el punto que Jesús hace es que la señal de Su venida será la Gran Tribulación, un futuro periodo de siete años durante el cual Dios derramará Su ira sobre las naciones del mundo.

La tercera pregunta es respondida en Mateo 24:30. La señal del fin de la era será la aparición de Jesús en los cielos, “viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria”.

Señales de la Tribulación

En el proceso de pronunciar este discurso, Jesús mencionó muchas señales que caracterizarán al periodo que conduce, e incluye a, la Tribulación; señales que en conjunto apuntarían a Su cercano regreso (Mt. 24:4-15). Éstas incluyen cosas tales como falsos Cristos, guerras y rumores de guerra, persecución de creyentes y anarquía. También se hizo hincapié en las señales de la naturaleza. Jesús dijo que las catástrofes naturales como hambrunas, terremotos, pestilencias y señales en los cielos se incrementarían como dolores de parto – en frecuencia e intensidad.

La única señal positiva que Jesús mencionó fue la predicación del Evangelio a todas las naciones de la tierra (Mt. 24:14).

Según Jesús, la señal culminante de la Tribulación será la erección de lo que el profeta Daniel había llamado “la abominación de desolación”, que estaría situada “en el lugar santo” del Templo (Dn. 11:31 y Mt. 24:15).

El Asunto Teológico

Entonces, ¿qué acerca de él? ¿Es Mateo 24 historia o profecía?

Es una pregunta profética crucial. El pasaje retrata claramente un periodo de intensa tribulación que precederá a la Segunda Venida de Cristo. ¿Ha ocurrido ya este terrible periodo de tribulación o aún debe ocurrir? ¿Y qué acerca de la Segunda Venida de Jesús? ¿Ya ha ocurrido? ¿Han sido cumplidos todos los eventos descritos en Mateo 24 o algunos de ellos aguardan cumplimiento?

Los Enfoques en Conflicto

El punto de vista Premilenial, tanto el histórico como el moderno, sostiene que este pasaje es predictivo, aún por ser cumplido en algún momento en el futuro cercano. De acuerdo con el enfoque Premilenial, el regreso de Jesús será precedido inmediatamente por un periodo de tribulación sin precedentes a nivel mundial que se centrará particularmente sobre el pueblo judío.

El punto de vista mayoritario de la cristiandad, católica y protestante, es el enfoque Amilenial. Este enfoque espiritualiza la profecía bíblica y concluye que no habrá ninguna Tribulación o Milenio futuros. Los Amilenialistas argumentan, en cambio, que estamos experimentando simultáneamente la Tribulación y el Milenio ahora mismo y lo hemos estado haciendo así desde la Cruz. Estamos supuestamente en el Milenio porque el Espíritu Santo está restringiendo el mal por medio de la Iglesia. Y estamos simultáneamente en la Tribulación debido a que la Iglesia está sufriendo persecución.

La Iglesia Ortodoxa Rusa de María Magdalena, ubicada en la ladera occidental del Monte de los Olivos. (Foto del Dr. David Reagan)

Aunque los Postmilenialistas argumentan que el Milenio es aún futuro, mantienen que los aspectos de la tribulación de Mateo 24 fueron cumplidos en la destrucción de Jerusalén en el I Siglo. Concluyen, por lo tanto, que no habrá ninguna Gran Tribulación futura.

El grupo con la actitud más extraña hacia Mateo 24 son aquéllos Amilenialistas que también son lo que se llama “Preteristas Totales” (La palabra, Preterista, es “pasado” en latín).

Existen grados de Preterismo. Un Preterista moderado cree que todo Mateo 24 fue cumplido en la destrucción de Jerusalén del 70 A.D., excepto la Segunda Venida de Jesús. ¡Pero los “Preteristas Totales” toman la posición de que cada aspecto de Mateo 24, incluyendo la Segunda Venida, ocurrió en el 70 A.D.! Argumentan que Jesús regresó en forma espiritual en la destrucción que los romanos infligieron sobre Jerusalén. También argumentan que las profecías se refieren al fin de la Era Judía y no a los tiempos del fin.

Mateo 24 surge así como un pasaje profético clave. Aquéllos que espiritualizan la profecía (Amilenialistas y Postmilenialistas) sostienen que sus profecías de tribulación o bien fueron cumplidas en el 70 A.D. o bien han sido cumplidas en la historia de la Iglesia y, por lo tanto, rechazan la idea de que apunta a un periodo de severa tribulación que precede inmediatamente el regreso de Jesús. Los Amilenialistas que son Preteristas Totales argumentan que todo el pasaje, incluyendo la profecía acerca de la Segunda Venida del Señor, fue cumplido en el 70 A.D. Aquéllos que interpretan la profecía más literalmente (Premilenialistas) argumentan que todos los aspectos del pasaje aguardan cumplimiento. Sienten, por lo tanto, que apunta definitivamente a un futuro periodo de tribulación antes que el Señor regrese.

Entonces, ¿qué acerca de nuestra pregunta central? ¿Es Mateo 24 historia o profecía? ¿Es pasado o futuro? ¿Fue cumplido en el 70 A.D. o aún debe ocurrir?

Creo que Mateo 24 fue pre-cumplido en tipo profético en la destrucción de Jerusalén en el 70 A.D. y, por lo tanto, aún tiene que cumplirse en la historia. Y creo que puedo demostrar eso por el pasaje mismo.

La Proclamación del Evangelio

Empecemos con el versículo 14. Éste declara que todos los eventos descritos en Mateo 24 tendrán lugar en un momento cuando el Evangelio haya sido predicado a todo el mundo.

Esto sin duda no había tenido lugar en el año 70 A.D. De hecho, hasta la fecha aún no ha tenido lugar. Usando la tecnología moderna como la radio, televisión, películas, satélites y el Internet, hemos sido capaces de proclamar el Evangelio a más personas que nunca antes en la historia, pero aún no hemos alcanzado a todas las personas en el mundo.


El libro de Apocalipsis revela que esto no se logrará hasta a finales de la Tribulación cuando Dios enviará a un ángel que predicará el “evangelio eterno” a cada nación y tribu y lengua y pueblo (Ap. 14:6).

La Profecía de Daniel

A continuación, consideremos el versículo 15. Dice que el periodo de intensa persecución de los judíos empezará cuando “la abominación desoladora”, de la que habló Daniel, sea vista “establecida en el lugar santo”. No tenemos ningún registro histórico de tal evento llevándose a cabo en el 70 A.D. Contrario al tirano griego, Antíoco Epífanes, quien profanó el lugar santo del Templo en el año168 a. C., Tito no tomó tal acción en el 70 A.D. antes que destruyera la ciudad y el Templo.

La Intensidad de la Tribulación

El tercer punto a observar se encuentra en el versículo 21. Dice que el periodo de persecución judía que seguirá a la profanación del Templo será el más intenso en toda la historia de la humanidad, “desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá”.

Estas palabras no se cumplieron en el 70 A.D. La persecución que los judíos experimentaron bajo Tito fue severa, pero palidece en comparación a lo que lo judíos sufrieron durante el Holocausto Nazi de la II Guerra Mundial.

Josefo dice que los romanos mataron un millón de judíos en el asedio de Jerusalén del 70 A.D. Los historiadores están convencidos que este número es muy exagerado. Pero incluso si es cierto, no es nada comparado a los seis millones de judíos que perecieron a manos de los nazis.

La Capilla Dominus Flevit está ubicada en la ladera occidental del Monte de los Olivos, cerca de la cima. El nombre significa, "El Señor Lloró" y por eso la iglesia fue diseñada por su arquitecto para que pareciera una lágrima. Se asienta en el sitio tradicional donde Jesús lloró por la ciudad de Jerusalén. (Foto del Dr. David Reagan)

Además, el profeta Zacarías nos dice que durante los tiempos del fin un total de dos tercios del pueblo judío morirá durante un periodo de calamidad sin paralelo (Zac. 13:8-9). En otras palabras, hay un periodo de persecución judía que aún debe ocurrir que excederá incluso los horrores del Holocausto Nazi. Según el libro de Apocalipsis, éste ocurrirá durante la segunda mitad de la Tribulación. Es la razón por la que Jesús se refirió a esa parte de la Tribulación como la “gran tribulación” (Mt. 24:21).

Considere nuevamente el versículo 21: “porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá”. ¿Quiso decir Jesús lo que dijo o no? Seguramente este no es un caso de hipérbole – de exageración para hacer un punto. Todo en el pasaje grita que debemos tomar las palabras de Jesús literalmente.

Imagen que muestra los juicios de la copas.

La conclusión es inescapable. La tribulación experimentada por los judíos en el 70 AD no fue la más grande “desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá”.

La Severidad de la Tribulación

La cuarta pieza de evidencia se encuentra en el versículo 22. Jesús dice que el periodo de “gran tribulación” (v. 21) de la que El está hablando será tan severa que toda la vida cesaría a menos que el periodo sea acortado.

Usted y yo vivimos en la única generación en la historia cuando estas palabras podrían ser cumplidas literalmente. No había ninguna posibilidad en el 70 A.D. que el asedio de Jerusalén condujera a la extinción de toda la vida. Pero eso es una amenaza muy real hoy en día debido al desarrollo y despliegue de armas nucleares.


El libro best seller de 1982, “El Destino de la Tierra” (The Fate of the Earth), demostró que si alguna vez hubiese un completo intercambio nuclear entre los Estados Unidos y Rusia, toda la vida sobre la tierra dejaría de existir.

La Proximidad de la Tribulación

La quinta pista de que Mateo 24 aún debe cumplirse se encuentra en el versículo 29. Dice que el Señor regresará “inmediatamente después de la tribulación de esos días”. ¿Cómo podemos escapar del impacto de la palabra “inmediatamente”? No creo que podamos. Ella enlaza claramente los acontecimientos precedentes con el momento inmediato del regreso de Jesús.

Tal como ya he señalado, algunos Amilenialistas y Postmilenialistas han tratado de lidiar con este problema en una forma fantasiosa, ¡proclamando que la Segunda Venida de Jesús en realidad ocurrió en el 70 A.D.! Pero argumentar, como lo hacen ellos, que Jesús regresó espiritualmente y, por lo tanto, invisiblemente, es negar la promesa hecha en Hechos 1:11 que Jesús regresará en la misma forma en la que ascendió a los Cielos – corporal y visiblemente.

La afirmación de que la Segunda Venida de Jesús ocurrió en el 70 A.D. es, por supuesto, absurda, pero muestra el punto hasta el cual llegarán algunas personas para intentar hacer que las Escrituras se conformen a una doctrina particular preconcebida.

El Contexto de la Tribulación

La evidencia final que Mateo 24 no fue cumplido en el 70 A.D. se encuentra en los versículos 32-35, donde Jesús dice que todas las cosas que El ha hablado con referencia a la Tribulación serán cumplidas durante la generación que vea a la “higuera” vuelva a florecer. Aquí está la clave para el momento del cumplimiento de la profecía.

¿Qué es la “higuera”? La higuera se usa a menudo como un símbolo de la nación de Israel (Oseas 9:10; Jer. 24:1-10; Joel 1:7; Lc. 13:6-9). Así pues, pienso que lo que Jesús está diciendo aquí es que todos los eventos profetizados en Mateo 24 se cumplirán en un momento cuando la nación de Israel sea re-establecida.

Pero no tenemos que adivinar el significado simbólico de la higuera. Recuerde por un momento lo que había pasado el día anterior. Jesús había maldecido a una higuera yerma (Mt. 21:18-19), causando que se secara. Era una señal profética que Dios pondría a un lado a la nación judía debido a su esterilidad espiritual – es decir, a su rechazo a aceptar a Jesús como su Mesías.

Ahora, al día siguiente, Jesús recuerda la higuera y dice, “Obsérvenla. Cuando vuelva a flocrecer, todas estas cosas sucederán”.

La puesta aparte de Israel ocurrió en el 70 A.D. El re-florecimiento se llevó a cabo el 14 de mayo de 1948, cuando la nación de Israel fue reestablecida.

Un Hecho a Considerar

Mateo 24 no es historia. Los terribles acontecimientos del 70 A.D. fueron un tipo de pre-cumplimiento clásico del cumplimiento definitivo que ocurrirá inmediatamente antes que el Señor regrese.

Mateo 24 es profecía que aún debe ser cumplida. Va a cumplirse pronto, porque Israel ha sido reunido, la nación ha sido reestablecida y las naciones del mundo se están uniendo contra el estado judío. La ira de Dios está a punto de caer. Estamos en el umbral de la Gran Tribulación.

Mientras usted pondera esta realidad, ¿está listo para ella? ¿Ha recibido a Jesús como su Señor y Salvador? La Biblia dice que si usted pone su fe en Jesús, no necesita temer la ira de Dios, porque “estando ya justificados en Su sangre, por El seremos salvos de la ira de Dios” (Ro. 5:9).

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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (
endefensadelafe.org)

Original article:
The Olivet Discourse

Cortesía de:

Lamb & Lion Ministries (lamblion.com)

jueves, 16 de septiembre de 2010

Los Árabes en la Profecía

¿Destinados para esperanza o para desesperación?

Por Dr. David R. Reagan

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Los pueblos árabes a menudo parecen ser ignorados en la profecía. Esto es así debido a que las Escrituras se centran en el pueblo judío, ya que son el Pueblo Escogido de Dios. Pero esto no significa que los árabes sean ignorados.

La Primacía Judía

Dios escogió a los judíos para darle al mundo las Escrituras, y fue a través de los judíos que Él proveyó al Mesías.

Los judíos también sirven como el reloj profético de Dios, ya que Él señala a eventos futuros en su historia como la clave para el momento de otros eventos importantes. (Por ejemplo, Jesús dijo que regresaría en un momento cuando Jerusalén esté de vuelta en las manos de los judíos – vea Lucas 21:24).

Los judíos continúan sirviendo hoy como testigos escogidos de la gracia de Dios. Ésta es manifestada en su existencia misma porque, ¿qué otro dios habría tolerado por tanto tiempo a un pueblo tan obstinado y rebelde?

La Biblia dice que el pueblo judío continuará sirviendo como el Pueblo Escogido en el futuro, ya que cuando Jesús regrese, un remanente de los judíos que han puesto su fe en Él será establecido como la nación principal del mundo (Isaías 60-62). Durante el reinado milenial del Señor, la nación judía será un canal de bendiciones para el mundo entero (Zacarías 8:23).

¿Significa esto que Dios no tiene bendiciones para los multitudinarios pueblos árabes? No del todo. Dios les ha dado grandes bendiciones en el pasado y El tiene grandes bendiciones reservadas para ellos en el futuro.

Identidad Árabe

Pero antes de que observemos estas bendiciones, consideremos en primer lugar la identidad de los pueblos árabes. ¿Quiénes son ellos?

Una equivocación popular es que la identidad árabe es determinada por la religión- que si eres un musulmán, entonces eres un árabe. Eso no es cierto.


Una de las naciones musulmanas más populosas en el mundo es Indonesia, una nación insular en el sudeste de Asia. Los indonesios no son árabes. Son malayos. De forma similar, la nación de Irán está compuesta de musulmanes, pero no son árabes. Son persas.
Símbolo oficial de la Conferencia de la Liga Árabe 2010

También hay árabes cristianos esparcidos en todo el Medio Oriente. En Israel, la ciudad de Belén es una ciudad árabe cristiana.

La identidad árabe no está determinada por la religión. La mayoría de los árabes son musulmanes, pero no todos; y ciertamente no todos los musulmanes son árabes. La identidad árabe está determinada por la herencia étnica. ¡Y lo sorprendente es que todos los árabes – como todos los judíos – descienden de la familia de Abraham! Eso significa que el conflicto árabe-israelí es una disputa familiar – la riña familiar más larga y más intensa en la historia.

Orígenes Árabes

Todo empezó cuando Abraham decidió ayudar a Dios. Ésa es una forma amable de decir que él decidió adelantarse a Dios. Me refiero, por supuesto, a su impaciencia con la promesa de Dios de que un heredero le sería dado.

Mientras él y Sara continuaron avanzando en años sin un hijo, decidieron ayudar a Dios haciendo que Abraham concibiera un hijo por medio de Hagar, la esclava egipcia de su esposa. El niño nacido de esa unión fue nombrado Ismael. Dios dejó en claro que Ismael no sería el hijo de la promesa, por medio del cual todo el mundo sería bendecido (Génesis 17:20-21), pero Dios hizo algunas promesas grandes a la madre de Ismael.

Dios prometió que haría fructífero a Ismael y que multiplicaría sus descendientes en gran manera, haciendo de él una “gran nación” (Génesis 17:20). También dio a los descendientes de Ismael la tierra al oriente de Canaán (Génesis 16:12).

Dios ha sido fiel a esas promesas. En la actualidad, hay 21 naciones árabes con una población combinada de 175 millones de personas. Los árabes ocupan un área total de 5.3 millones de millas cuadradas de tierra rica en petróleo.


En contraste, sólo hay un Estado Judío con una población de 4 millones de personas que están apretujadas en sólo 8,000 millas cuadradas de espacio. Ésa es una proporción de población de 43 a 1 y una proporción de tierra de 662 a 1. Los árabes ciertamente han sido bendecidos.

Tribus Árabes

Ismael tomó a una esposa egipcia (Génesis 21:21) y se convirtió en el padre de 12 tribus que están enumeradas en Génesis 25:12-16. Estas tribus se convertirían en el núcleo de los pueblos árabes, un pueblo con una mezcla de sangres semítica y egipcia.

Otras tribus árabes rastrean su origen a los seis hijos de Abraham que le nacieron de su segunda esposa, Cetura. Ellas están enumeradas en Génesis 25:1-4. Finalmente, algunas tribus árabes iban a emerger de los descendientes de Esaú, el hermano gemelo de Jacob, que engendró las 12 tribus de Israel.

Todas las tribus árabes históricamente se han caracterizado por su naturaleza impulsiva y violenta. Han estado involucradas en interminables guerras entre ellas mismas y contra judíos y cristianos.

Es interesante observar que su naturaleza volátil es un cumplimiento de la profecía. Dios le dijo a Agar que su hijo, Ismael, sería “un hombre indómito como asno salvaje” y que “su mano será contra todos” (Génesis 16:12).

Profecías Árabes

Veamos ahora lo que la Biblia profetiza acerca de los pueblos árabes. En primer lugar, dice que reclamarán la tierra de Israel que Dios dio a sus hermanos, los judíos. El profeta Ezequiel dice que este reclamo será hecho en los tiempos del fin (Ezequiel 35:5, 10; 36:2,5).

Imagen que muestra el símbolo de la Liga Árabe

Esta profecía se ha cumplido en este siglo. Durante 2,000 años, los judíos fueron dispersados de la tierra que Dios les dio, y durante ese largo periodo de tiempo nunca hubo un Estado Árabe en el área que el mundo llamó Palestina. Los árabes que vivían en la tierra se consideraban a sí mismos sirios. No tenían ninguna conciencia como palestinos y ningún esfuerzo fue alguna vez hecho para crear un Estado Palestino.

Foro de la Liga Árabe

Cuando los judíos empezaron a regresar en este siglo, los árabes alegremente les vendieron la tierra a precios inflados, debido a que era considerada sin valor. Fue la I Guerra Mundial que cambió el punto de vista árabe. La guerra produjo que la tierra de Palestina fuera transferida de los turcos a los británicos y los británicos inmediatamente proclamaron que sería una patria para los judíos. De repente, los árabes se enfrentaron con la perspectiva de un Estado Judío, y empezaron a ser intransigentes, reclamando la tierra como propia.

Los británicos cedieron a la presión árabe y en 1922 dieron dos tercios de Palestina a los árabes, creando el Estado de Jordania. Ésta era tierra que ellos habían prometido a los judíos. Pero esta acción no satisfizo el apetito árabe. Ellos querían toda la tierra que Dios les había dado a los judíos, y ellos aún la codician hasta este día, tal como fue profetizado.

Juicios Árabes

La Biblia también profetiza que Dios derramará juicio sobre las naciones árabes en los tiempos del fin por su hostilidad hacia los judíos y por su intento de reclamar como propia la patria judía. Considere, por ejemplo, Joel 3:19. Este pasaje tiene un claro contexto del tiempo del fin y en ese contexto dice, “Egipto quedará desolado, y Edom convertido en desierto, por la violencia cometida contra el pueblo de Judá, en cuya tierra derramaron sangre inocente”.

Tenga en cuenta que Edom es usado a menudo como un término simbólico para todos los pueblos árabes, así como Israel es usado como un término para todas las tribus judías. Ezequiel dice que Dios se encargará de “todo Edom” en los tiempos del fin debido a su odio contra los judíos, y el resultado será desolación (Ezequiel 35:10-11, 15). El libro de Abdías profetiza un destino similar para Edom en “el día del Señor” (Abdías 15-18).

Promesas Árabes

Pero el futuro para los árabes no es del todo sombrío. Ellos deben sufrir por sus pecados, así como el pueblo judío sufrirá durante la Tribulación. Y, al igual que los judíos, un remanente de los árabes emergerá de su sufrimiento con sus corazones vueltos hacia el único y verdadero Dios (Jeremías 12:14-17).

La profecía más notable con respecto a la salvación futura de un remanente árabe está contenida en Isaías 19:16-25. Isaías afirma que cuando el Señor hiera a Egipto y Asiria, ellos se volverán a Él y Él tendrá compasión de ellos y “los sanará”. ¡Isaías presenta luego una imagen increíble de Egipto, Asiria e Israel viviendo juntos en paz, adorando al mismo Dios!

Otra profecía notable concierne a los árabes que estarán viviendo en la tierra de Israel después de que el Señor regrese. Esta profecía se relaciona con el hecho de que el territorio de Israel será ampliado considerablemente cuando Jesús regrese, incorporando muchas de las naciones árabes que existen hoy. (Las fronteras considerablemente ampliadas de Israel durante el Milenio están detalladas en Ezequiel 47:15-20). Asombrosamente, ¡Ezequiel dice que los árabes viviendo en Israel en esa época “recibirán una porción” de la tierra junto con las tribus de Israel! (Vea Ezequiel 47:21-23 e Isaías 14:12).

Un Dios Imparcial

No hay ninguna parcialidad para con Dios (Romanos 2:11). Él escogió a los judíos, no para ser un repositorio de Sus bendiciones, sino para ser un vehículo a través del cual Él bendeciría a todas las naciones del mundo, incluyendo a los árabes. Pero el requisito fundamental para recibir las bendiciones de Dios – para los judíos y los árabes, así como para todas las personas – es aceptar el regalo de amor de Dios en Jesús, al recibirle como Mesías.

Cuando considero la gracia de Dios hacia los pueblos árabes, me acuerdo de lo que Pablo escribió cuando consideró la gracia de Dios hacia sus hermanos judíos: “!Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! !Cuán insondables son Sus juicios, e inescrutables Sus caminos!” (Romanos 11:33).

Mantenga en mente que la gracia asombrosa que Dios está mostrando hacia los árabes y los judíos está disponible para usted. El mensaje de las relaciones de Dios con los descendientes físicos de Abraham es que no hay ningún pecado tan grande y oscuro que pueda separarle del amor de Dios, el cual El ha expresado en Jesús.

La clave para experimentar esa gracia es el arrepentimiento. Tal como Pablo lo dijera en su sermón en Atenas: “Dios ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” (Hechos 17:30).

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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:
The Arabs in Prophecy

Cortesía de:

Lamb & Lion Ministries (lamblion.com)

sábado, 11 de septiembre de 2010

La Puerta a la Profecía

¿Por qué está cerrada la Puerta Oriental a la Ciudad Antigua de Jerusalén y qué tiene eso que ver con la profecía bíblica?

Foto cortesía del Dr. David Reagan

La Puerta Oriental en la antigua ciudad amurallada de Jerusalén tiene un lugar muy especial en mi corazón, ya que fue esa puerta la que Dios usó para abrir mis ojos a Su Palabra Profética.

Era el año 1967. La ocasión fue la Guerra de los Seis Días. Mientras el destino del nuevo Estado de Israel pendía de un hilo, yo buscaba diariamente en los periódicos cualquier información que pudiera encontrar acerca de la guerra. El punto de inflexión llegó el 7 de junio, cuando el ejército israelí atravesó la Puerta del León y devolvió el control de la ciudad antigua de Jerusalén al pueblo judío por primera vez en 1,897 años.

Un Comentario Misterioso

Al día siguiente leí un fascinante relato acerca de uno de los grupos de comandos judíos que habían estado involucrados en el asalto a la ciudad. El artículo afirmaba que algunos miembros del grupo habían sugerido agarrar fuera de guardia a los defensores jordanos, al volar la sellada Puerta Oriental. Pero el líder del grupo, un judío ortodoxo, había protestado vehementemente la idea, declarando que “la Puerta Oriental sólo puede ser abierta cuando el Mesías venga”.

Esa declaración llamó mi atención. Me pregunté acerca de lo que el individuo estaba hablando. No sabía nada acerca de la Puerta Oriental, excepto que era la única puerta de la ciudad que conducía directamente al Monte del Templo. No estaba al tanto de que estaba sellada, ni tampoco sabía que su apertura estaba en modo alguno vinculado bíblicamente al regreso del Mesías.

Una Profecía Extraordinaria

Decidí investigar un poco acerca del asunto, y esa decisión inició mi estudio de la profecía bíblica. Había estado asistiendo a la iglesia durante 30 años, pero al igual que la mayoría de los cristianos, no sabía nada acerca de la profecía bíblica. Generalmente el tema era ignorado por los predicadores en la iglesia en la que crecí.

Mi concordancia me dirigió rápidamente al pasaje que el judío ortodoxo había aludido. Lo encontré en Ezequiel 44. El contexto es un recorrido sobrenatural del futuro Templo Milenial que el Señor le está dando a Ezequiel (40:1-3).

En el capítulo 43, el Señor le da a Ezequiel una visión de la gloria de Dios entrando al Templo Milenial desde el Este, a través de la Puerta Oriental. El Señor entonces le dice a Ezequiel: “Hijo de Hombre, éste es el lugar de Mi trono y el lugar de las plantas de Mis pies, en el cual habitaré entre los hijos de Israel para siempre” (43:7).

El Señor le revela luego a Ezequiel que la Puerta Oriental estará cerrada para el uso público y estará disponible sólo a una persona que es descrita como “el príncipe” (44:3).

La identidad de este príncipe es uno de los misterios de la profecía bíblica. Ciertamente no es el Mesías, ya que él ofrece por sí mismo una ofrenda por el pecado (45:22), y tiene hijos (46:16). Algunos han especulado que podría ser el rey David, pero David tendrá un cuerpo glorificado y sin pecado durante el Milenio y, por lo tanto, no necesitaría una ofrenda por el pecado. Muy probablemente, él es un regente del rey David, un príncipe en la carne que es un descendiente de David.

Un Pre-Cumplimiento en Tipo

Las profecías bíblicas tienen a menudo un pre-cumplimiento en un tipo simbólico antes de su cumplimiento real en la historia. Un buen ejemplo es Antíoco Epífanes, quien fue un tipo simbólico del Anticristo. Otro ejemplo sería la destrucción de Jerusalén en el 70 A.D., que fue un tipo simbólico de la destrucción que Jerusalén experimentará durante la Gran Tribulación.

De igual manera, creo que la profecía de Ezequiel 44:1 fue pre-cumplida simbólicamente hace casi 500 años en 1517, cuando los turcos conquistaron Jerusalén bajo el liderazgo de Suleimán el Magnífico. Él ordenó que las antiguas murallas de la ciudad fueran reconstruidas y, en medio de este proyecto de reconstrucción, por alguna razón desconocida, ordenó que la Puerta Oriental fuera sellada con piedras.

Foto cortesía del Dr. David Reagan

Abundan las leyendas en cuanto al por qué Suleimán cerró la Puerta. La más creíble es que mientras las murallas estaban siendo reconstruidas, un rumor recorrió Jerusalén de que el Mesías venía. Suleimán convocó a algunos rabinos judíos y les pidió que le dijeran acerca del Mesías. Ellos describieron al Mesías como un gran líder militar que sería enviado por Dios desde el Este. Él entraría por la Puerta Oriental y liberaría la ciudad del control extranjero.

Suleimán decidió entonces poner fin a las esperanzas judías, ordenando que la Puerta Oriental fuera sellada. También puso un cementerio musulmán en frente de la Puerta, creyendo que ningún santo judío se contaminaría a sí mismo caminando a través de un cementerio musulmán.

Otra Profecía

Los judíos creen que la Puerta Oriental permanecerá cerrada hasta que el Mesías regrese. Pienso que están en lo correcto.

Salmo 24:7-10 contiene una profecía acerca del regreso del Señor. Dice lo siguiente:

"Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,
Y alzaos vosotras, puertas eternas,
Y entrará el Rey de gloria.

¿Quién es este Rey de gloria?
Jehová el fuerte y valiente,
Jehová el poderoso en batalla.

Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,
Y alzaos vosotras, puertas eternas,
Y entrará el Rey de gloria.

¿Quién es este Rey de gloria?
Jehová de los ejércitos,
El es el Rey de la gloria".

Se tratan claramente de imágenes de la Segunda Venida. El Señor está regresando como un Rey dispuesto para la batalla. Y cuando El regrese, las puertas de una de las puertas de la Ciudad Antigua de Jerusalén se abrirán para recibirle. Creo que esto está hablando de la Puerta Oriental, que ahora está cerrada, ya que el Mesías siempre es descrito en las profecías de la Segunda Venida regresando desde el Este. Por ejemplo, en el pasaje de la Segunda Venida de Isaías 63:1-6, el Mesías es retratado llegando a Jerusalén desde la dirección de Edom y Bozra – áreas hacia el Este.

Un símbolo profético

La Puerta Oriental ha permanecido sellada desde hace casi 500 años y el cementerio musulmán aún bloquea la entrada. La antigua ciudad amurallada tiene 8 puertas, y la Puerta Oriental, y sólo ella, está sellada – tal como fue profetizado en Ezequiel 44. El mundo llamaría eso una “coincidencia sorprendente”. Yo lo llamo una “incidencia de Dios” (Nota del editor: En el artículo original, escrito en inglés, el autor usa un juego de palabras – “God-incidence” – que rima con la palabra “coincidence”).

Foto cortesía del Dr. David Reagan

Creo que la Puerta Oriental es prueba positiva de que la Biblia es la Palabra de Dios. Su cierre es una evidencia clara que estamos viviendo en los tiempos del fin. La Puerta aguarda el regreso del Mesías. Entonces y sólo entonces, será abierta.

Una Visión Emocionante

Tengo una visión de cómo será ese glorioso día. Está relacionada con la Primera Venida del Señor. Creo que Jesús va a repetir Su entrada triunfal a Jerusalén cuando El regrese.

Cuando El vino la primera vez, Jesús cabalgó un burro desde el Monte de los Olivos hacia el Valle del Cedrón y hasta la Puerta Oriental, donde entró al Monte del Templo para Sus últimos días de enseñanza. Mientras hacía ese viaje, el Valle del Cedrón estaba lleno de miles de admiradores que habían escuchado acerca de la resurrección de Lázaro. Ellos ondeaban hojas de palma y cantaban, “¡Hosanna al Hijo de David!”. Dentro de unos pocos días, esa misma multitud voluble estaba gritando, “¡Crucifíquenle!”

En Apocalipsis 19 se nos dice que cuando Jesús regrese vendrá como un conquistador militar victorioso, cabalgando por el aire en un caballo blanco sobrenatural. En Isaías 61 se nos dice que El vendrá desde el Este y en Zacarías 14 se nos dice que El tocará tierra en el Monte de los Olivos.

Apocalipsis 19:14 dice que todos los redimidos vendrán con el Señor. ¡Piense en ello! Usted y yo estaremos ahí para ser testigos del regreso del Señor. Zacarías 14 dice que Él pronunciará una palabra que destruirá sobrenaturalmente al Anticristo y sus fuerzas.

Después, creo que seremos testigos de una repetición de la entrada triunfal del Señor a Jerusalén. Con ángeles revoloteando arriba y millones de los redimidos llenando el Valle del Cedrón, Jesús cabalgará hacia la Puerta Oriental en Su caballo blanco y, mientras se acerca a la Puerta, ésta explotará. Entonces Él entrará a la Ciudad de David y, a los gritos triunfales de “Hosanna al Hijo de David”, será coronado como el Rey de reyes y Señor de señores.

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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (
endefensadelafe.org)

Original article:
The Gate to Prophecy

Cortesía de:

Lamb & Lion Ministries (lamblion.com)

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