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sábado, 12 de junio de 2010

La Inmoralidad de la Deuda Nacional de los Estados Unidos

Por Dr. David R. Reagan

El Reloj de la Deuda Nacional de los Estados Unidos

¿Qué pensaría de mí si yo fuera a comprar una casa de diez millones de dólares y se la cargara a mis hijos, a mis nietos y a mis bisnietos? No tengo ninguna duda que usted pensaría que estoy loco y que soy inmoral. Y usted tendría la razón.

Nadie tiene ningún derecho a amontonar deudas para que otras personas las paguen. Hacer eso es cometer una forma de robo.

"Ya debo $38,375 y sólo poseo una casa de muñecas".

Nuestro gobierno federal está completamente fuera de control. Con el estímulo del poder ejecutivo, el Congreso continúa gastando sin medida.

El resultado inevitable va a ser una galopante hiperinflación que destruirá la economía de nuestra nación.

Nuestra deuda se ha hecho tan grande que ahora está más allá de la comprensión de la mente. Un artículo reciente en la revista World ilustró este punto en una forma ingeniosa:

¿Cuánto es un trillón de dólares? Para obtener una idea de cuán masivo es este monto, piense de él en segundos. Volver en el tiempo 1 millón de segundos lo llevaría de regreso 12 días. Un billón de segundos lo llevaría de regreso 30 años y 1 trillón de segundos lo llevaría de regreso 32,000 años.

¡La deuda nacional de los E.U. superó los $12 trillones a finales del 2009 y está proyectada a superar los $20 trillones en 10 años! Individualmente y como nación, los americanos se han convertido en adictos a la deuda, insistiendo en la gratificación instantánea a través de préstamos absurdos. Nuestra fuerza básica de motivación es la codicia.

En contraste, la Biblia nos exhorta a estar contentos con lo que tenemos (1 Timoteo 6:6-8). La Biblia no prohíbe la deuda, pero advierte fuertemente en contra de ella: “…el deudor es el esclavo del acreedor” (Prov. 22:7 – NVI)

Esta verdad puede verse en nuestra relación con Israel. Ellos son nuestro aliado natural, compartiendo nuestros valores. Sin embargo, estamos limitados en el apoyo que les podemos dar debido a que estamos endeudados con el mundo árabe por causa del petróleo. De forma similar, es dudoso que viniéramos al rescate de otro aliado natural, Taiwán, si la isla fuera invadida por China. Los chinos poseen mucha de nuestra deuda como para que nos enfrentemos a ellos.


Mientras tanto, continuamos vendiendo nuestros activos a naciones extranjeras en un intento por mantenernos a flote. Los días están claramente contados para el dólar y para nuestro estatus como potencia mundial.

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Traducido por: Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (
www.endefensadelafe.org)

Artículo original:
The Immorality of the U.S. National Debt

Cortesía de:

Lamb & Lion Ministries (www.lamblion.com)

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