sábado, 24 de mayo de 2025

Observaciones del Editor: ¡Ojalá que Vivas en Tiempos Interesantes!

Director y Evangelista Sénior 
Ministerio Cordero y León



¡Ojalá que vivas en tiempos interesantes! 

Se afirma que esta bendición con doble sentido proviene de una maldición china. En realidad, la expresión es de origen inglés. “Tiempos interesantes” es un eufemismo para tiempos difíciles, lo que convierte la bendición en una velada advertencia de desgracia.

Sea una advertencia o una bendición, ciertamente vivimos en tiempos interesantes.

Muchos ministerios que se enfocan en la profecía bíblica están enfatizando la creciente oscuridad y señalando acontecimientos que llegarán a buen término durante la Tribulación, después de que la Iglesia haya sido raptada. Otros ministerios evangélicos ignoran cualquier advertencia en su esfuerzo por enfatizar sólo la gracia y la misericordia de Dios — dejando a aquellos que rechazan la oferta de salvación de Jesús sin darse cuenta de que Su ira permanece sobre ellos (Juan 3:36).

La misión del seguidor de Cristo es caminar por la delgada línea — lo que podríamos llamar “el camino recto y angosto”. Al mismo tiempo que animamos a todos aquellos que esperan el regreso del Señor, advertimos a los pecadores que huyan de la ira que vendrá y que se acojan a los brazos amorosos de nuestro Salvador. Consideramos que es un gran privilegio vivir en un tiempo como éste, cuando podemos presenciar el cumplimiento convergente de las profecías que “muchos profetas y justos” anhelaban ver en la antigüedad (Mateo 13:16-17).

La observación de Jesús a sus discípulos hace 2,000 años ha sido cierta a lo largo de la Era de la Iglesia, y ciertamente todavía se aplica hoy en día.

Sin embargo, debido a que somos tan bendecidos, estamos sujetos a un nivel de responsabilidad que supera a aquellos que vivieron en los tiempos del Antiguo Testamento. Jesús dejó esto claro cuando dictó siete cartas a las iglesias de Asia Menor (la actual Turquía). Esas cartas, en Apocalipsis 2-3, están llenas de elogios, amonestaciones, revelaciones y promesas.

Para quienes tienen ojos para ver y oídos para oír, las cartas del Apocalipsis todavía ofrecen mensajes urgentes de advertencia y esperanza a la Iglesia de hoy y a cada cristiano por igual. El Alfa y la Omega, el que es, el que era y el que ha de venir, el Todopoderoso, nos asegura que volverá pronto.

A usted y a mí se nos promete una bendición simplemente por leer lo que Jesús reveló a Sus siervos. Pero, ¿de verdad estamos escuchando? 


Tim Moore

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:

jueves, 15 de mayo de 2025

Audio: Perspectivas Proféticas – Un Análisis Escatológico de Eventos Actuales

“Las profecías de ayer son los titulares de hoy”. 

En este programa, Graciela y yo analizamos algunos eventos relacionados con la profecía bíblica del tiempo del fin, especialmente los concernientes a Israe.

Los invito a suscribirse al canal “Profecías, Misterios y Otras Cosas”, y activar las notificaciones, para que puedan recibir las alertas cada que vez que un nuevo video sea publicado por Graciela. También los animo a compartir estos videos con sus contactos.  

3 Señales de Daniel que Anuncian el Fin del Mundo

Por Dr. Nathan E. Jones


[Nota: El siguiente es un extracto del capítulo del Dr. Nathan Jones en el libro, Tracking Toward Tribulation and the Any-Moment Intervention by Jesus Christ, editado por Terry James, con la colaboración de Tim Moore. Pida su copia en Amazon (tapa blanda, Kindle y audiolibro)].    

Aunque oí, no pude entender: así que dije: Mi Señor, ¿cuál será el resultado de estos eventos?” (Daniel 12:8; NASB1995).

El profeta Daniel había estado escuchando atentamente al ángel Gabriel pronunciando una serie de mensajes alucinantes. Dios estaba revelando el ascenso y la caída de grandes imperios, lo que finalmente conduciría a un imperio global dirigido por un déspota, a quien el apóstol Juan llamaría más tarde el Anticristo, con su inevitable destrucción por medio de la mano de Dios.

Por supuesto, todos estos grandes imperios estaban todavía tan lejos en el futuro, desde la perspectiva de Daniel, que obviamente estaba bastante perplejo por lo que estaba escuchando. Frotándose la frente arrugada en señal de confusión, Daniel le pidió al poderoso mensajero de Dios que le diera alguna explicación. Para su consternación, el ángel respondió con un firme: “¡De ninguna manera!”. Explicó que Daniel nunca podría entender realmente estas profecías, porque era necesario que sucedieran demasiados eventos antes de que pudieran cumplirse y, por lo tanto, entenderse correctamente.

Afortunadamente, Gabriel agregó que habría tres señales principales que marcarían el “tiempo del fin”, en el que culminaría el final de esta serie de eventos. Encontramos el texto fuente de estas señales en Daniel 12:4. “Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia aumentará”. Añadió que sólo aquellos que vivieran en los tiempos del fin, y que fueran “entendidos” (es decir, espiritualmente discernidores) entenderían por fin estas profecías. Reconocerían que el aumento exponencial en el conocimiento, los viajes y la comprensión profética anunciarían el fin de estos reinos controlados por los humanos con el segundo advenimiento del Mesías, que establecería Su reinado milenial terrenal (Daniel 12:3-10).

1) Aumento del Conocimiento

Exploremos la primera señal: un gran aumento del conocimiento.

A menos que seas un niño pequeño que juega con el Android de tu madre, has vivido lo suficiente como para darte cuenta de que la forma en que obtenemos información ha cambiado mucho— demasiado — en las últimas décadas. Ni siquiera hablemos de décadas, sino de años. El niño que llega a la edad adulta hoy puede, con un escalofrío, mirar hacia atrás a principios de la década del año 2000, cuando no había Wikipedia, ni Gmail, ni redes sociales como Facebook y Twitter (ahora llamada X), ni computación en la nube, ni tabletas, ni teléfonos inteligentes y, ciertamente, no había conectividad a Internet de alta velocidad. ¿Recuerdas el sonido que hacía un módem cuando conectaba a un internauta a la World Wide Web? Hazle esa pregunta a un niño de diez años hoy y ni siquiera podría decírtelo. Ni siquiera Bob Dylan podría haber imaginado lo mucho que cambiarían las cosas cuando, en la edad de piedra de 1963, cantó “The Times They Are A-changin” (Los tiempos, están cambiando).

Sin embargo, los tiempos no siempre fueron así. Durante miles de años de historia humana, la vida permaneció prácticamente igual. Claro, cada 300 años más o menos, el mundo lograba una innovación que revolucionaba el mundo, moviendo a la humanidad de, digamos, la Edad de Bronce a la Edad de Hierro. Pero, en su mayor parte, las limitaciones en los viajes dejaron a la mayoría de los inventos acordonados en un pequeño rincón del mundo. Pero, entonces, finalmente llegó el año 1454 d. C., y el orfebre alemán Johannes Gutenberg lanzó la primera prensa de tipos móvil y reutilizable (como una fotocopiadora antigua). Por fin, las palabras de conocimiento podían ser copiadas masivamente en papel y distribuidas por todas partes. La era del libro impreso revolucionó el mundo, y Gutenberg comenzó con la fuente de todo conocimiento—la Biblia.

¿Te sorprendió saber en tus clases de historia que los avances que más han cambiado el mundo se han hecho en los últimos 150 años más o menos? Y, a medida que nos acercábamos a nuestros días, ¿cómo cada descubrimiento se producía cada vez más rápido, a medida que se lograba un avance sobre otro? Esta aceleración cada vez más rápida en el aprendizaje se denomina Curva Exponencial. Nuestro conocimiento ha experimentado un crecimiento exponencial a medida que un avance se construye sobre otro a un ritmo cada vez más rápido.

¿Cuál dirías que ha sido el descubrimiento más importante que nos ha ayudado a facilitar el advenimiento de esta explosión masiva en el crecimiento del conocimiento? Si respondiste “la computadora”, entonces estarías en lo correcto.

Cuando se trata de la curva exponencial de las computadoras, el viejo chiste es: “¿Cómo sabes cuándo tu computadora está obsoleta?”. La respuesta es: “Cuando la sacas de la caja”. Sin embargo, eso no está muy lejos de la verdad, ya que las compañías de computadoras duplican las velocidades de procesamiento de las computadoras aproximadamente cada 18 meses. Conocida como la Ley de Moore (en honor al cofundador de Intel, Gordon Moore), ésta es sólo una manifestación de la tendencia mayor en la forma en que todos los cambios ocurren a un ritmo exponencial. En 2023, las computadoras cuánticas comenzaron a procesar a velocidades equivalentes al cerebro humano. Para el año 2045, en apenas un cuarto de siglo, la Ley de Moore predice que poseeremos computadoras con la capacidad computacional equivalente a toda la raza humana.

No sólo la curva exponencial en todas las áreas de la tecnología informática ha aumentado nuestro conocimiento a niveles estupendos, sino que las computadoras han ayudado en todos los principales descubrimientos científicos de nuestros días. Tampoco necesitamos meter tantos datos en nuestros cerebros, ya que la capacidad de almacenar y acceder fácilmente a los datos significa que podemos seguir aprendiendo como nunca antes lo habíamos aprendido en la historia de la humanidad.

La curva exponencial no se limita sólo a las computadoras. Otros avances en biomedicina, ciencias espaciales, ingeniería química, ingeniería humana y todas las demás ciencias han ido subiendo más rápido y más pronunciadamente en sus curvas exponenciales con cada día que pasa.

Se espera que, en los próximos cinco años, la tecnología mundial sea 32 veces más avanzada de lo que es hoy. También se ha estimado que el 65% de los niños de jardín de infantes de hoy, una vez que finalmente se gradúen de la universidad, terminarán trabajando en trabajos completamente nuevos que, en este momento, ni siquiera existen.

Considere que, hace sólo cien años, la información que la mayoría de la gente aprendió a lo largo de toda su vida equivalía al contenido de una edición dominical de The New York Times. Nuestra capacidad actual de consumir prácticamente la misma cantidad de información diariamente muestra cuánto ha aumentado el conocimiento de la humanidad en un período de tiempo muy corto.

El aumento exponencial del conocimiento actual apunta al hecho de que estamos viviendo en los tiempos del fin profetizados, y que Jesucristo vendrá pronto.

2) Aumento del Transporte

Note que, en esa misma profecía, el ángel le dijo a Daniel que, además de un gran aumento en el conocimiento, “muchos correrán de aquí para allá” (Daniel 12:4). Este tremendo aumento en los viajes también ocurriría en el mismo contexto, que es el de los tiempos del fin. Dios estaba revelando que, una vez que la gente comenzara a ir de un lado a otro, tanto más lejos como más rápido, esos años finales, antes de que Cristo regresara para establecer Su Reino Milenial, finalmente estaban sobre nosotros.

Detente y piensa cómo viajaba la gente hace un siglo. La mayoría de los caminos ni siquiera estaban pavimentados y eran transitados por carros tirados por caballos. Mira en YouTube el video de San Francisco grabado en 1906 y verás muchos más caballos que carruajes sin caballos. La gente rara vez, o nunca, abandonaba sus ciudades natales. La domesticación de animales y los primeros comienzos de las carreteras decentes, luego las bicicletas, los globos, los botes y los automóviles simples se desarrollaron, pero no fueron ampliamente recibidos.

Desde principios del siglo XX, la humanidad inventó aviones y jets, e incluso hemos abandonado la atmósfera de la Tierra en cohetes y transbordadores espaciales. Antes, la gente tardaba meses en viajar al extranjero en barco, pero ahora recorremos esa misma distancia en el extranjero en cuestión de horas. En el mundo de hoy, las personas siempre están en movimiento, tal como el ángel profetizó a Daniel.

El aumento exponencial de los viajes en la actualidad apunta al hecho de que Jesucristo regresará pronto.

3) Aumento en la Comprensión de la Profecía

¿Sabías que la profecía bíblica constituye un enorme 31% de la Biblia? El plan general de Dios para las edades parece ser más bien como un rompecabezas de 100 piezas, y hasta ahora, Él sólo ha provisto 75 piezas. Uno puede distinguir el contorno de una imagen, pero hasta que se desarrollen ciertos eventos, que luego agregan otra nueva pieza al rompecabezas, la imagen permanece incompleta.

Aun así, las 75 piezas que tenemos ahora son mucho más numerosas que las que Daniel alguna vez tuvo. Como Jesús explicó a sus discípulos: “De cierto os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron” (Mateo 13:17). Incluso entonces, los apóstoles no entendieron muchas de las enseñanzas de Cristo hasta después de Su resurrección, cuando Él las explicó abiertamente; y luego envió al Espíritu Santo en Pentecostés, para proporcionar más iluminación. Incluso entonces, los apóstoles esperaban el inminente regreso de Cristo y no una larga espera de 2,000 años.

Hoy en día, las diversas señales de los tiempos del fin, relacionadas con la naturaleza, la sociedad, la política mundial, la tecnología, Israel y las señales espirituales están llegando a nosotros a un ritmo tan fantástico que los maestros de profecía bíblica como el Dr. Ron Rhodes han comenzado a llamar al fenómeno “La Convergencia”. Tantas señales de los tiempos del fin que convergiendo a la vez han mejorado enormemente nuestra comprensión de la profecía bíblica de los tiempos del fin, tal como Gabriel lo predijo.

El aumento exponencial de hoy en día en la comprensión de la Palabra profética de Dios apunta al hecho de que Jesucristo regresará pronto.

Reconocer los Tiempos

Estas tres señales principales, junto con cientos más provistas en la Biblia, se están cumpliendo en nuestros días, revelando el hecho de que el Señor podría regresar en cualquier momento. Al mirar a través del filtro de la Biblia todos los acontecimientos maravillosos, pero aterradores, que se desarrollan ante nosotros, debemos entender claramente los tiempos en los que vivimos. Como resultado, nos consuela saber que Dios lo tiene todo bajo control, que tiene un gran plan en marcha y que Sus hijos juegan un papel vital en ese plan. Los cristianos estamos llamados a servir a Dios en estos tiempos oscuros con todos nuestros dones, recursos y experiencia únicos.

Para aquellos de ustedes que aún no han aceptado a Jesucristo como su Salvador, pero ahora reconocen que estamos viviendo en los tiempos del fin, darse cuenta debería actuar como un despertador que los despierta al hecho de que al mundo no le queda mucho tiempo. Todos vivimos en tiempo prestado. Por lo tanto, acepte el hecho de que Dios ama tanto al mundo que dio a Su Hijo unigénito para que todo aquel que cree en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna (Juan 3:16).

Recurso

Con la mayoría de los púlpitos ahora tristemente desprovistos de enseñanza y predicación profética, es crucial que a los cristianos se les dé la verdad a medida que se acerca el tiempo de la Tribulación. Los claros e impactantes capítulos de Tim Moore y Nathan Jones en este libro proclaman las advertencias de Dios acerca de estos tiempos actuales y ayudan a cumplir las palabras del gran profeta Daniel, inspiradas por el Espíritu Santo: “Los sabios sí entenderán”.

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Revista Llamada de Medianoche – Mayo 2025

Las nueve ropas de Jesús

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Temas incluidos en esta edición:

»» La gloria en el seno de la Trinidad
»» Aumenta la violencia contra los cristianos a nivel mundial
»» La notable historia cristiana del Estado judío
»» Cómo confirma Cristo la restauración de Israel en Hechos 1:6-7
»» La Casa Blanca prohibe la ideología de género

Entre otros.

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jueves, 1 de mayo de 2025

Libro: Cómo Morir con una Sonrisa en el Rostro – Capítulo 5 (Parte 3 de 3)

 Reinar con Jesús 

Por Dr. David R. Reagan

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Preguntas Sobre el Milenio

Fiel es esta palabra: Si morimos con él, también viviremos con él. Si perseveramos, también reinaremos con él (2 Timoteo 2:11-12).

1) ¿Por qué querría Jesús regresar a este mundo enfermo de pecado? Me parece que Él solo querría poner fin a la historia llevando a todos los creyentes al Cielo y luego destruyendo esta tierra.

Ésta es una pregunta que a menudo me lanzan los amilenialistas. Lo entiendo perfectamente porque es la primera pregunta que hice cuando me presentaron el concepto del Milenio, cuando tenía unos 30 años.

La razón básica es que Dios ha hecho promesas que tiene la intención de cumplir durante el Milenio, y Dios siempre cumple Sus promesas (Números 23:19):

Dios no es hombre para que mienta,
ni hijo de hombre para que se arrepienta. 
Él dijo, ¿y no lo hará?
Habló, ¿y no lo cumplirá?

Como ya he expuesto en detalle muchas de estas promesas, simplemente señalaré las categorías.

Promesas a los Judíos

La primera razón por la que debe haber un Milenio es que Dios ha hecho promesas a los judíos que Él cumplirá durante ese tiempo.

Dios ha prometido que reunirá en la tierra de Israel al remanente de judíos que acepten a Jesús como su Mesías al final de la Tribulación (Ez. 36:22-28 y Zac. 10:6-9). Él derramará Su Espíritu sobre este remanente (Is. 32:15 y 44:3), expandirá grandemente su número y su tierra (Ez. 36:10-11 y 48:1-29), y los convertirá en la nación principal en todo el mundo (Is. 60-62).

Promesas a la Iglesia

Una segunda razón para el Milenio se relaciona con una promesa que Dios ha hecho a la Iglesia. Dios ha prometido que los redimidos en Cristo reinarán sobre todas las naciones del mundo.

El apóstol Pablo declaró esta promesa en los términos más simples: “Si perseveramos, también reinaremos con Él” (2 Ti. 2:12). Jesús afirmó la promesa en Su carta a la iglesia en Tiatira cuando escribió (Ap. 2:26-27): 

26) Al que venza y guarde mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones; 

27) él gobernará con una vara de hierro...”.

Promesas a las Naciones

Dios ha prometido que llegará un tiempo en que las naciones verán cumplido su sueño más grande— la paz mundial. Éste ha sido un sueño internacional desde el principio de los tiempos, pero ha demostrado ser imposible de alcanzar.

Se ha celebrado una conferencia de paz tras otra. Se han firmado múltiples tratados. Se han formado organizaciones mundiales. Sin embargo, la guerra continúa devastando a las naciones.

Dios ha prometido dar a la humanidad y a la tierra un descanso de sus guerras. Pero esa paz no llegará hasta que el Príncipe de Paz regrese. Sólo entonces las naciones “volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces”. Sólo entonces realizaremos el sueño de un mundo donde “no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra” (Is. 2:4).

Promesas a la Creación

Dios también ha hecho promesas a Su Creación, que Él cumplirá durante el Milenio. Dios ha prometido quitar la maldición que puso sobre la Creación debido al pecado del Hombre. Él ha prometido liberar a la Creación de su esclavitud a la decadencia y restaurarla a su belleza, equilibrio y paz originales (Ro. 8:18-23).

Los animales carnívoros se volverán herbívoros (Is. 11:67). Los animales mortíferos dejarán de ser peligrosos (Is. 11:8-9). El reino vegetal florecerá y producirá abundantemente (Is. 35 y Ez. 34:25-31). La tierra de Israel se transformará tan radicalmente, que los visitantes proclamarán con asombro: “Esta tierra que era asolada ha venido a ser como huerto del Edén” (Ez. 36:35).

Promesas a Jesús

La razón más importante para el Milenio es que Dios lo va a usar para cumplir las promesas que le ha hecho a Su Hijo. Dios le ha prometido a Jesús que será glorificado en la historia para compensar, en parte, Su humillación en la historia. La Biblia dice rotundamente que Jesús regresará para manifestar Su gloria (Is. 24:23; 66:18-19 y 2 Tes. 1:7-10).

Para cumplir estas promesas, Dios le va a dar a Jesús dominio sobre todo el mundo y Él reinará sobre las naciones desde el Monte Sion en Jerusalén (Dn. 7:13-14; Is. 2:2-4 y Zac. 14:1-9).

Debe tenerse en cuenta que Jesús es actualmente un “rey en espera”. Al igual que el rey David, que tuvo que esperar muchos años después de ser ungido antes de convertirse en rey de Israel, Jesús ha sido ungido Rey de reyes y Señor y señores, pero aún no ha comenzado a gobernar.

Actualmente está sirviendo como nuestro Sumo Sacerdote ante el trono de Dios (He. 8:1). Él está esperando el mandato de Su Padre de regresar y reclamar todos los reinos de este mundo (He. 2:5-9 y Ap. 19:11-16).

Una Razón Final

Hay otro propósito para el Milenio que debe tenerse en cuenta. Creo que Dios va a usar el Milenio para demostrarle a la humanidad de una vez por todas que la religión del humanismo de Satanás está totalmente en bancarrota

Todos los humanistas, independientemente de sus etiquetas políticas o teológicas, están de acuerdo en que la fuente del mal en el mundo es externa al hombre. Ven el mal como arraigado en la corrupción de la sociedad. Creen que la solución a todos los problemas del hombre se puede encontrar en una reforma social.

Pero la Biblia revela que no se puede cambiar la naturaleza básica de las personas cambiando su entorno. Mejorar su entorno simplemente los convierte en pecadores más sofisticados.

El punto de vista humanista es absolutamente contrario a la Escritura. La Palabra de Dios enseña que la fuente del mal está enraizada dentro de la naturaleza caída del hombre, y que es el hombre, y no la sociedad, el que necesita ser cambiado (Gn. 8:21; Jer. 17:9-10 y Mr. 7:20-23). La Palabra también enseña que la única manera en que este cambio puede tener lugar es a través de la obra del Espíritu Santo dentro de una persona que ha puesto su fe en Jesús.

Dios va a probar este punto usando el Milenio como un gran laboratorio experimental. Él va a colocar a la Humanidad en un ambiente perfecto de paz y prosperidad durante mil años. Satanás será atado. La justicia abundará.

Sin embargo, al final, cuando Satanás sea liberado, la mayoría de la gente se unirá a él cuando llame a las naciones a rebelarse contra Jesús (Ap. 20:7-10). El Milenio demostrará que lo que el hombre necesita no es una nueva sociedad, sino un nuevo corazón.

Por lo tanto, la historia terminará como comenzó. Al principio, había dos personas en un ambiente perfecto y se rebelaron contra Dios. Al final, toda la humanidad estará en una sociedad perfecta, y muchos de ellos se rebelarán.

2) ¿Por qué alguien se rebelaría contra Dios después de vivir en una sociedad perfecta durante 1,000 años?

Los sobrevivientes de la Tribulación que han aceptado a Jesús como Señor y Salvador entrarán en el Milenio en sus cuerpos físicos. Comenzarán a procrear, y sus hijos nacerán con una naturaleza pecaminosa. Los rebeldes vendrán de estos niños. No todos se rebelarán, porque muchos pondrán su fe en Jesús durante el Milenio.

Aquellos que rechazan a Jesús y viven hasta el fin del Milenio responderán con gusto a la rebelión de Satanás, porque han sido miserables viviendo en la carne bajo lo que la Biblia llama el “gobierno de la vara de hierro” de Jesús (Ap. 2:27, 12:5 y 19:15).

El reinado milenial de Jesús será una teocracia. Eso significa que Jesús será un gobernante absoluto. Él será nuestro sumo sacerdote, nuestro jefe ejecutivo y nuestro único legislador. Quienes estemos en cuerpos glorificados haremos cumplir Sus leyes.

Ahora, deténganse y piensen por un momento cómo sería vivir bajo tal gobierno en la carne. La naturaleza pecaminosa de la humanidad tendrá todos sus deseos carnales, pero esa naturaleza tendrá que ser reprimida debido al miedo a la “vara de hierro”. Aquellos que violen la ley serán arrestados, juzgados y sentenciados inmediatamente, y no habrá apelación ya que las decisiones de todos los jueces (que estarán en cuerpos glorificados con la mente de Cristo) serán perfectas.

Los rebeldes supremos alabarán a Jesús durante el Milenio con los dientes apretados. Vivirán buscando una oportunidad para rebelarse.

Tengan en cuenta que Jesús ya estuvo en esta tierra. Todo lo que hizo fue enseñar, sanar, alimentar y amar a las personas, y ellas lo asesinaron. Al final del Milenio, intentarán matarlo de nuevo. La afirmación de Jeremías de que no hay nada tan depravado como el corazón humano será probada como cierta (Jer. 17:9).

3) ¿Por qué los amileniales se oponen tanto a aceptar que las Escrituras acerca del Milenio significan lo dicen?

Se debe a lo que se llama la Teología del Reemplazo, que es enseñada por la mayoría de las iglesias cristianas hoy en día, incluyendo tanto la católica como la protestante.

Esta teología tan antibíblica enseña que, dado que los judíos mataron a Jesús, Dios se desentendió de ellos y los reemplazó con la Iglesia. Debido a esto, sus promesas del reino fueron transferidas a la Iglesia. Por lo tanto, el Milenio consiste en la presente Era de la Iglesia. Uno de los principales problemas con esto, por supuesto, es que a los judíos se les prometió un reino mundial con Jesús reinando sobre él en persona desde Jerusalén. La Iglesia no está reinando sobre todo el mundo hoy. Ni Jesús está aquí en persona.

Esta teología retorcida es refutada directamente en las Escrituras en Romanos 9-11. Por ejemplo, en Romanos 11:1, Pablo pregunta: “¿Acaso ha rechazado Dios a su pueblo?” Durante 2,000 años, la Iglesia ha respondido. “¡Sí!”. Pero Pablo responde a su propia pregunta diciendo: “¡De ningún modo!”.  Luego, añade, “Dios no ha rechazado a su pueblo, al cual conoció de antemano” (Ro. 11:2).

Además, tenemos que enfrentar el hecho de que los judíos por sí solos no fueron responsables de la muerte de Jesús. Los responsables son identificados en Hechos 4:27 como: “Herodes, Poncio Pilato, junto con los gentiles y el pueblo de Israel”. A esa lista debemos agregarnos tú y yo porque Jesús murió por los pecados de toda la humanidad (1 Juan 2):

1) Hijitos míos, estas cosas les escribo para que no pequen. Y si alguno peca, abogado tenemos delante del Padre, a Jesucristo el justo. 

2) Él es la expiación por nuestros pecados, y no solamente por los nuestros sino también por los de todo el mundo.

Las promesas de Dios a los judíos siguen siendo válidas y se cumplirán para un remanente judío de creyentes en Jesús como su Mesías (Is. 10:20-21 y Ro. 9:27). Los creyentes gentiles participarán en el reinado de Jesús, pero será un reino judío.

4) ¿Es cierto que la participación en el Milenio por parte de los creyentes glorificados (tanto gentiles como judíos) estará relacionada con su servicio al Señor en esta vida?

Sí, esto es definitivamente cierto. Este principio es enseñado por Jesús en Lucas 19:11-27. Contó la historia de un hombre rico que se fue de viaje. Antes de irse, llamó a algunos de sus esclavos y confió a cada uno la misma cantidad de dinero, pidiéndoles que hicieran negocios con el dinero para obtener una ganancia. Cuando regresó, recompensó a cada esclavo que reinaba en su reino en proporción a las ganancias que habían obtenido. Así, una se colocó sobre diez ciudades y otra sobre cinco. A los que no habían obtenido ninguna ganancia se les negó toda autoridad reinante.

Durante esos gloriosos mil años, Jesús reinará como Rey de reyes desde Jerusalén (Ap. 19:16). David, en su cuerpo glorificado, reinará como rey de Israel (Ez. 34:23-24). Los creyentes en sus cuerpos glorificados serán esparcidos por toda la tierra para ayudar a administrar el gobierno mundial de Jesús (Dn. 7:18 y 27).

Algunos de nosotros serviremos en el poder ejecutivo: presidentes, reyes, primeros ministros, gobernadores y alcaldes. Otros se desempeñarán como agentes de la ley y jueces. La mayoría serán maestros. La cuestión es que cada persona en una posición de responsabilidad gobernante será una persona en un cuerpo glorificado sometido a la guía del Espíritu Santo (Dn. 7:18 y 27 y Ap. 2:26). No es de extrañar que la tierra esté llena de paz, rectitud y justicia.

Un papel que ninguno de nosotros cumplirá es el de legislador. No habrá abominaciones como la Legislatura de Texas o el Congreso de los Estados Unidos, porque todas las leyes serán dictadas por Jesús. Su reinado será uno teocrático en el que la Palabra de Dios servirá como la constitución y la ley (Sal. 2:9 y Ap. 2:27).

5) ¿No está Jesús reinando sobre Su Iglesia hoy desde el Cielo? Y, si es así, ¿por qué no se puede interpretar esto como el cumplimiento de las profecías acerca de Su reinado milenial?

El libro de Hebreos deja claro que el papel principal de Jesús en el Cielo hoy es el de servir como nuestro Sumo Sacerdote ante el trono de Dios (He. 4:14-16). Él vino a la tierra por primera vez como nuestro Salvador. Ahora está sirviendo como nuestro Sumo Sacerdote. Regresará a la tierra como Rey de reyes y Señor de señores.

Jesús es un Rey en espera. Aunque Su muerte en la Cruz le da derecho a ser el Rey del mundo, el libro de Hebreos declara que todas las cosas aún no están sujetas a Él (He. 2:8). Lo estarán cuando Él regrese a esta tierra (Ro. 16:20).

Como cabeza de la Iglesia, Jesús sirve como su defensor. De hecho, Jesús declaró que “las puertas del Hades no prevelecerán contra ella” (Mt. 16:18). Pero este papel no cumple las profecías de que un día Él reinará sobre toda la tierra, reinando desde el trono de David en Jerusalén (Lc. 1:32-33). Actualmente se sienta junto al Padre en Su trono en el Cielo (He. 1:3).

El punto de vista amilenial no resiste la prueba ni de las Escrituras ni de la realidad. ¿Cómo puede alguien creer verdaderamente que estamos viviendo actualmente en el Milenio?

  • La Biblia dice que Jesús regresará a la tierra y reinará personalmente desde Jerusalén durante el Milenio (Zac. 14:1-9). Esa no es una realidad hoy, ni lo ha sido nunca.
  • La Biblia dice que durante el Milenio, “la tierra estará llena del conocimiento del Señor, como las aguas cubren el mar” (Is. 11:9). ¿Suena así como el mundo en el que vivimos?
  • La Biblia dice que durante el Milenio, Satanás será atado para que “ya no pueda engañar a las naciones” (Ap. 20:1-3). ¿Es ese nuestro mundo hoy? ¡No! Todas las naciones, incluyendo a los Estados Unidos, son engañadas.
  • La Biblia dice que el Milenio se caracterizará por la paz mundial sin guerra alguna (Is. 2:4 y Miq. 4:3). Sin embargo, dondequiera que miremos hoy vemos guerras en todo el mundo.
  • La Biblia dice que la rectitud y la justicia prevalecerán en todo el mundo durante el Milenio (Is. 11:4-5, 42:1-4). En contraste, actualmente vivimos en un mundo donde prevalecen la maldad y la injusticia.
  • La Biblia dice que el Milenio será un tiempo en el que el mundo entero manifestará santidad (Is. 4:2-4 y Ez. 28:25-26). Ese no es el mundo de hoy que se regodea en la inmoralidad y la blasfemia.
  • La Biblia dice que, cuando comience el Milenio, toda la naturaleza se reconciliará consigo misma y con la humanidad. Ya no habrá animales venenosos o carnívoros, y la agricultura en todo el mundo producirá abundantes cosechas (Is. 11:6-9; Joel 3:18; y Amós 9:13). Estas son profecías que aún no se han cumplido.
  • La Biblia dice seis veces en Apocalipsis 20 que el Milenio durará 1,000 años. Nunca hemos experimentado un período de mil años en la historia con las características enumeradas anteriormente para el Milenio. Tampoco hay ninguna razón lógica para espiritualizar los mil años como un período de tiempo indefinido.

En resumen, se necesita mucha espiritualización de las Escrituras para llegar al punto de vista amilenial.

El Tema de Prolíficas Profecías

“A lo largo de todo el Antiguo Testamento, y especialmente en los Profetas, este Reino, este reinado de mil años de Cristo en la tierra, se presenta ante nosotros. De hecho, hay más Escrituras — esto puede sorprenderte — sobre este tema que sobre cualquier otro tema en la Biblia. Los profetas tenían más que decir acerca de este Reino venidero que cualquier otra cosa. Era su tema principal. Suenan como un disco rayado, diciendo una y otra vez que el Rey viene, el Reino viene y que habrá grandes bendiciones sobre esta tierra” — J. Vernon McGee, “The Millennium”, Blue Letter Bible (www. blueletterbible.org).


Lea la parte 1 aquí 
Lea la parte 2 aquí

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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