jueves, 16 de enero de 2025

Libro: Cómo Morir con una Sonrisa en el Rostro – Capítulo 2 (Parte 1 de 2)

Una Muerte Personal  

Por Dr. David R. Reagan

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Y oí [el apóstol Juan] una voz que me decía desde el cielo: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor”. — Apocalipsis 14:13

En 1980, decidí abandonar mi carrera académica como profesor de derecho y política internacional. Lo hice porque me sentí llamado por Dios a dar un paso de fe y comenzar a enseñar profecía bíblica y a proclamar el pronto regreso de Jesús. Esta decisión resultó en la fundación del Ministerio Cordero y León.

Casi de inmediato, el Señor comenzó a instarme a estudiar las secuelas de la muerte, algo de lo que sabía muy poco. Esto me llevó a escribir un artículo para la revista del ministerio que se tituló: “¿Qué Pasa Cuando Mueres?”.

Evidentemente, el artículo se dirigía a un área de intensa curiosidad cristiana porque tuvo una gran repercusión. La gente me colmó de agradecimientos y me pidió varias copias del artículo para distribuirlas a familiares y amigos.

Con el tiempo, esto llevó a la publicación de una versión ampliada del artículo en forma de folleto.1 Una vez más, fue recibido con gran entusiasmo. Y esa respuesta me motivó a escribir un libro en 2010 titulado “Eternidad: ¿Cielo o Infierno?”.2

En la década de 1990, tanto mi mamá como mi papá pasaron de esta vida a la presencia del Señor, y descubrí que una cosa era escribir objetivamente sobre la muerte y otra muy distinta experimentar subjetiva y emocionalmente la muerte de un miembro querido de la familia.

Ese sentimiento se intensificó enormemente con la muerte de mi esposa, Ann, en agosto de 2020, después de haber estado casados durante 60 años.

El Comienzo de las Aflicciones de mi Esposa

Ann era maestra de primer grado cuando comenzó su viaje de 18 años de regreso al Señor en agosto de 2001. Estaba en la escuela preparándose para el día de apertura de la semana siguiente. De repente sufrió un fuerte dolor en la zona del omóplato izquierdo. El dolor era tan intenso que la tiró al suelo.

Recibí una llamada telefónica en la oficina de mi ministerio para comunicarme que Ann había sufrido lo que parecía ser un ataque al corazón y que la habían llevado de urgencia al hospital en una ambulancia. Me dirigí de inmediato al hospital y, cuando llegué, los médicos me dijeron que le estaban haciendo pruebas para determinar qué le pasaba. Me dijeron que me sentara en la sala de espera de emergencias. Así lo hice, y esperé durante lo que me pareció una eternidad.

Finalmente, un médico salió y me informó que definitivamente no había experimentado un ataque al corazón. Dijo que tenía mucho dolor y que no tenían idea de lo que le pasaba. Preguntó si podían darle una inyección de morfina para calmar su dolor. Estuve de acuerdo. Más tarde, me dijeron que la morfina casi la mata. ¡Le provocó un shock anafiláctico!

Al día siguiente fue dada de alta del hospital todavía sufriendo muchas molestias, principalmente en el pecho. La llevé a un médico internista, que le diagnosticó fibromialgia — algo de lo que yo nunca había oído hablar.

Nos advirtieron que el mayor enemigo de la “Fibro” es el estrés y que, en consecuencia, lo más probable es que Ann tendría que retirarse de su carrera como maestra de primer grado. Eso resultó ser cierto, y se vio obligada a renunciar a su carrera de 30 años de enseñar a leer y escribir a niños de primer grado.

La ironía de todo esto era el hecho de que Ann había vivido en perfecto estado de salud durante 61 años. Nunca se había sometido a una operación de ningún tipo — ni siquiera a una apendicectomía o una amigdalectomía. De hecho, cuando se jubiló, tenía 180 días de baja acumulada. Pero, de la noche a la mañana, su vida había cambiado radicalmente.

Un Viaje Médico

Y así comenzó un largo viaje de visitas a médicos y clínicas en busca de algún alivio para Ann del dolor crónico de la Fibro. Probó con medicamentos, suplementos, masajes y ejercicio. Nada parecía funcionar. Mientras tanto, se nos había advertido que la Fibro probablemente se transformaría en lo que se llama “Síndrome de Fatiga Crónica”. Esto finalmente sucedió, y Ann comenzó a sentirse cansada todo el tiempo.

Luego, en la primavera de 2011, recibí una segunda llamada telefónica que resultó devastadora — aunque en ese momento no parecía haber nada de malo en ella. Esta vez, la llamada era de Ann. Parecía angustiada. Dijo que un trabajador que teníamos haciendo algunas reparaciones en la casa había terminado y que estaba tratando de pagarle. Cuando le pregunté qué le pasaba, me explicó que había intentado escribirle un cheque y parecía que no podía poner toda la información en las líneas correctas. ¡Había estropeado un total de cinco cheques! Le dije que le pagara con tarjeta de crédito.

No le presté mucha atención a la llamada. Había estado despierta hasta tarde la noche anterior, y supuse que estaba fatigada.

Pero las cosas se fueron volviendo caóticas poco a poco. Durante las siguientes semanas y meses, no pudo transferir sus cheques de su chequera a nuestro libro mayor. Los números estaban revueltos, ¡como si hubiera desarrollado dislexia de la noche a la mañana!

Luego comenzaron a suceder cosas raras, como cuando nos sentamos una noche a comer, y ella no pudo encontrar una olla de frijoles que decía haber preparado para la comida. ¡Tres días después, encontré la sartén llena de frijoles debajo del fregadero de la cocina! Sus lapsus de memoria como éste se volvieron cada vez más frecuentes.

El punto de inflexión llegó en diciembre de 2011, cuando me encontraba en el hospital recuperándome de una operación de reemplazo de rodilla. Ella vino a visitarme y me dijo: “He tomado una decisión importante que realmente va a impactar nuestras vidas". No podía empezar a imaginar lo que tenía en mente, y me sorprendió cuando lo reveló. “He decidido”, dijo, “no volver a conducir mi coche”. Cuando le pregunté por qué, me dijo que no sabía por qué, excepto que había empezado a sentirse incómoda e insegura al conducir. Fiel a su palabra, nunca volvió a conducir un automóvil, y eso requirió muchos cambios en la forma en que vivíamos.

Este incidente me convenció de que algo andaba muy mal con Ann, porque sabía por experiencia, que dejar de conducir es una de las cosas más difíciles de hacer para cualquier persona mayor, ya que esto significa el fin de su independencia.

Junto con su menguante memoria, Ann comenzó a experimentar la pérdida de su vista. Siempre había usado lentes de contacto, pero ya no parecían funcionar para ella. Consiguió unas gafas normales, pero no hubo mejora. Finalmente, se sometió a una cirugía de cataratas, pero fue en vano.

En ese momento, consulté varias fuentes para encontrar al mejor oftalmólogo de Texas, y llevé a Ann para que él la examinara. Procedió a hacerle todas las pruebas imaginables. Cuando terminó, levantó las manos con total frustración y dijo: “Sus ojos están bien. El problema debe ser la forma en que el cerebro está procesando las imágenes”. Demostró tener toda la razón, aunque él no lo sabía en ese momento.

Seguí llevando a Ann a un médico tras otro sin éxito en el diagnóstico de su estado general. Los oftalmólogos seguían desconcertados. Los neurólogos estaban igualmente desconcertados. Cada uno le hacía una prueba para detectar el Alzheimer y siempre la aprobaba.

El Punto de Inflexión

El quinto neurólogo al que la llevé fue quien nos indicó la solución del misterio. Después de sus exámenes, confesó su confusión. Pero, luego, dijo: “Sugiero que la lleven a los médicos de la clínica de neurología del Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern, en Dallas”. Explicó: “Han visto afecciones extrañas y raras que el neurólogo promedio nunca ha visto. Si alguien puede diagnosticarla, son ellos”.

Pasaron casi cuatro meses hasta que Ann fue admitida en la clínica. Dos médicos se sentaron con ella y comenzaron a hacerle preguntas. En cinco minutos, se dirigieron a mí y me dijeron que sabían exactamente qué le pasaba. “Ella tiene un caso clásico de síndrome de Benson”, dijeron. Les dije que nunca había oído hablar de él. Dijeron: “Es tan raro que la mayoría de los médicos tampoco han oído hablar de él”.

Procedieron a explicar que es una condición que comienza en la base del cerebro. Destruye toda habilidad matemática casi de la noche a la mañana. Luego comienza a destruir la vista. Finalmente, comienza a producir una pérdida de memoria a corto plazo. Era una descripción perfecta de lo que le estaba sucediendo a Ann.

La Tragedia de la Demencia

En los años que siguieron, la vista de Ann desapareció gradualmente y su demencia se intensificó. En el proceso, descubrí que simplemente no hay palabras para describir adecuadamente el horror de la demencia.

La demencia es un camino muy oscuro que hay que recorrer. Tiene muchos hitos, la mayoría de los cuales son desgarradores. Es difícil ver cómo una persona olvida cómo hacer las cosas fundamentales de la vida. Y es particularmente duro verla tomar conciencia de su condición.

El hito más difícil para mí llegó en 2014. Ann y yo siempre comenzamos cada día con un tiempo devocional juntos. Yo leía el Antiguo Testamento y ella leía el Nuevo Testamento. Luego leíamos un libro devocional y orábamos juntos. La mañana en la que estoy pensando fue cuando le tocó el turno a Ann de leer, y ella se quedó sentada mirando su Biblia, sin decir nada. Cuando le pregunté qué le pasaba, se volvió hacia mí llorando y dijo: “Ya no puedo leer”.

Aquí estaba una señora que había dedicado 30 años de su vida a enseñar a los niños a leer y escribir y, ahora, ya no podía leer.

Otro día memorable ocurrió un año después, en 2015, cuando me desperté una mañana y la encontré desaparecida. Me levanté de un salto y comencé a registrar la casa. La encontré acostada en un sofá en nuestra sala de devoción con una pequeña toalla de cocina en las piernas. Tenía tanto frío que temblaba. Mientras la acompañaba de regreso a su cama, de repente se volvió hacia mí y dijo: “Sabes, cariño, no soy la persona que solía ser”.

A pesar de todo su enorme sufrimiento, Ann nunca se dejó llevar por la autocompasión. Cuando le decía: “Lamento mucho que estés experimentando tanto sufrimiento”, ella siempre respondía diciendo: “Oh, hay muchas personas que están sufriendo mucho más que yo”.

A este respecto, después de su muerte, encontré la siguiente declaración que ella había escrito en su Biblia al final del libro de Job:

“La gran lección de este libro es que, si realmente conocemos a Dios, no necesitamos saber por qué nos permite experimentar lo que no entendemos. Él tiene el control y nos ama, incluso cuando parece que no lo hace”.

Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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miércoles, 15 de enero de 2025

Video: Perspectivas Proféticas 2024-2025 (Parte 1)

En este programa, Graciela y yo analizamos algunos eventos proféticamente clave que ocurrieron en 2024, especialmente aquellos concernientes a Israel y su posible importancia para el cumplimiento de ciertas profecías del tiempo del fin.

Los invito a suscribirse al canal “Profecías, Misterios y Otras Cosas”, y activar las notificaciones, para que puedan recibir las alertas cada que vez que un nuevo video sea publicado por Graciela. También los animo a compartir estos videos con sus contactos.  

miércoles, 1 de enero de 2025

¿Podría Regresar Jesús en 2025? (pdf)

Seis razones por las que todos los cristianos deberían anhelar el pronto regreso de Jesús 

Dr. David R. Reagan

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Fragmento:

Los escritos de los Padres de la Iglesia Primitiva (100 al 300 d. C.), revelan que una de las oraciones más tempranas de la Iglesia era “¡Maranata!” (1 Corintios 16:22). Esa palabra en realidad es una frase aramea que significa “¡El Señor viene!”.

Esta oración expresa un hecho que es confirmado por muchas otras escrituras; a saber, que la Iglesia del primer siglo tenía un ardiente deseo por el pronto regreso de Jesús.

Un Decaimiento del Celo

La Iglesia del siglo XXI parece haber perdido ese deseo. La mayoría de los cristianos profesantes de hoy en día no oran “¡Maranata!”. No anhelan el regreso del Señor. En lugar de estar añorando, están bostezando.

Video: Seis Razones por las que Todos los Cristianos Deberían Anhelar Fervientemente el Pronto Regreso del Señor

Recursos recomendados:

martes, 31 de diciembre de 2024

Luz en la Oscuridad

El Trágico Trasfondo de las Profecías que Rodearon el Nacimiento de Jesús

 Por Tim Moore


Luz en la Oscuridad

El Trágico Trasfondo de las Profecías que Rodearon el Nacimiento de Jesús

En los largos siglos transcurridos desde que Jesucristo nació en Belén, ha surgido un gran mito nostálgico en torno a Su nacimiento. Los artistas y compositores han suavizado las circunstancias de Su llegada, presentando a Belén como quieta y silenciosa, con su sala de parto llena de ganado que mugía suavemente y estrellas que giraban silenciosamente sobre su cabeza.

Es una escena propia del nacimiento de un bebé, con una solemnidad propia del nacimiento de un rey.

Pero ésas no son las circunstancias predichas en la profecía bíblica. Los grandes pasajes que anuncian la entrada humana de Cristo en el mundo cuentan una historia diferente, y una que tiene una relevancia particular para nosotros hoy.

La Visión de Isaías

Isaías, hijo de Amós, profetizó acerca de Judá y Jerusalén durante los reinados de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, todos reyes de Judá. A través de su profeta, el mensaje de Dios se centró inicialmente en la rebeldía del pueblo de Judá e Israel: “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” (Isaías 1:18).

Los medios de esa restauración no se detallaron explícitamente en el llamado urgente de Isaías al arrepentimiento. Pero, simultáneamente a esa admonición, había una promesa de que Judá y Jerusalén serían levantados, con Sion (“el monte de la casa de Jehová”) establecido como el principal de los montes y el foco de la búsqueda de las naciones del Señor.

Al principio de su ministerio, durante el año de la muerte del rey Uzías, Isaías fue conducido a la sala del trono de Dios y se le dio una santa comisión. A pesar de su propio pecado y de su origen en un pueblo de labios impuros, la iniquidad de Isaías fue quitada y su pecado fue perdonado. Se le encargó: “Ve y dile a este pueblo...”.

Isaías profetizó un gran sufrimiento, pues las ciudades y las casas, y la tierra misma, quedarían completamente desoladas. Mezclada con ese pronunciamiento devastador había otra promesa de gran esperanza — que conduciría al cumplimiento de la garantía anterior de que los pecados serían perdonados. Pero, al igual que los dolores de parto que preceden a la llegada de un bebé, esa promesa nacería de un gran sufrimiento para la humanidad, y un sufrimiento mucho mayor para el Señor Dios mismo.

Esperanza en Medio de la Guerra

En los días de Acaz, hijo de Jotam, los reyes de Aram y Remalías se levantaron contra Jerusalén. Asediaron la ciudad, una de una larga serie de guerras que causaron destrucción en Jerusalén (como han continuado haciendo a lo largo de la era moderna). Acaz, quien “no hizo lo recto ante los ojos de Jehová, su Dios, como su padre David” (2 Reyes 16:2), se le dio claramente la opción de elegir caminar por fe. La palabra del Señor para él fue: “Si vosotros no creéis, de cierto no permaneceréis” (Isaías 7:9).

Dios le prometió a Acaz que la ciudad sería liberada y los sitiadores castigados, incluso invitó a Acaz a pedir una señal (incluso una tan “profunda como el Seol o alta como el cielo”) para afirmar Su promesa. Tomada al pie de la letra, la respuesta de Acaz parece transmitir reverencia por el Señor y fe en Sus promesas. El rey dijo: “No pediré, ni tentaré al Señor” (Isaías 7:12).

Sin embargo, Dios vio a través de las palabras y discernió la condición del corazón de Acaz. Hablando de nuevo por medio de su profeta, respondió: “Oíd ahora, casa de David: ¿No os basta con ser molestos a los hombres, sino que también lo seáis a mi Dios?

Isaías reveló entonces la promesa que se cumpliría en el nacimiento de Jesús en Belén: “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel” (Isaías 7:14). La profecía mesiánica fue dada en medio de la guerra a un rey que realmente no creía en la Palabra del Señor — ni a corto ni a largo plazo.

Los burladores tratan de insinuar que la palabra traducida como “virgen” simplemente significa “doncella”, lo que implica que el nacimiento de este hijo prometido podría cumplirse por medios no milagrosos. A veces señalan al hijo nacido de Isaías y su esposa profetisa en el capítulo 8, antes de que los reyes de Damasco y Samaria fueran derrotados y llevados lejos, como el cumplimiento de la promesa a Acaz. Pero el hijo de Isaías se llamaba “Maher-salal-hasbaz” (veloz es el botín, veloz es la presa), no Emanuel. El hijo de la virgen profetizada no aparecería durante casi 700 años.

Otras Profecías Mesiánicas de Isaías

Isaías reveló mucho más acerca del Mesías y las circunstancias que rodearon Su llegada. Habló de la gracia que Dios derramaría sobre la tierra de Zabulón y Neftalí. Aunque la gente de ese territorio estaba sumida en la tristeza y era tratada con desprecio, Aquel que había de venir haría que esa región volviera a ser gloriosa (Isaías 9:1). La profecía incluso ofrecía esperanza a los gentiles, ya que la luz prometida también brillaría sobre ellos.

De hecho, como profetizó Isaías, la Luz del Mundo se revelaría primero en el área alrededor de Galilea: “El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; a los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos” (Isaías 9:2). Las revelaciones mesiánicas de Isaías estaban entretejidas a lo largo de su gran libro de profecías, pero él continuaría pintando un cuadro de la escena en la que emergería el Mesías:

  • Creció... como raíz de tierra seca
  • Fue despreciado y desechado 
  • Varón de dolores, experimentado en sufrimiento
  • Era semejante a aquel de quien los hombres esconden su rostro 
  • Fue menospreciado, y no lo estimamos 
  • Fue oprimido y afligido 
  • Fue cortado de la tierra de los vivientes

Todas esas frases de Isaías 53 hablan del Siervo Sufriente. Documentan con mucha anticipación la condición del mundo — y la respuesta del mundo a Él — cuando llegara el Mesías.

La pequeña ciudad de Belén pudo haber estado quieta y silenciosa la noche en que Jesús nació, pero el mundo era un caldero hirviente, lleno de más miedo que esperanza esa noche.

El Relato Bíblico de Su Nacimiento

Lucas registra una visitación angelical a una virgen real y literal llamada María. María, que no era una joven doncella a punto de concebir a su primogénito, comprendió plenamente la imposibilidad física de la promesa que se le había hecho: “¿Cómo será esto, si soy virgen?” (Lucas 1:34).

Su pregunta no brotó de un corazón lleno de incredulidad, sino más bien de la perplejidad sobre los medios para que ocurriera un milagro sin precedentes. Gabriel respondió y le dijo que ella sería cubierta por el poder del Espíritu Santo, y que su Hijo sería llamad “el Hijo de Dios”.

Las implicaciones de tal revelación son abrumadoras. María podría haber esperado soportar el ridículo y la condena de su familia y la sociedad al ser encontrada embarazada antes de consumar su matrimonio con José. Sin embargo, ella simplemente le dijo a Gabriel: “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lucas 1:38). La respuesta de María revela su humildad y sumisión a la voluntad de Dios.

María sería honrada individualmente en la historia de la humanidad, razón por la cual Isabel exclamaría más tarde: “Bendita eres entre todas las mujeres”. Nos queda reflexionar sobre la acogida que experimentó María cuando regresó a su hogar en Nazaret después de tres meses. Mateo nos dice que José estaba comprensiblemente preocupado por la condición de su prometida, hasta que un ángel del Señor reveló la naturaleza milagrosa del embarazo de María.

Los detalles posteriores que rodean el nacimiento de Jesús se describen muy sucintamente en Lucas 2. César Augusto gobernaba desde Roma. Cirenio gobernaba desde Siria. José y María viajaron a Judea para inscribirse en un censo de acuerdo con el decreto romano. (Bajo la omnisciencia de Dios, incluso las políticas tributarias pueden ser aprovechadas para cumplir Su Palabra profética.) María se puso de parto y dio a luz mientras estaban en Belén, poniendo a Jesús en un comedero, porque no había lugar para ellos en la posada. Los únicos celebrantes humanos del santo nacimiento fueron algunos pastores reunidos de los campos circundantes por ángeles que anunciaban el glorioso momento.

Mateo describe otros aspectos de la dinámica política en juego. Cuando los Reyes Magos llegaron más tarde de Oriente, primero llegaron a Jerusalén. El rey Herodes estaba preocupado por sus indagaciones, junto con toda Jerusalén. El rey paranoico había demostrado ser un adversario mortal para cualquier amenaza percibida a su poder (incluyendo a su propia esposa e hijos). Y, aunque los líderes religiosos judíos estaban familiarizados con las profecías sobre Belén, no se molestaron en acompañar a los Reyes Magos las pocas millas para ir y ver por sí mismos — y mucho menos adorar al Rey recién nacido.

Tras la visita de los Reyes Magos, Belén experimentó el cumplimiento de otra trágica profecía citada por Mateo. En su ira, Herodes ordenó la matanza de todos los niños varones en las cercanías de la pequeña ciudad. El asesinato que Faraón no había podido llevar a cabo en Egipto se impuso a los niñitos de Belén, provocando el “llanto y gran lamento” que Jeremías había profetizado muchos años antes.

La misma llegada de Jesús al mundo llevó a la tristeza y lo familiarizó con la tristeza.

Nada ha Cambiado

¿Por qué repasar el trágico trasfondo de las profecías que rodearon el nacimiento de Jesús, y los detalles conflictivos de Su nacimiento? Ciertamente, Su aparición en el mundo representa el punto de bisagra de la historia humana, tanto es así que fechamos el tiempo en términos de a. C. y d. C. (antes de Cristo y después de Cristo). Y aunque ahora se sabe que el año estimado de su nacimiento real está un poco desviado, todavía hablamos de 2024 como “el año de nuestro Señor”.

Pero, sabiendo que Isaías recibió sus revelaciones en medio de la guerra, que otros profetas predijeron detalles sobre el Mesías mientras Israel todavía se estaba alejando del Señor, que Jesús nació en un momento tenso en la historia humana y que la ciudad de Su nacimiento vería más derramamiento de sangre y dolor, la naturaleza de la Primera Venida del Mesías testifica que la Luz siempre vence a las tinieblas.

Esto nos da esperanza y aliento a medida que continuamos viviendo en esta época oscura y turbulenta. El mundo sigue asolado por la guerra. Las personas y las naciones todavía se están alejando de Él y el derramamiento de sangre y el dolor aún plagan a la humanidad. En resumen, Satanás todavía se enfurece, y los momentos de quietud y esperanza parecen pocos y distantes entre sí. Las Escrituras revelan que las tinieblas se profundizarán una vez más antes de que la gloria de la Segunda Venida de Cristo ilumine el mundo. Las profecías de Su Primer Advenimiento contienen presagios de esa Bienaventurada Esperanza.

Ya, pero aún no 

Hay algo revelador en la palabra de Isaías a Acaz, la palabra de Gabriel a María y las promesas de Dios que aún no se han cumplido. La validación de las promesas será su cumplimiento absoluto. Esto es una reminiscencia del llamado de Dios a Moisés para que sacara a su pueblo de la esclavitud en Egipto. El Señor prometió: Yo estaré contigo” (una premonición del Nombre que se le daría al Mesías: Emanuel). Luego dijo: Y esto os servirá de señal de que yo os he enviado: cuando hayáis sacado al pueblo de Egipto, adoraréis a Dios en este monte” (Éxodo 3:12). YO SOY había hablado; Moisés podía obedecer o desobedecer. Pero la prueba de Su llamamiento sólo se revelaría después de que hubiera obedecido y visto la mano del Señor obrando.

Isaías proporcionó otras promesas en torno al Mesías. Isaías 9:4-5 describe la bendición que fluirá por la llegada del Mesías. Retrató con precisión la opresión y la degradación que la humanidad estaba experimentando antes de la Primera Venida (el “yugo de su carga, la vara de su hombro y el cetro de su opresor”, “calzado que lleva el guerrero” y el “manto revolcado en sangre”). Contraste esas frases con su descripción del reinado prometido del Salvador:

Porque un niño nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el principado sobre su hombro. Se llamará su nombre Admirable consejeroDios fuertePadre eternoPríncipe de paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.

Al repasar las promesas contenidas en esos tres versículos, vemos que algunas se han cumplido, mientras que otras aún están por cumplirse:

  • Niño nos ha nacido – CUMPLIDA 
  • Hijo nos ha sido dado – CUMPLIDA 
  • Principado sobre su hombro (es decir, autoridad absoluta y afirmado por Jesús en Mateo 28:18 – “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra”) – CUMPLIDA, aunque Él aún no está ejerciendo Su reino en la tierra (como se afirma en 2 Corintios 4:4 y Efesios 2:2) 
  • Conocido como Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz: Sí, Sí, Sí y Sí; CUMPLIDA 
  • No habrá fin para el aumento de Su gobierno o la paz - TODAVÍA NO 
  • Reinar en el trono de David y sobre Su reino - TODAVÍA NO 
  • Establecer y mantener la justicia y la rectitud - TODAVÍA NO

Podemos confiar en que la Segunda Venida cumplirá el resto de la profecía mesiánica de Isaías y marcará el comienzo del Reino Milenial de Cristo. Y aquellos con ojos para ver pueden discernir que las Señales de los Tiempos están indicando la inminencia de ese glorioso evento. Las condiciones opresivas descritas en Isaías 9:2-5 están surgiendo de nuevo a medida que el mundo acelera hacia la Tribulación.

Pero, en lugar de abrazar la Luz que ha venido al mundo (y que pronto estallará de nuevo), Jesús dijo que la mayoría de las personas amarán las tinieblas más bien que la Luz, “porque sus obras son malas” (Juan 3:19).

Vuélvase a la Luz

Dada la continua —y creciente— oscuridad en el mundo, algunos dudan del poder de Cristo. Se niegan a aceptar que Él ha traspasado las tinieblas y ofrece la Luz eterna. O simplemente “detesta la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean puestas al descubierto” (Juan 3:20).

Satanás sigue atrapando a la gente plantando semillas de duda e incredulidad. Todavía pregunta: “¿En verdad Dios ha dicho? ...”. Afirma audazmente mentiras que contradicen la Palabra de Dios y las promesas de Dios. Por ejemplo, incluso hoy en día Satanás ha convencido a muchos en el mundo de que la Tierra de Israel no pertenece a los judíos, que el pueblo escogido de Dios es la fuente de malevolencia en lugar de un conducto de bendición ordenado por Dios. Induce a muchas personas a insistir en que no tienen lugar, ni necesidad, para Cristo en su propio corazón.

La buena noticia de la Navidad es que “Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores” (declaración y testimonio confiables de Pablo en 1 Timoteo 1:15). Como anunciaron los ángeles en los cielos de Belén, Su paz eterna es concedida a aquellos con quienes Él está complacido. ¿Cómo podemos agradar a Dios? Obedeciéndole y confiando en su Hijo unigénito, Jesucristo (Hechos 16:31).

Si caminas en la oscuridad, invita a Jesús a entrar y deja que la Luz de Cristo ilumine tu corazón.

Promesas Aún por Venir

Las promesas que apuntaban a Su primera venida se cumplieron exactamente como habían sido predichas. Podemos confiar en que el Señor cumplirá cada promesa que apunta al Rapto de la Iglesia y también a Su Segunda Venida. Jesús lo dijo tres veces en Apocalipsis 22.

Juan registra que el Espíritu y la novia (la Iglesia) dicen: “Ven”. Dice que el que oye (acepta, cree, confía) la profecía bíblica también dirá: “Ven”. Esta Navidad, espero que su corazón eleve canciones de alabanza a nuestro Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Entonces espero que se unan a mí para elevar una oración de tres palabras: “Ven, Señor Jesús”.


Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

Original article:


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Los Animales Estarán en Paz con la Humanidad

Por Dr. Nathan E. Jones


El despiadado mundo de una “naturaleza con dientes y garras teñidos de rojo” ya no prevalecerá... La visión de un mundo en el que lobos y corderos, terneros y leones se acuestan juntos claramente va más allá de las posibilidades de la época actual. La descripción parece participar de elementos comunes a las fábulas y cuentos de hadas, pero aquí hay algo más en juego... El juicio y la promesa, el pecado y la gracia no son sólo para los humanos, sino que sus consecuencias, buenas y malas, son sentidas por toda la creación— Anónimo, El Reino Pacífico

El Día de Acción de Gracias y la Navidad están a la vuelta de la esquina, y para muchos, eso significa buena comida. Tanto mi madre como mi esposa son excelentes cocineras, y mi hija también tiene todos los ingredientes para convertirse en una gran culinaria. Sólo piense en todo ese pavo cubierto con salsa, gruesas lonchas de jamón y, para aquellos de ustedes a los que les gusta nadar contra la corriente, pescado asado empapado en limón.

Para alejar mi mente (y mi estómago) de todas estas deliciosas imágenes, dirijo mis pensamientos a la venida de Jesucristo y Su Reino Milenario... y la comida que comeremos entonces. Si la comida es tan deliciosa ahora, ¿cómo será durante esa edad de oro que se avecina?

El Pacto Noético

Antes de explorar esta pregunta, retrocedamos en el tiempo hasta el comienzo de la alimentación para recordar lo que comían nuestros antepasados. ¡Quizás te sorprendas!

Poco después de que Noé y su familia desembarcaron de su gran embarcación y pusieron pie en las llanuras empapadas, Dios estableció el primer pacto con nuestro tata-ancestro. Ordenó a Noé y a sus descendientes: “Fructificad, multiplicaos y llenad la tierra” (Génesis 9:1).

Pero el diluvio había cambiado radicalmente el medio ambiente de la Tierra, y la humanidad ya no podía sostenerse y prosperar únicamente con una dieta de frutas y verduras. Después de siglos de vegetarianismo, la humanidad necesitaría comer carne para sobrevivir en el mundo recién transformado. Y así, a la humanidad se le permitió matar y comer animales.

La respuesta esperada del reino animal se hizo evidente rápidamente:

Infundiréis temor y miedo a todo animal sobre la tierra, a toda ave de los cielos, a todo lo que se mueva sobre la tierra y a todos los peces del mar; en vuestras manos son entregados. Todo lo que se mueve y vive os servirá de alimento, lo mismo que las legumbres y las plantas verdes. Os lo he dado todo (Génesis 9:2-3).

Dios añadió Su promesa de que nunca más destruiría la tierra por medio del agua. Luego, el Todopoderoso selló este pacto incondicional con un hermoso recordatorio de su paz misericordiosa — el arco iris. Esta promesa es lo que hoy llamamos el Pacto Noético (Génesis 9:1-17).

La Naturaleza Finalmente en Paz

Aunque Dios nunca más destruirá la tierra con agua, casi la destruirá con Su ira durante la Tribulación. Mientras la tierra se tambalea al borde de la extinción, el Príncipe de Paz regresará triunfante para restaurar la paz en la tierra. Pero esa paz no se limitará sólo a las naciones. Uno de los muchos aspectos gloriosos que podemos anticipar en relación con el Reino Milenial implica un cambio radical en nuestra relación con el reino animal. La naturaleza, por fin, estará en paz consigo misma, ya que todos los animales ya no vivirán con miedo a la humanidad, sino en solidaridad con nosotros.

El profeta Isaías describió esta idílica escena:

Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro, el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca pacerá junto a la osa, sus crías se recostarán juntas; y el león, como el buey, comerá paja. El niño de pecho jugará sobre la cueva de la cobra; el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte (Isaías 11:6-9; 65:25).

Al considerar este sorprendente pasaje, el profesor John MacKay comentó: “Se avecina una era en la que el mundo animal, en sus relaciones consigo mismo y con la humanidad, dejará a un lado la crueldad y la sed de sangre”. El terrible, pero comprensible miedo que los animales tienen a la humanidad — de que les hagamos daño por deporte, o los cacemos para alimentarnos o que, con nuestra violencia descuidada aniquilemos especies enteras — habrá desaparecido después de cinco largos milenios.

Y para nosotros, la gente, que siempre estamos atentos a tantos depredadores peligrosos que acechan por ahí, sólo encontraremos comunión con el reino animal. Esa enemistad entre la humanidad y los animales, que había sido impuesta por el pacto de Dios con Noé, por fin será eliminada.

Incluso cuando se trata de nuestro miedo a las serpientes, esa vieja maldición establecida entre la humanidad y las serpientes habrá sido eliminada, de modo que incluso un niño y el áspid puedan vivir juntos sin temor a la muerte. Me recuerda a la pintura de Edward Hicks “El Reino Pacífico”, que retrata una escena arcádica de paz, seguridad y protección mientras un niño humano, un depredador y una presa se arrullan pacíficamente en una ladera. Esta será la condición armoniosa de la vida durante el Reino Milenial.

¿Un Regreso al Vegetarianismo?

En lo que se refiere a la alimentación, ¿qué habrá cambiado en el Reino Milenial en comparación con el mundo de hoy?

Isaías nos dijo que todos los animales adoptarán una dieta vegetariana una vez más. Los animales ya no se comerán unos a otros, sino que volverán a la antigua condición del Jardín del Edén, cuando los comestibles consistían únicamente en plantas. Eso significa que los depredadores ya no pasarán todas las horas del día cazando, y las presas ya no comerán y beberán con cautela en previsión del ataque sorpresa de un depredador. Sin miedo a la agresión, el depredador y la presa vivirán juntos en el abrevadero sin temor el uno del otro.

Este regreso al vegetarianismo en el reino animal bien podría significar que el depredador más peligroso del mundo, la humanidad, también dejará de lado nuestra caza y consumo de carne y se unirá al estilo de vida vegetariano. Después de todo, Adán y Eva y sus descendientes hasta Noé habían disfrutado una vez de una dieta libre de carne, por lo que tal vez lo hagamos una vez más. Al igual que el Diluvio transformó radicalmente los requisitos de vida para todas las especies, la restauración del mundo después de la Tribulación podría devolver la vida a lo que era antes del Diluvio.

Si Isaías simplemente tenía la intención de transmitir la idea de que el vegetarianismo se convertiría en el estilo de vida del futuro o no, es un tema muy debatido, ya que teólogos como Michael Jinkins cuestionaron si estos textos no estaban destinados a describir el futuro comportamiento pacífico de las bestias salvajes, sino más bien a representar un “profundo anhelo humano de paz, seguridad, protección y justicia”.

"El Reino Pacífico", de Edward Hicks

En el comentario de Juan Calvino sobre Isaías 65, señaló: “El león comerá sin daño, y ya no buscará su presa” y “la serpiente, satisfecha con su polvo, se envolverá en él, y ya no le hará daño con su mordedura envenenada”. Calvino añadió: “Todo lo que está desordenado o confuso será restaurado a su debido orden”.

Tal vez Isaías estaba presentando entonces la representación ideal de la creación reunida en armonía. Podría ser que Isaías estuviera ofreciendo una visión de la venida de la restauración de la paz y la mansedumbre, cuando ya no se abusará de la inocencia y la confianza. Por ejemplo, la santidad de un niño ingenuo le otorgará el poder de gobernar sobre la más feroz de las criaturas de Dios, porque el niño no tiene ni astucia ni malas intenciones.

El seminarista Edward Wheeler llevó la visión de Isaías aún más lejos en el agujero especulativo, concluyendo que Isaías estaba profetizando el cumplimiento del sueño milenario de la humanidad de una nueva edad de oro en la que cesaría el conflicto; y el mundo liberado del sufrimiento, del dolor y de la alienación sólo conocería la verdadera paz. Tal sueño sirve como un regalo de Dios, proporcionándonos una esperanza duradera. El autor Michael Jinkins previó un don adicional dado por el Todopoderoso, por el cual la “Creación restaurada a la visión original de Dios coloca a la humanidad en una posición radical de libertad en la presencia de Dios”.

Paz Literal

No creo que la descripción de Isaías de la paz entre la humanidad y la especie animal sea meramente simbólica. Después de todo, para crear verdaderamente una condición de paz, seguridad y protección, la amenaza de daño y muerte a manos de un atacante debe ser eliminada. La confianza sólo puede fomentarse cuando no hay miedo al daño. Por lo tanto, usando una interpretación literal (como siempre), creo que el profeta Isaías estaba presentando las condiciones necesarias para que existiera un mundo tan pacífico — los animales ya no comerán a otros animales, ni atacarán a las personas. Isaías claramente tomó esta condición literalmente, y al mismo tiempo, usó estas imágenes para transmitir un mundo que finalmente habrá encontrado la verdadera paz.

Hay un área gris sobre la que reflexiono con respecto a si la humanidad regresará al vegetarianismo durante el Reino. Por un lado, la Biblia no dice explícitamente que la humanidad volverá completamente al vegetarianismo. Sólo se infiere. Y dos, debemos lidiar con lo que los Profetas Mayores describieron como sacrificios de animales que se realizan en el Templo del Milenio. Bajo el sistema de sacrificios del Antiguo Testamento, el sacerdocio vivía de la carne sacrificada. ¿Hará lo mismo el nuevo sacerdocio judío durante esta era venidera?

Si el vegetarianismo es realmente nuestro destino, realmente extrañaré un corte grueso de bistec cubierto con cebollas, champiñones y salsa A1. Pero, ¿necesitarán nuestros cuerpos glorificados tal sustento? Probablemente no. Pero, entonces, el Jesús resucitado comió pescado, y Él es nuestro modelo para una vida glorificada (Lucas 24:42-43).

Entonces, durante el Reino Milenial, ¿podremos disfrutar de comer carne y, al mismo tiempo, mantener nuestra condición pacífica con el reino animal? No lo sé. Sólo puedo concluir que algunos elementos del Reino Davídico, como lo que comeremos, permanecerán envueltos en misterio hasta que llegue esa era.

Mientras tanto, mientras esperamos ese glorioso futuro — y la suntuosa Cena de las Bodas del Cordero — disfrute comiendo su pavo del Día de Acción de Gracias y el ganso de Navidad, ¡y sea bendecido!

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Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)

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