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viernes, 21 de abril de 2017

¿Es "La Cabaña" Bíblica?


Pocos libros cristianos en el mundo de hoy se han comparado al clásico de John Bunyan El Progreso del Peregrino, en su enorme impacto en la formación de la fe del mundo. La novela auto-publicada de 256 páginas de William P. Young, La Cabaña, sin embargo, ha logrado esa comparación épica.

En el lapso de un año tras la fecha de su publicación, en mayo de 2007, La Cabaña vendió nada menos que 1,1 millones de copias y ha dominado la lista de los libros más vendidos de The New York Times, Publishers Weekly y USA Today. Un largometraje llegó a los cines en marzo de 2017. Ahora este popular libro se puede encontrar en la mayoría de las librerías cristianas, estudios bíblicos, e incluso es predicado durante los servicios de la mañana del domingo.

Pero, ¿es La Cabaña bíblica? 

Hemos hecho esta pregunta en nuestro programa de televisión "Cristo en la Profecía" durante los últimos años a tres expertos en doctrina cristiana.  Ellos son: 

  1. El Dr. Ron Rhodes — Presidente de “Reasoning from the Scriptures Ministries”, un prolífico autor de más de 70 libros que tiene un doctorado en teología sistemática del Seminario Teológico de Dallas, y es profesor adjunto en varios seminarios de enseñanza en el campo de la Apologética.
  2. Eric Barger — Fundador y Director de “Take a Stand! Ministries”, que es una autoridad con experiencia de primera mano en los cultos, la Nueva Era, y la cultura de la droga de la música rock and roll.
  3. Warren Smith — El autor de muchos libros incluyendo su testimonio "La Luz que era Oscura", que cuenta la conmovedora historia de Warren, de cómo en su búsqueda de un Salvador, se desvió hacia la oscuridad ocultista del Movimiento de la Nueva Era.
Dr. Ron Rhodes

La Trinidad

El hecho es que La Cabaña está lleno de problemas. Sin duda, es un libro que es tan increíblemente popular y es inspirador cuando lo lees, pero es doctrinalmente incorrecto. Tenemos librerías haciendo cola para vender este libro. No los culpo, ya que sé que les está dando mucho dinero, pero sólo miren algunos de los problemas.

El libro, por cierto, recibió la aprobación de Eugene Peterson quien elaboró la biblia “The Message” (El Mensaje). Dijo que La Cabaña tiene el potencial de hacer por nuestra generación lo que El Progreso del Peregrino de John Bunyan, hizo por la suya. ¡No lo creo! 

El libro comunica que el acercamiento tradicional al cristianismo está todo errado. Su concepto de la Trinidad con respecto al Padre es de una gran mujer afroamericana. Jesús es un hombre del Medio Oriente vestido como un obrero, un cinturón de herramientas y guantes. El Espíritu Santo se llama Sarayu y es una pequeña mujer, distintivamente asiática. Eso es Triteísmo, eso no es Trinitarianismo. Esto es poner a la Trinidad en tres personas, y eso es herejía.

También hay una visión falsa de la encarnación de Cristo. En lugar de que Jesús venga en carne, tenemos a toda la Trinidad viniendo. “Cuando nosotros tres nos hablamos a la existencia humana como el Hijo de Dios, nos volvimos plenamente humanos. También elegimos abrazar todas las limitaciones que esto implicaba, aunque siempre hemos estado presentes en este universo. Ahora nos hemos convertido en carne y sangre”.

William Young, autor de La Cabaña, sostiene que debemos olvidar nuestras nociones preconcebidas acerca de Dios. ¡Olvídese de su formación del seminario! Dios nos aparece en cualquier forma que necesitemos personalmente.

Él dice que el cristianismo tiene que ser revisado para ser entendido. ¡Cómo se atreve cualquier ser humano a decir que el cristianismo, que se basa en la revelación del Dios Todopoderoso, debe ser revisado! Dudo en pensar en William Young en el juicio cuando Dios le pegunte "¿Qué es esto acerca de una revisión?".

Autoridad Bíblica 

La experiencia personal es suprema en La Cabaña. Este libro comunica que la experiencia personal supera a la revelación. Si tienes problemas, no vas a la Biblia, vas en cambio a tu experiencia. La experiencia se utiliza para interpretar la Biblia en lugar de que la Biblia sea utilizaa para interpretar las Escrituras.

Justicia de Dios 

En cuanto al pecado, Papá o el Padre, dice esto: "Yo no soy quien tú crees que soy. No necesito castigar a la gente por el pecado. El pecado es su propio castigo devorándote por dentro. No es mi propósito castigarlo, es mi gozo curarlo". Estoy de acuerdo en que Dios está curando, pero Dios sí castiga el pecado. De hecho, los incrédulos serán castigados por toda la eternidad en un lugar políticamente incorrecto que llamamos Infierno. 

Salvación 

La herejía de La Cabaña en términos de la salvación enseña que Cristo es simplemente la mejor manera de relacionarse con el Padre, no es la única manera. 

Advertencia 

El hecho es que las librerías cristianas no debieran estar vendiendo La Cabaña. Que lo hagan me lleva a creer que hay minas terrestres en las librerías cristianas hoy, y gente inocente entra allí pensando que están a salvo, pero pisan una mina terrestre y toda su fe explota. ¡Es peligroso! Por eso es que necesitamos discernimiento espiritual.

Eric Barger 

Dios se comunica

Cuando tienes La Cabaña tan cargado de problemas doctrinales, sin embargo, hace que uno se pregunte ¿cómo pudieron las iglesias haber aceptado esto tan fácilmente? La única razón puede ser que hemos desactivado nuestra cosmovisión bíblica del mundo y dejado que nuestras emociones nos guíen, porque La Cabaña es una historia muy emocional. 

La Cabaña fue escrita por un hombre llamado William Paul Young. Le gusta ser llamado Paul. Él es un graduado de la escuela de la Biblia de la universidad de Warner Pacific en Portland, Oregón, y más adelante fue a otra escuela de la Biblia en Canadá. Éste es su primer libro y hay varias cosas en él. 

En primer lugar, Dios le pasa una nota para decirle que se encuentre con él en la cabaña, que es un lugar en el desierto de Oregón donde su niña, asumimos por el libro, fue asesinada. Ésta es una historia muy trágica. Así pues Dios ahora se limita a pasar notas a la gente. Yo pensé que Dios habló a través de Su Palabra y a través de Su Espíritu Santo a nosotros, pero ahora es con notas.

La Trinidad

Cuando Dios viene a la cabaña, Él viene en la forma de una mujer afroamericana llamada Papá. Ahora, es difícil hablar de esto debido a los géneros que suceden aquí. Bueno, Papá es un dios, un dios de estilo africano o un dios negro del ocultismo polinesio que es de donde vino. Ahora, Young no va a anunciar esto cuando va a la televisión cristiana y a la radio y habla de esto. Ha habido muchos ministerios cristianos que me sorprende que hayan ofrecido este libro y hablado sobre él favorablemente. Pero, esa figura de Papá proviene del ocultismo polinesio. 

El Espíritu Santo en este libro es una mujer asiática y el Jesús en el libro nunca es llamado el Cristo. ¿Qué te dice eso? Es otro Jesús, y, por supuesto, Pablo nos advierte que habrá falsos Jesús y falsos evangelios y falsos espíritus. 2 Corintios 11:3-4 2 se ajusta a esa clasificación.

No creo que sea un accidente que Jesús nunca fue llamado "el Cristo" en el libro. También tenemos una trinidad, pero no LA Trinidad en el libro.

El autor hace a Dios a la imagen de un hombre. En Romanos 1:21-23 dice que está prohibido que lo hagamos, hacer a Dios a la imagen de un hombre. Sé que es una novela y me doy cuenta de que te puedes tomar libertades en una novela, que no puedes con otro tipo de libro, pero en este caso Young está jugando con algo de lo que las Escrituras hablan tan claramente.

Salvación 

Lo siguiente que vemos es que se dice que Jesús es el mejor camino de conocer a Papá, no EL camino para conocer a Papá. Es un lenguaje muy sutil. Eso deja la puerta abierta para que el Universalismo sea la verdad que Young está tratando de resaltar. 

El autor es un buen amigo de un profesor del Western Seminary en Portland que ha escrito un documento muy erudito de 38 páginas y que ahora ha roto lazos con su amigo, Paul Young. El autor de este artículo se llama James DeYoung. Él ha escrito este documento diciendo que él sabe que Paul Young es un Universalista puesto que ha tenido discusiones con él sobre eso. Han hablado de ello una y otra vez y, sin embargo, Paul Young está participando en programas de televisión cristiana y en sesiones de preguntas y respuestas después de hablar en las iglesias y voluntariamente diciendo: "No soy un universalista". Nadie está haciendo la pregunta, pero él lo saca a colación de todos modos. Y aquí está el por qué, porque según James DeYoung, este profesor en el Western Seminary, los editores del libro pasaron más de un año tratando de convencer a Young de sacar el Universalismo del libro, y él nunca lo sacó todo. Todavía está allí. 

Esto no es sólo una suposición de que Young es un Universalista. No, éste es un tipo que está enseñando lo que se llama Universalismo de Reconciliación, que es diferente a la idea de que todos los caminos conducen a Dios, que es el Universalismo Clásico. El Universalismo de Reconciliación dice que Jesús murió por los pecados de todo el mundo y que Dios no quiere que nadie perezca, y así todos somos salvos. 

Universalismo de Reconciliación es lo mismo en lo que Carlton Pearson cayó en Tulsa. Es la misma herejía. Por cierto, las puertas de esa iglesia están totalmente cerradas ahora. Él envió al resto de su gente a una Iglesia Unitaria en Tulsa. Él siguió la misma idea de que ya somos salvos y que tenemos que decirle al mundo: “Saquen a los misioneros del campo, porque si están en un lugar peligroso, están en el lugar equivocado, porque no tenemos que decirle nada a nadie, ya que todo el mundo ha sido salvado, ya sea que hayan oído hablar de Jesús o no”. Pensar así destruye completamente el mensaje de la Biblia, pero eso es de lo que se trata el Universalismo de Reconciliación. Y La Cabaña enseña eso.

Advertencia 

Es chocante para mí ver cuántos cristianos experimentados han apagado su pensamiento bíblico debido al agarre emocional que la historia tiene sobre ellos desde el principio del libro. 

Warren Smith 

Dios se Comunica 

La Biblia describe y advierte sobre cada engaño en el que me involucré antes de ser salvo. La Biblia advierte acerca de cada falsa doctrina que está entrando en la Iglesia, que la gente trata de justificar, como lo hacen con La Cabaña. La gente incluso diría que es un buen libro para dar a los incrédulos. ¡No, no lo es! No es sólo por las enseñanzas de la Nueva Era que están ahí, como que Dios mora en y alrededor y a través de todas las cosas. 

Por un lado, el autor es un Universalista declarado, aunque se llama sí mismo un cristiano. Oprah Winfrey también se autodenomina cristiana, y no lo es. Ella es una nuevaerista. Por lo tanto, usted tiene que ver exactamente de qué tipo de "cristianismo" están hablando. 

La Escritura que me viene a la mente es: "Un poco de levadura, leuda toda la masa". Usted no puede tener estas falsas enseñanzas insertadas en estos libros supuestamente "cristianos", rodeando las mentiras de Satanás con un poco de verdad. Algunos dirán que toda verdad es la verdad de Dios, pero luego tomarán una enseñanza del libro de la Nueva Era “Un Curso en Milagros” y usar eso como la "verdad".

Hay una gran cantidad de voces engañosas por ahí, y muchas de estas voces ahora están entrando en nuestras iglesias a través de libros como La Cabaña. La gente simplemente no se da cuenta de que el autor de La Cabaña les dijo a un pequeño grupo que se reunía en privado en una iglesia en casa, que él tenía conversaciones reales con Dios y que las enseñanzas en su libro vinieron directo de Dios, pero que él simplemente lo puso en forma de una novela.

Morando

La Cabaña es un libro muy popular, no sólo en el mundo cristiano, sino que en realidad también estuvo en los primeros lugares de la lista de los libros más vendidos de la Nueva Era.

La gente dirá: “Bueno, pero Jesús está ahí”. Lo que mucha gente no entiende es que en la página 112, creo, el Jesús de La Cabaña dijo: "Dios, que es el fundamento de todo ser habita en y alrededor y a través de todas las cosas". Entonces, si usted mira cuidadosamente el libro cuando aparece la palabra "Creación", se usa una "C" mayúscula. Los que salimos de la Nueva Era, sabemos que cuando ves creación con "C" mayúscula, significa que Dios habita en Su creación. 

Eso es muy diferente de lo que la Biblia enseña. No, Dios no está habitando en Su creación. Salmo 39: 5 nos dice: "De veras, sólo vanidad es todo hombre en su gloria". O, en Juan 2:24-25, Juan dijo refiriéndose a Jesús: "Él no confiaba en hombres porque sabía lo que había en los hombres". Ahora, ¿por qué se diría eso, si Dios está en el hombre? ¿Por qué Él no enfatizaría eso? En su lugar, Jesús estaba diciendo en efecto: "¡Cuidado! Los hombres entre sí pueden ser muy peligrosos". Eso es lo que Jesús estaba enseñando. Entonces, no, Dios no está dentro de cada persona. 

Advertencia

Sólo quiero parar y advertir a la gente que cuando alguien le da una copia de un libro supuestamente cristiano, pero que en realidad no es cristiano, como por ejemplo La Cabaña, sólo porque alguien en la mañana le pregunta: "Oye, ¿has leído La Cabaña?", o alguien en la tarde pregunta lo mismo, no creo que Dios está diciendo: "Oye, deberías leer La Cabaña". Puede parecer que la coincidencia viene de Dios, pero también puede venir del diablo.


Lea también:
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Original article:
Is “The Shack” Biblical

Traducido por Helena Aillón
Revisado por Donald Dolmus

viernes, 3 de marzo de 2017

Un Análisis del Libro: La Cabaña




Título en inglés: The Shack
Título en español: La Cabaña
Autor: W. Paul Young
Editorial: Windblown Media (Los Angeles, California)
Fecha: Diciembre 2008
Género: Ficción
270 páginas (español)

“La Cabaña” es un libro reciente que goza de gran popularidad en medios cristianos. Recientemente ha sido traducido al español y es por ello que consideramos necesario advertir a los cristianos de habla hispana de las aberraciones contenidas en esta obra. Se trata de una historia de ficción y narra la saga de un individuo llamado Mackenzie Allen Phillips (Mack en adelante) que pasó un fin de semana con Dios, específicamente con las tres personas de la Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) en una cabaña situada en un bosque.

Mack ha sufrido la terrible pérdida de una hija de seis años de edad a manos de un asesino en serie. Este evento lo ha dejado desvastado y mentalmente atormentado. El libro trata con la “sanación” de Mack por medio de una reunión con las personas de la Trinidad, quienes toman forma humana durante el encuentro.

A cuatro años de la tragedia, Mack recibe una nota de Dios invitándolo a conversar con él en la misma cabaña donde su hija fue asesinada. Aunque escéptico, Mack acude a la cita. Allí se encuentra con Dios Padre, una enorme mujer afro-estadounidense apasionada por la cocina (p.75) llamada “Papá” (p.78), el Espíritu Santo, una diminuta mujer asiática (p.76) semi-transparente de nombre “Sarayu” [‘viento’ o ‘aire’ en Sanskrit] (p.79), y Jesús, un hombre judío de apariencia árabe, vestido con mameluco de obrero, camisa a cuadros y herramientas de carpintero a la cintura (p.76-77). 

La Deidad

Para aquellos que somos sensibles en el tema de la naturaleza de Dios y la veracidad de la Biblia, la descripción de los tres miembros de la Trinidad es suficiente para mirar con escepticismo el libro en su totalidad. Recordemos que al Padre nadie jamás lo ha visto (Jn. 1:18; 4:24; 5:37), el Espíritu Santo nunca se ha revelado en forma humana, y Jesús se apareció por última vez a Pablo (físicamente y con su gloria velada – 1 Co. 15:8) y a Juan (en forma glorificada en una visión – Ap. 1).

No menos preocupante es el hecho de que en la novela, el Padre (más que todo una madre) tiene cicatrices en las muñecas semejantes a las heridas de Cristo en la cruz (p.88). Esto es absolutamente erróneo. Primero, el Padre no fue crucificado; segundo, el Padre no tiene un cuerpo de carne y huesos como el Hijo (Jn. 4:24; Lc. 24:39). Alguien le podrá dar un significado simbólico a las cicatrices del Padre, pero, ¿es la representación del libro bíblicamente fiel? La aberración es confirmada más adelante cuando la enorme dama de color que personifica al Padre, habla de los tres miembros de la Deidad en esta forma: “Cuando los tres nos expresamos en la existencia humana como el Hijo de Dios, nos hicimos completamente humanos… nos convertimos en un ser de carne y hueso” (p.92). La Biblia, por el contrario, no expresa en ningún pasaje que el Padre y el Espíritu Santo se convirtieron en humanos; esa fue una acción llevada a cabo solamente por la segunda Persona de la Trinidad, Jesucristo.

Curiosamente, existe una descripción acertada de la Trinidad en las palabras de Papá, dos páginas más adelante: “No somos tres dioses; no estamos hablando de un dios con tres actitudes, como un hombre que es esposo, padre y trabajador. Yo soy un Dios y soy tres personas, y cada una de las tres es plena y enteramente única” (p.94). Esto es correcto, pero lamentablemente es una de las pocas verdades teológicas de la novela. Todo libro peligroso para la fe cristiana tiene una dosis de verdad, y “La Cabaña” es uno de ellos.

He aquí otro ejemplo de distorsión de la naturaleza de Dios: La Cabaña, o en su defecto, Mack (y por ende el autor, Paul Young), revela un actitud de desprecio hacia la teología en general. Como todo libro o persona que hace esto, demuestran su hipocresía cuando deprecian la teología de la iglesia pero al mismo tiempo tratan de imponer la de ellos. “Olvídense de la doctrina que le enseñaron, mejor adopte esta otra doctrina”, parece ser el mensaje detrás del mensaje. Veamos un ejemplo del libro; en una conversación de sobremesa, Mack inquiere sobre el tema de jerarquías dentro de la Trinidad: “Saben a qué me refiero… a quién está a cargo. ¿No tienen una cadena de mando?” A esto Jesús contesta: “¿Cadena de mando? ¡Eso suena horrible!”. Acto seguido, tanto Jesús como el Padre prorrumpen en risas burlonas. Para consuelo de Mack, Sarayu (el Espíritu Santo) interviene diciendo que no les haga caso, que sólo están jugando con él, y pasa a explicarle que los miembros de la Trinidad  “no tenemos ningún concepto de autoridad suprema entre nosotros, sólo de  unidad … lo que ves aquí es relación sin ninguna capa de poder… la jerarquía no tendría ningún sentido entre nosotros (pp.116,117) … Así que [los hombres] piensan que Dios debe relacionarse dentro de una jerarquía, como ustedes. Pero eso no es así” (p.119).

Esto ignora completamente la doctrina de la Trinidad Económica, la cual define y describe cómo se relacionan los miembros de la Deidad entre ellos y con nosotros. Por ejemplo, el Padre envía al Hijo, no a la inversa (Jn. 6:44; 8:18; 10:36; 1 Jn. 4:14); Jesús bajó del cielo no para hacer su voluntad sino la del Padre (Jn. 6:38). Dios es la cabeza de Cristo (1 Co. 11:3). La creación está sujeta a Cristo y Jesús estará sujeto al Padre por la eternidad (1 Co. 15:27-28). Jesús envía al Espíritu Santo (Jn.14:26; 16:7). Esto significa que, contrario a lo que propone el autor de La Cabaña, existe una jerarquía en la Trinidad. La novela se opone aquí a la revelación bíblica.

Jesús

En una de las tantas conversaciones con Mack, Papá (Dios Padre, la mujer afro-estadounidense) dice: “Aunque por naturaleza él es completamente Dios, Jesús también es completamente humano… y vive como tal… momento a momento decide permanecer en el suelo” (p.92). Es propio aclarar que “permanecer en el suelo”, siguiendo la imagen literaria del contexto inmediato, puede entenderse apropiadamente como “permanecer siendo solamente  humano”. Si bien la declaración de Papá comienza con una verdad, o sea, Jesús es “completamente Dios y completamente humano”, lo que sigue y sus implicaciones son radicalmente antibíblicas. Cuando Mack le pregunta a Papá cómo Jesús pudo hacer milagros, curaciones y levantar gente de entre los muertos, Papá no duda en decir que Jesús hacía todo eso “como un ser humano dependiente y limitado que confiaba en que mi vida y poder actuaban dentro de él y a través de él. Jesús, como humano, no tenía poder en sí mismo para curar a nadie” [subrayado nuestro] (p.93).

La verdad es que aquí hay suficientes elementos de verdad como para confundir hasta al mejor teólogo. En realidad Jesús no fue solamente humano durante la encarnación; tampoco cesó de ser plenamente Dios. Sólo se limitó en el uso de sus atributos divinos, pero toda la plenitud de la Deidad estaba en él (Col. 2:9). El hecho de que haya decidido limitarse en su Deidad y que haya dependido del Padre y el Espíritu Santo durante su encarnación no significa que “no tuviera ningún poder en sí mismo”, ya que nunca renunció a su esencia o naturaleza divina. Con este tipo de nociones, Paul Young bordea en forma lamentable en la teología de las sectas arrianas, los unitarios y otros, quienes enseñan que Jesús fue sólo un hombre a quien el Padre dotó o ungió de poder para realizar milagros.

Para colmo de males, el mismo pasaje del libro da a entender que así como “Jesús vivió de su relación conmigo” (el padre hablando), de esa forma “quiero que todos los seres humanos vivan… todos los seres humanos están diseñados para vivir: a partir de mi vida” (p.93). Jesús, fue el primero en vivir una relación al máximo con Dios (p.93). Si esto le suena como la espiritualidad promovida por la Nueva Era, se debe a que aquí Jesús es presentado como un gurú que enseña una senda de iluminación para que en esta vida los humanos podamos ser como Dios. La Biblia, por el contrario, describe a un Jesús que es nuestro ejemplo a seguir en materia de doctrina y conducta, no un ejemplo para lograr la deificación del ser humano. Por si no queda claro que el Jesús de La Cabaña no desea ser un ejemplo para nosotros, él mismo dice: “… mi vida no fue destinada a ser un ejemplo. Ser mi seguidor no es tratar de ‘ser como Jesús'” (p.147).

El Espíritu Santo

Young desafía la misma esencia de Dios cuando cita, al comienzo del capítulo 14, a un escritor de la secta Universalista Unitariana, Buckminster Fuller, quien dijo que Dios era un verbo, no un nombre propio (p.194). En una declaración relacionada, Young describe a Jesús hablando acerca del Espíritu Santo: “Ella es la creatividad; es acción; es el hálito de vida” (p.104). La Biblia, por el contrario, presenta a Dios como una persona en un sentido (un nombre), no una acción (un verbo). Estos conceptos del libro dan pie para pasar del entendimiento de un Dios personal al concepto monista y panteísta de las filosofías orientales y de la Nueva Era. Por ello no nos toma de sorpresa que cuando Mack pregunta al Espíritu Santo si la volverá a ver, ella contesta: “¡Claro que sí! Podrías verme en una obra de arte, o musical, o en el silencio, o en la gente, o en la creación, o en tu alegría y tu dolor” (p.202). En la misma vena, encontramos en el estribillo de una canción que Missy, la hija asesinada de Mack ha compuesto, “Bésame, viento, y respira de mí para que uno seamos” (p.239). Aparentemente, Dios es la creación y los humanos podemos ser uno con la creación. Esto no es teología bíblica y lo expresado evidencia la inclinación de Young hacia las filosofías y conceptos espirituales del oriente típicos de la Nueva Era, y afines a las enseñanazas del movimiento conocido como la “iglesia emergente”.

Salvación

Cuando Mack pregunta cómo formar parte de la iglesia, Jesús le dice: “Es muy sencillo, Mack. Todo se reduce a las relaciones y compartir simplemente la vida” (p.179). Previamente, Jesús le había dicho a Mack que él puede salir de su desastre simplemente “regresando”. “Regresar a mí. Renunciar a sus formas de poder y manipulación y sólo regresar a mí” (p.145). Esto suena muy espiritual, pero como el libro nunca explica claramente el evangelio, nadie que lo lea se va a enterar lo que volver a Cristo significa.

La cosa se pone más interesante cuando Mack pregunta a Papá qué fue lo que Jesús logró al morir. La respuesta de Dios es: “Gracias a su muerte y resurrección, yo estoy ahora plenamente reconciliada con el mundo” (p.195). Mack trata de obtener una respuesta más específica al preguntar si Papá se refería a los creen en él, a lo que Dios contesta “con todo el mundo”. ¿Bastante directo, verdad? ¿Significa esto que todos serán salvos? Young nunca se anima a decir eso, pero la impresión indeleble que deja el libro es que sí, sobre todo cuando Papá dice: “En Jesús, he perdonado a todos los seres humanos de sus pecados contra mí, pero sólo algunos eligen la relación” (p.230). Lógicamente, elegir una relación con Dios es una opción que no altera el destino final de los hombres, ya que si todos han sido perdonados, todos irán al cielo. Este concepto es la base de una antigua herejía llamada “universalismo”. La Escritura la contradice de plano (Mt. 25:46; Mr. 3:28).

Por si quedara alguna duda de los pensamientos del autor del libro, destaco las palabras de Papá en la página anterior: “Yo no humillo, culpo ni condeno” (p.229). Debe ser por eso que el padre de Mack (una criatura horrenda que nunca dio muestras de ser salvo) se encuentra ahora en el cielo (pp.214-220). De acuerdo con Young, Dios no es un Dios de juicio. Veamos lo que Papá dice: “No necesito castigar a las personas por haber pecado. El pecado lleva en sí mismo el castigo, al devorarte por adentro. Castigar no es mi propósito; curar es mi alegría” (p.114). Aquí la traducción al español no hace justicia al idioma original, ya que en inglés la frase lee literalmente: “No es mi propósito castigar el pecado, mi trabajo es curarlo”. Es obvio que si bien Dios proveyó la cura para el pecado (la cruz), las palabras de Young no reflejan toda la verdad, especialmente cuando la Escritura describe a Dios activamente involucrado en el castigo de los pecadores.

Si a estas alturas las aguas están turbias, aun se ponen más oscuras cuando Mack pregunta a Jesús qué significa ser un cristiano. Jesús responde: “¿Quién ha hablado de ser cristiano? Yo no soy un cristiano… quienes me aman, proceden de todos los sistemas que existen. Son budistas o mormones, bautistas o musulmanes, algunos son demócratas, otros republicanos, y muchos otros no votan ni forman parte de ninguna institución de domingos en la mañana o religiosa … No tengo el menor deseo de volverlos cristianos, sino de acompañarlos en su transformación en hijos e hijas de Papá, mis hermanos y hermanas, mis Amados” (p.183). Ante esta respuesta de Jesús, Mack se encuentra confuso y pregunta: “¿Eso significa que todos los caminos conducen a ti (p.183)?” Jesús niega esto pero inmediatamente agrega: “Lo que eso significa es que yo recorreré todos los caminos que sean necesarios para salir a tu encuentro” (p.184). Esta es una forma sutil de decir que todos los caminos conducen a Dios. En realidad lo que el Jesús de la novela dice es que él recorrerá cualquier camino con usted para llevarlo a su auto-transformación. En otras palabras, Jesús se adapta a cualquier camino que usted recorra y lo transformará en un hijo de Dios no importa cuál sea ese camino. Young nos miente una vez más; la Biblia dice que los hombres debemos recorrer un solo camino, el camino angosto que nos lleva a Dios por medio de Jesucristo (Mt. 7:14; Jn. 14:6).

¿Perdón incondicional?

Sobre el final de la novela, Papá (Dios Padre, un nombre que el autor evita usar durante toda la obra) sugiere en forma gentil pero energética, que Mack perdone al asesino de su hija (pp.230-33). “Mack, debes perdonar a ese hombre para entregármelo y permitirme redimirlo”, expresa Papá. Pocas veces se escriben frases tan breves y con tantos errores. En primer lugar, vemos que Dios desea que Mack perdone a un individuo que no se ha arrepentido. En ningún lugar de la Biblia encontramos la idea de que debemos perdonar sin que haya arrepentimiento de por medio. La Biblia, por el contrario, deja muy claro que el arrepentimiento debe anteceder al perdón (Lc: 17:3-4). Ni siquiera Dios perdona incondicionalmente (2 Cr.7:14; Lc.13:3b, 1 Jn.1:9). Mack finalmente accede a perdonarlo al gritar “te perdono” y repetir la frase varias veces. Curiosamente el asesino no está presente ni tampoco pidió que lo perdonaran (hasta donde sabemos). Este no es el verdadero perdón bíblico. Este perdón no tiene sentido y realmente no significa nada. Podrá hacer sentir que la persona que “perdona” se sienta mejor, pero es un alivio ilusorio y sin base bíblica. El perdón incondicional es una afrenta a nuestro sentido básico de justicia y una muestra de desconocimiento de la gravedad del pecado y su crueldad. En un mundo abusivo y pecaminoso, no se debe perdonar incondicionalmente. Young enseña un perdón totalmente terapéutico, inadecuado y antibíblico.

En segundo lugar, la frase de Papá implica que si Mack no perdona al asesino, Dios no puede redimirlo. Esta es una perspectiva muy limitada del poder de Dios. No conozco en la Biblia ninguna instancia donde Dios deba pedir permiso a un hombre para salvar a alguien. “El también es mi hijo. Quiero redimirlo”, dice Papá refiriéndose al asesino (p.230). La implicación es que si Mack no lo perdona, Dios no puede redimir al criminal. Nada puede ser más contrario a la teología bíblica. Ni mencionemos las inferencias de la frase “él también es mi hijo”, una noción que viene de filas liberales y sectas de todo tipo y color, que creen en el dogma de la “Paternidad Universal de Dios”. El dogma contradice la Escritura; sólo los que creen en Cristo son hijos de Dios (Jn. 1:18; Ro. 8:14).

Irreverencia 

En lo personal soy reacio a formarme imágenes mentales de Dios Padre y el Espíritu Santo, especialmente sabiendo que ambos nunca han sido vistos por el hombre (exceptuando simbolismos como la “forma de paloma” y las “lenguas de fuego” en el caso del Espíritu Santo). En sí, los antropomorfismos de La Cabaña desafían el tercer Mandamiento y conllevan el potencial de hacer tropezar en la fe a aquellos que no manejan la doctrina bíblica con un mediano grado de habilidad. Pero también considero irrespetuosa la forma en que Young decidió representar la Deidad, específicamente a Dios Padre como la Big Momma, el personaje del comediante Martin Lawrence, al Espíritu Santo como la versión femenina de Jackie Chang, y a Jesús como un leñador (alusión a la vestimenta) con la nariz de Adrien Brody, el “galán” de la última película de King Kong (p.105).

Las representaciones femeninas del Padre y el Espíritu Santo constituyen una manera subliminal de promover el feminismo. Si no es así, se trataría al menos de una maniobra de mercadotecnia a los efectos de alcanzar al sector femenino de lectores en potencia. Si bien es cierto que Dios no tiene género per se, y que unas pocas de sus acciones son descritas metafóricamente en términos femeninos, él ha escogido llamarse “Padre”, nunca “Madre” en la Biblia. Jesucristo por cierto siempre le llamó “Padre”. Por otra parte, todas las alusiones bíblicas al Espíritu Santo son en forma masculina. En mi opinión, los antropomorfismos de Young son una burla a la revelación bíblica.

Un ejemplo del rechazo de Young a la forma en que Dios se revela en la Escritura, es la superficialidad con que trata con la santidad de Dios. En una escena presentada en la página 82, Mack encuentra a Dios “ocupada” en la cocina al mismo tiempo que se ondulaba y bailaba, aparentemente al ritmo de una música que escuchaba con unos audífonos. Una vez quitados los audífonos, Mack pregunta a Dios qué tipo de música escuchaba. Para su sorpresa Dios le dice que se trataba de música funk, a lo que Mack responde que el funk no es necesariamente un ritmo muy devoto (p.82-83). Dios replica que, efectivamente, las letras no son espirituales, y aprovecha para regañar a Mack diciéndole: “Mira, Mackenzie: no tienes por qué hacerte cargo de mí. Oigo de todo … (p.83)”. En otras palabras, no te metas en lo que no te importa, si quiero escuchar música de contenido inmoral, lo hago. Acerca de los intérpretes, Papá agrega,  “Estos muchachos no dicen nada que yo no haya oído antes… Son sólo algunos de mis hijos soltando gritos y alardes. Soy especialmente afecta a estos chicos, ¿sabes?” Este no es el Dios que la Biblia llama “Santo” cientos de veces. En este pasaje de la novela, Young no sólo reduce a Dios al nivel de los hombres sino que va más allá, lo hace descender a un plano de inmoralidad al que muy pocos autores se han atrevido.

Rechazo del cristianismo tradicional y bíblico

Cualquier persona con discernimiento que haya decidido perder el tiempo leyendo La Cabaña, se dará cuenta que la novela promueve un rechazo vehemente al cristianismo tradicional. Mack, el personaje humano, expresa que nada de lo que aprendió en el seminario le sirvió en absoluto (p.83), su educación teológica en el seminario no le sirvió de nada (p.57), las oraciones e himnos dominicales no le llenaban, y las “juntitas religiosas” no hacen ninguna diferencia real (p.57). Más allá de que la enseñanza de algunos seminarios esté contaminada de muchas formas, y que en toda iglesia encontremos algunos cristianos nominales, eso no es razón para generalizar y tirar por la ventana el agua del baño juntamente con el bebé. Todo esto denota una hostilidad velada hacia la iglesia tradicional, aun las más bíblicas. Young es tan habilidoso que sabe salpicar a través del libro su rechazo hacia el cristianismo genuino, disfrazándolo de espiritualismo. El mismo dios imaginario de Young parece estar de acuerdo con Mack cuando le dice que se le ha aparecido como una mujer para ayudarlo a no recaer en su “condicionamiento religioso”. Si se le hubiera aparecido como un “un grandioso abuelo de barba suelta y raza blanca, dice Papá, eso hubiera “reforzado tus estereotipos religiosos” (p.85). De modo que aparentemente el libro nos va entregar una nueva forma de tener una relación con Dios. Olvídese de la Biblia, de las reuniones de iglesia (de congregarse), de todo lo que aprendió hasta ahora. Una experiencia con Dios tipo mística es más importante que la Escritura, la iglesia “se reduce a las relaciones y compartir simplemente la vida” (p.179), según el Jesús de la novela. Sin embargo, la Biblia enseña exactamente lo opuesto, la Escritura es superior a las experiencias (2 Ti. 3:16; 2 P. 1:16-21), y ser parte de la iglesia no simplemente significa tener una relación con Dios, sino también conocer la verdad y conocer a Dios en verdad (Jn. 17:3; 4:24), y hablar lo que es de acuerdo con la sana doctrina (Tit. 2:1,7). La doctrina, singular, comprende varias doctrinas, entre ellas: la revelación de Dios, su naturaleza, soberanía, llamado, santidad, majestad, propósito para nosotros, su obra redentora, y todas las enseñanzas necesarias para entender a Dios y saber si las experiencias espirituales que tenemos son verdaderas o falsas. Sin embargo, La Cabaña nunca hace mención de la supremacía de la Escritura en la vida del creyente. Al contrario, la doctrina es ridiculizada así como también la preparación académica.

Conclusión

Debido a los múltiples errores teológicos, el rechazo de la sana doctrina y la supremacía de la Escritura, la promoción de las experiencias subjetivas por encima de la Biblia, la ridiculización de la Deidad, la elevación del ser humano y la reducción de la majestad, poder y soberanía de Dios, el marcado contenido místico, la presencia de conceptos con matices de la Nueva Era, la Iglesia Emergente y otras corrientes, La Cabaña debe ser considerada como un ataque al cristianismo. En el análisis final, presenta un Padre, un Jesús, y un Espíritu Santo falsos. La forma de salvación y la cosmovisión de la novela son también un espejismo peligroso que puede confundir y perjudicar al lector desprevenido. El libro no contiene ningún poder transformador como lo promete. Algunos comentaristas indican que el libro presenta algunas nociones de valor. Puede que sí, pero estos valores rescatables vienen hundidos en un mar de falsedades. No recomendamos la obra en absoluto.

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martes, 28 de febrero de 2017

La Cabaña: La próxima película taquillera blasfema

Por Donald Dolmus


Vayamos directo al grano. ¿Hay herejías en La Cabaña? Sí. Siga leyendo y sabrá cuáles son. Hay más de una docena de ellas. Las películas acerca de Dios siempre obtienen mucho dinero en la taquilla, y la adaptación cinematográfica de La Cabaña muy probablemente venderá muchos boletos cuando llegue a la pantalla grande. Ahora que el tráiler oficial ha salido y, al ver el impacto emocional en sólo este clip de dos minutos, podemos darnos cuenta de que esta película será un éxito de taquilla. 


Ya puedo imaginar los estudios bíblicos, series de sermones y, por supuesto, toda la fanfarria de los medios sociales que girarán alrededor de La Cabaña, sin mencionar las masas de pequeños grupos alabando a “Papa” por otra oportunidad de compartir a Jesús. ¿Pero cuál Jesús? Sabemos que el Jesús de la Biblia es muy diferente del que el autor William P. Young escribió en su mega éxito de ventas. 

A continuación, se presentan 13 herejías en La Cabaña, escritas por Michael Yousseff. Aquí está lo que él escribió acerca de esas 13 preocupaciones, junto con lo que la Biblia dice acerca de ellas:

1. Dios el Padre fue crucificado con Jesús
Debido a que los ojos de Dios son puros y no pueden ver el pecado, la Biblia dice que Dios no vería a Su propio Hijo amado mientras colgaba en la Cruz, llevando nuestros pecados (Habacuc 1:13; Mateo 27:45).

2. Dios está limitado por Su amor y no puede practicar la justicia
La Biblia declara que el amor de Dios y Su justicia son dos caras de la misma moneda — una parte igual de la personalidad y el carácter de Dios (Isaías 61:8; Oseas 2:19).

3. En la Cruz, Dios perdonó a toda la humanidad, ya sea que se arrepientan o no. Algunos escogen tener una relación con Él, pero Él los perdona a todos, a pesar de todo.
Jesús explicó que sólo aquellos que vienen a Él serán salvos (Juan 14:6).

4. Las estructuras jerárquicas, ya sea que estén en la iglesia o en el gobierno, son malas. 
Nuestro Dios es un Dios de orden (Job 25:2).

5. Dios nunca juzgará a las personas por sus pecados.
La Palabra de Dios repetidamente invita a las personas a escapar del juicio de Dios, al creer en Jesucristo, Su Hijo (Romanos 2:16; 2 Timoteo 4:1-3).

6. No hay una estructura jerárquica en la Deidad, sólo un círculo de unidad.
La Biblia dice que Jesús se sometió a la voluntad del Padre. Esto no significa que una Persona es más alta o mejor que la otra; simplemente unívoca. Jesús dijo, “Vine a hacer la voluntad del que me envió. Estoy aquí para obedecer a mi Padre”. Jesús también dijo, “Les enviaré al Espíritu Santo” (Juan 4:34, 6:44, 14:26, 15:26).

7. Dios se somete a los deseos y elecciones humanas
Lejos de que Dios se someta a nosotros, Jesús dijo, “angosto es el camino que lleva a la vida eterna”. Debemos someternos a Él en todas las cosas, para Su gloria y por lo que Él ha logrado para nosotros (Mateo 7:13-15).

8. La justicia nunca tendrá lugar por causa del amor
La Biblia enseña que cuando el amor de Dios es rechazado, y cuando la oferta de salvación y perdón es rechazada, la justicia debe tener lugar o Dios ha enviado a Jesucristo a morir en la Cruz por nada (Mateo 12:20; Romanos 3:25-26).

9. No hay tal cosa como el juicio eterno o el tormento en el infierno
La descripción de Jesús del infierno es vívida…y no se puede negar (Lucas 12:5, 16:23).

10. Jesús está caminando con todas las personas en sus diferentes viajes hacia Dios, y no importa de qué forma usted llegue a Él
Jesús dijo, “Yo soy el camino, la verdad, y la vida, nadie viene al Padre si no es por mí” (Juan 14:6).

11. Jesús está constantemente siendo transformado junto a nosotros
Jesús, quien habita en el esplendor del cielo, está sentado a la diestra de Dios, reinando y gobernando el universo. La Biblia dice, “En Él no hay cambio, porque Él es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.” (Hebreos 13:8; Santiago 1:17).

12. No hay necesidad de la fe o de reconciliación con Dios, ya que todos llegarán al Cielo
Jesús dijo, “Sólo los que creen en mí tienen vida eterna” (Juan 3:15, 3:36, 5:24, 6:40).

13. La Biblia no es verdadera, debido a que reduce a Dios a papel
La Biblia es inspirada por Dios. Claro, hubo muchos hombres a lo largo de 1,600 años que pusieron la pluma en el papel (por así decirlo), cada uno de diferentes profesiones y diferentes trasfondos, pero el Espíritu Santo infundió su obra con las palabras de Dios. Estos hombres estaban escribiendo el mismo mensaje desde Génesis hasta Apocalipsis (2 Timoteo 3:16).

Hoy más que nunca, las advertencias de Jesús a Sus discípulos, dadas durante la última semana de Su vida en el Discurso del Monte cobran importancia: “Mirad que nadie os engañe”. 

Para mayor información, le invito a visitar nuestra sección:
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domingo, 2 de abril de 2017

13 Herejías en La Cabaña



A continuación, se presentan 13 herejías en La Cabaña, escritas por Michael Youssef. Aquí está lo que él escribió acerca de esas 13 preocupaciones, junto con lo que la Biblia dice acerca de ellas:

1. Dios el Padre fue crucificado con Jesús

Debido a que los ojos de Dios son puros y no pueden ver el pecado, la Biblia dice que Dios no vería a Su propio Hijo amado mientras colgaba en la Cruz, llevando nuestros pecados (Habacuc 1:13; Mateo 27:45).

2. Dios está limitado por Su amor y no puede practicar la justicia

La Biblia declara que el amor de Dios y Su justicia son dos caras de la misma moneda — una parte igual de la personalidad y el carácter de Dios (Isaías 61:8; Oseas 2:19).

3. En la Cruz, Dios perdonó a toda la humanidad, ya sea que se arrepientan o no. Algunos escogen tener una relación con Él, pero Él los perdona a todos, a pesar de todo.
Jesús explicó que sólo aquellos que vienen a Él serán salvos (Juan 14:6).

4. Las estructuras jerárquicas, ya sea que estén en la iglesia o en el gobierno, son malas. 

Nuestro Dios es un Dios de orden (Job 25:2).

5. Dios nunca juzgará a las personas por sus pecados.

La Palabra de Dios repetidamente invita a las personas a escapar del juicio de Dios, al creer en Jesucristo, Su Hijo (Romanos 2:16; 2 Timoteo 4:1-3).

6. No hay una estructura jerárquica en la Deidad, sólo un círculo de unidad.

La Biblia dice que Jesús se sometió a la voluntad del Padre. Esto no significa que una Persona es más alta o mejor que la otra; simplemente unívoca. Jesús dijo, “Vine a hacer la voluntad del que me envió. Estoy aquí para obedecer a mi Padre”. Jesús también dijo, “Les enviaré al Espíritu Santo” (Juan 4:34, 6:44, 14:26, 15:26).


7. Dios se somete a los deseos y elecciones humanas

Lejos de que Dios se someta a nosotros, Jesús dijo, “angosto es el camino que lleva a la vida eterna”. Debemos someternos a Él en todas las cosas, para Su gloria y por lo que Él ha logrado para nosotros (Mateo 7:13-15).

8. La justicia nunca tendrá lugar por causa del amor

La Biblia enseña que cuando el amor de Dios es rechazado, y cuando la oferta de salvación y perdón es rechazada, la justicia debe tener lugar o Dios ha enviado a Jesucristo a morir en la Cruz por nada (Mateo 12:20; Romanos 3:25-26).

9. No hay tal cosa como el juicio eterno o el tormento en el infierno

La descripción de Jesús del infierno es vívida…y no se puede negar (Lucas 12:5, 16:23).

10. Jesús está caminando con todas las personas en sus diferentes viajes hacia Dios, y no importa de qué forma usted llegue a Él

Jesús dijo, “Yo soy el camino, la verdad, y la vida, nadie viene al Padre si no es por mí” (Juan 14:6).

11. Jesús está constantemente siendo transformado junto a nosotros

Jesús, quien habita en el esplendor del cielo, está sentado a la diestra de Dios, reinando y gobernando el universo. La Biblia dice, “En Él no hay cambio, porque Él es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.” (Hebreos 13:8; Santiago 1:17).

12. No hay necesidad de la fe o de reconciliación con Dios, ya que todos llegarán al Cielo

Jesús dijo, “Sólo los que creen en mí tienen vida eterna” (Juan 3:15, 3:36, 5:24, 6:40).

13. La Biblia no es verdadera, debido a que reduce a Dios a papel

La Biblia es inspirada por Dios. Claro, hubo muchos hombres a lo largo de 1,600 años que pusieron la pluma en el papel (por así decirlo), cada uno de diferentes profesiones y diferentes trasfondos, pero el Espíritu Santo infundió su obra con las palabras de Dios. Estos hombres estaban escribiendo el mismo mensaje desde Génesis hasta Apocalipsis (2 Timoteo 3:16).

Hoy más que nunca, las advertencias de Jesús a Sus discípulos, pronunciadas durante la última semana de Su vida en el Discurso del Monte de los Olivos cobran importancia: “Mirad que nadie os engañe”. 

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lunes, 22 de mayo de 2017

El Pecado que Nadie Confiesa

Por William MacDonald


“Sin embargo, grande ganancia es la piedad con contentamiento.  Porque nada trajimos a este mundo, y es evidente que nada podremos sacar. Así que, teniendo el sustento y con qué cubrirnos estaremos contentos con esto.  Porque los que desean enriquecerse caen en tentación y trampa, y en muchas pasiones insensatas y dañinas que hunden a los hombres en ruina y perdición.  Porque el amor al dinero es raíz de todos los males; el cual codiciando algunos, fueron descarriados de la fe y se traspasaron a sí mismos con muchos dolores”.


“A los ricos de la edad presente manda que no sean altivos ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas sino en Dios quien nos provee todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. 8 Que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, que sean generosos y dispuestos a compartir,  atesorando para sí buen fundamento para el porvenir para que echen mano de la vida verdadera”.

1 Timoteo 6:6-10; 17-19 (RVA-2015)


En 1 Timoteo 6:3-5, Pablo le advierte a Timoteo sobre ciertos líderes cristianos que creen que el ministerio cristiano es una forma de enriquecerse. Estos nombres suponen que la piedad profesional es una forma fácil de llenarse de oro los bolsillos. Sus descendientes aún están con nosotros (celebridades de radio y televisión que han elevado la captación de recursos a la categoría de arte y la han reducido a una ciencia). A través del uso de ciertas estrategias psicológicas y astutas, manipulan a algunos creyentes que son fácilmente impresionables. Siempre tienen algún nuevo proyecto para agregarle a su vasto imperio. Ellos viven en casas lujosas, construyen carteras de inversión bastante abultadas, visten ropas y joyas muy elegantes, y exhiben un peinado realizado por el coiffure de moda. Y todo esto lo hacen en nombre de nuestro Amigo de Nazareth, el cual no tenía ni un centavo. 

El apóstol advierte a Timoteo que se aleje de estos traficantes religiosos, y por implicación de sus prácticas. La combinación ideal es tener piedad con contentamiento. Una persona piadosa que tenga contentamiento, que sea rica en carácter y rica en las pocas cosas que desea, tiene algo que el dinero no puede comprar.

Malcolm Muggeridge testificó que los momentos más felices de su vida fueron aquellos en los que disfrutó de la sencillez y la austeridad (una pequeña cabaña, una mesa, una silla, un poco de arroz sobre una hoja verde). Estas cosas, dijo, conllevan su cuota de entusiasmo. 

Nada hemos traído a este mundo y ciertamente nada nos llevaremos del mismo. Las manos de un recién nacido están cerradas con firmeza pero no tienen nada en ellas. Cuando la persona muere más adelante, sus manos están abiertas y vacías. Alejandro Magno dejó instrucciones para que cuando muriera, sus manos quedaran visibles con sus palmas vacías. Había conquistado al mundo pero había muerto con las manos vacías. 

El Dr. James Dobson aprendió esta lección al jugar un juego con su familia. Dejaremos que él nos cuente la historia. 

Shirley y yo nos casamos en 1960 y no tuvimos ninguna especie de problema financiero debido a que no teníamos finanzas. A partir de allí el Señor nos bendijo, y hemos probado un poco lo que el mundo piensa que debes tener para ser feliz, como una casa, un auto, y otras cosas. Pero estoy aprendiendo más y más que la felicidad no se encuentra en las posesiones materiales. El Señor me ha estado enseñando sobre el vacío del materialismo, incluso ha usado un juego para trasmitirme el mensaje. 

Recientemente con mi familia jugamos Monopolio, haciendo que volviera a jugarlo por primera vez luego de más de quince años. Unos momentos después de empezar, volví a sentir aquel entusiasmo y pasión, especialmente cuando comencé a ganar. Todo me salía bien y llegué a ser el maestro de la partida. Ya era dueño del Boardwalk y del Park Place, y tenía casas y hoteles por todos lados. Mi familia estaba ofuscada, y yo colocaba billetes de 500 dólares en mis bolsillos, debajo del juego y en el asiento. Repentinamente el juego terminó. Yo había ganado. Shirley y los chicos fueron a la cama y yo puse todo de nuevo en la caja. Entonces me impactó un sentimiento de vacío. Todo el entusiasmo y la pasión que había sentido anteriormente no tenían fundamento. No poseía a nadie más que aquellos a quienes había derrotado. ¡Todo lo demás tuvo que volver a la caja!

El Señor me mostró que debía aprender una lección más allá del juego del Monopolio. Reconocí que también estaba siendo testigo del juego de la vida. Luchamos para acumular y comprar y poseer y refinanciar, y repentinamente llegamos al final de nuestras vidas y tenemos que colocar todo nuevamente en la caja. No podemos llevar ni un sólo centavo. No hay compañías de transporte que nos acompañen a través del Valle de Sombra de Muerte. Ahora entiendo por qué la Escritura nos dice: "La vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee".

En algunos países atrapan a los monos colocando arroz en un recipiente lo suficientemente grande como para que el animal logre hacer entrar su mano vacía. Cuando obtiene el arroz y cierra su puño ya no la puede quitar. Pero no suelta el arroz. Por lo cual queda atrapado. Atrapado por su propia codicia.

Anteriormente Pablo sobre habló sobre el contentamiento. Ahora el versículo 8 lo define como una satisfacción provocada por la comida y la vestimenta. La palabra que usa para "abrigo " no sólo se refiere a la ropa sino también a un techo sobre nuestra cabeza. Así que se refiere a lo básico de la vida. Nos hemos familiarizado tanto con este versículo que dejamos de darnos cuenta lo radical que es. 

Quizá nos ayude si recordamos cuan pocos creyentes que conocemos quedan satisfechos con la comida, la ropa y la casa. Para una mayoría de la cristiandad sería muy bueno si este versículo no estuviera en la Biblia. 

En el versículo 9 el apóstol continúa hablando y se refiere a aquellos que desean hacerse ricos. Esto incluye a todos, tanto a los ricos, como a los pobres. Incluye a todo aquel que sea avaro. La avaricia es la compulsión de obtener cada vez más, la determinación de obtener algo incluso si Dios no quiere que la persona lo tenga. Una persona codiciosa no puede disfrutar de algo a menos que lo posea o por lo menos que posea parte de ello. 

El pecado puede ser sexual (''No codiciarás la mujer de tu prójimo") o, como en el caso de 1 Timoteo 6, puede ser materialista. En todo caso, se trata de idolatría porque adora y sirve aquello que es creado en vez de al Creador.

El problema es que hemos tomado este pecado y lo hemos bautizado con el bautismo cristiano. Le hemos otorgado un respeto cristiano al llamarlo prudencia, sentido común, responsabilidad financiera, y previsión. Cuando preguntamos, "¿Cuánto vale aquel hombre?" queremos decir, "¿Cuánto dinero ha acumulado?" "Avanzar en el mundo" significa acumular cosas materiales. Llamamos a los codiciosos "la crema de la sociedad" y "la cresta de la ola". Algunos han señalado que la codicia fue la que vendió a Jesús por 30 piezas de plata. Una vez que Cristo fue vendido para ir a la cruz, la iglesia profesante comenzó a vender la cruz misma. Luego comenzó a vender la forma de llegar al cielo a través de las indulgencias, prometiendo la liberación del purgatorio. 

La codicia niega el verdadero propósito de nuestra existencia. Se olvida que estamos aquí con una misión superior que la de hacer dinero o absolvernos a nosotros mismos. Se olvida que el mejor uso de nuestro dinero es para propósitos espirituales. Es engañosa. J.H. Jowett dijo,

Las riquezas pueden hacer que un hombre piense que crece en tamaño cuando en realidad está decreciendo. Considera su propio tamaño en base a sus ingresos y no en base a sus egresos por razones de beneficencia. Mientras sus ingresos se expanden, sus egresos se contraen. 

Es irracional. Luchamos por obtener cosas que no necesitamos para impresionar a gente que no nos cae bien. 

El hecho que amontonemos dinero que podría usarse en la propagación del evangelio frustra el plan de Dios en pro de la evangelización mundial. 

Descalifica a una persona del liderazgo de la iglesia, ya que un anciano debe ser "no codicioso" (1 Timoteo 3:3). Pero, peor que eso, excluye al hombre del reino de Dios (1 Corintios 6:10). 

Aquí en nuestro pasaje, Pablo advierte a Timoteo que el deseo de enriquecerse conduce a la tentación. Un hombre codicioso buscará medios ilegales para obtener lo que quiere. Esto lo conduce a una trampa. Es como aferrarse a un cable de electricidad pelado; no puede soltarlo. O como beber agua salada; produce más sed. 

Un hombre le dijo a un amigo, "Cuando tenía 500 dólares era feliz. Ahora tengo un millón y soy un miserable".

"No hay problema", dijo el amigo, "regala los 950.000". 

El millonario se quejó, "no puedo".

El deseo de enriquecerse lleva a "muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición ". Estas son expresiones fuertes. Pablo advierte que la codicia conduce a la ruina eterna. ¡Qué extraño, por lo tanto, que los creyentes aprueben aquello que Dios condena en forma tan fehaciente! 

El amor al dinero es la raíz de todos los males. Por ejemplo, es la raíz de las mentiras. J.H. Jowett cuenta que le pidió ayuda a un hombre acaudalado en Nueva York a favor de una causa extremadamente digna. 

Su rostro inmediatamente respondió mi apelación, y habló como si él fuera alguien al borde la miseria: "En realidad no puedo darte dinero. Con todo lo que está sucediendo no sé en qué vamos a terminar". Pocas semanas después murió y su testamento tenía más de 60 millones de dólares. Me pregunto, me pregunto si al final de su último día escuchó al mensajero del Señor diciéndole, "Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?".

El amor al dinero conduce a cometer fraudes, robos e incluso homicidios. Resquebraja matrimonios y arruina a los hijos. Causa perturbaciones nerviosas y emocionales, y ha conducido al suicidio. Las personas acaudaladas viven en el temor del robo, secuestro y extorsión. Se preocupan sobre la inflación y el colapso mercantil. Sufren de estrés, aburrimiento, insatisfacción y envidia. Algunas veces caen en la prisión y en la desgracia. Debido a que las Escrituras condenan todo ese estilo de vida, se apartan de la fe en lugar de lograr un verdadero cambio. Ellos tergiversan, cambian y reescriben la Biblia para justificar su afluencia. No sólo eso, son traspasados con muchos dolores. Cuando Howard Hughes murió, dejó un estimativo de unos 2.300 millones de dólares. Sin embargo una revista informó:

Paradójicamente, para todo el poder que poseía, vivió una vida sombría, sin alegría, media lunática fue prácticamente prisionero de sus propios temores y debilidades. Quien una vez fue una figura vibrante y dinámica, descuidó su apariencia y salud durante los últimos quince años, hasta que se convirtió en un espectro patético. Era adicto a las drogas. Su apariencia física era terrible. Si bien cuatro doctores rotaban para cuidarlo, su condición médica era muy pobre. Su principal entretenimiento era mirar películas. Vivía semana tras semana en base a una dieta que incluso una tienda de artículos a diez centavos habría despreciado, pero era muy meticuloso sobre la preparación de la misma. Comía una cucharada de sopa y entonces se interesaba en una película. La misma sopa era recalentada doce veces. 

Al terminar esta sección, Pablo le dice a Timoteo que se encargue de aquellos que son ricos en este mundo. Que no deberían ser orgullosos ni arrogantes, ni confiar en las riquezas inciertas. Más bien su confianza debía estar en el Dios vivo, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos. Esta última expresión "el cual nos da abundantemente para que las disfrutemos" a menudo se ha usado para justificar la acumulación de riquezas. Pero el siguiente versículo lo explica todo muy bien. 

No disfrutamos el dinero cuando se apila en el banco, sino cuando lo usamos para hacer lo bueno, para distribuir a los necesitados, y para compartir con nuestros vecinos menos afortunados. De esa forma, amontonamos una gran recompensa en el mundo venidero y disfrutamos una vida que ciertamente es vida. 

¿Qué concluimos? Ronald Sider nos lo dice en su libro. Rich Christians in an Age of Hunger (Cristianos Ricos en una Época de Hambre). 

El rico necio es el epítome de la persona codiciosa. Él tiene una compulsión avara para adquirir más y más posesiones a pesar que no las necesita. Y este éxito fenomenal de apilar más y más posesiones conduce a la conclusión blasfema que las posesiones pueden satisfacer sus necesidades. Pero desde la perspectiva divina, esta actitud es una tremenda locura. Él no es más que un necio.

Acerca del autor: William MacDonald, por más de cincuenta años, abordó los temas cruciales del cristianismo, en términos claros y sencillos. Sus más de ochenta libros se caracterizan por una presentación enérgica y valiente de la verdad.

Tomado de:

Haga clic sobre la imagen para adquirir este libro, el cual es distribuido por el Ministerio Llamada de Medianoche
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