Cuidado con el poder que corrompe absolutamente
Por Tim Moore
Aplicaciones para 2020
Los mismos rasgos de carácter manifestados por todos las autoridades que condujeron a la crucifixión de Jesús son evidentes a nuestro alrededor hoy. Hago esa afirmación como alguien que ha servido en los pasillos de márbol de una capital del estado. Aquí hay algunas observaciones y aplicaciones modernas:
1. Al igual que muchos en el Sanedrín, hay algunos con autoridad que no tienen discernimiento. Al carecer de una brújula moral, se ofenden con cualquier amenaza a su poder y autoridad. Los líderes comunistas de China y Corea del Norte caen claramente en esta categoría. Rechazan el cristianismo no porque hayan sopesado y las hayan encontrado deficientes, sino porque abrazar la fe cristiana inevitablemente impondría límites a su propio poder. Y desprecian a Cristo sobre todo porque Él afirma Su señorío sobre ellos.
Mientras que los funcionarios electos estadounidenses rara vez fueron tan descarados en el pasado, un número creciente comparte la misma animosidad hacia el cristianismo. Personalmente fui testigo de cómo legisladores demócratas despreciaban a los cristianos, y la fe cristiana en general, en numerosas ocasiones. Los creyentes imponen una restricción demasiado grande en su agenda secular. Hoy en día, en los Estados Unidos tenemos muchos funcionarios que priorizan su apoyo al aborto, la abominación y la apostasía por encima de cualquier respeto a Dios y Su Palabra. ¿Por qué más aprovecharían una crisis para ordenar el cierre de iglesias, pero defender las fábricas de aborto a toda costa? El Alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, incluso amenazó con el cierre permanente de las iglesias que no hacían caso de todas sus órdenes.
2. El siguiente tipo de líder que es demasiado frecuente es el que se retuerce las manos y no está dispuesto a resistir a un electorado vocal pero equivocado. Desesperados por preservar su propio poder y ansiosos por complacer a las masas, elevan el dedo al aire para determinar de qué manera sopla el viento en cada circunstancia. Estos funcionarios son peligrosos, porque se inclinan ante cada influencia impía. Como Pilatos, se burlan de la verdad. A diferencia del Presidente Truman, quien famosamente dijo: “La responsabilidad se queda aquí”, evitan cualquier responsabilidad que pueda hacer que la gente los culpe por algo. La indecisión vacilante y la débil actitud de quedar bien con todos marcan su mandato. Líderes como éstos han permitido que nuestra deuda nacional explote y que los pasivos no financiados se multipliquen en la mayoría de los estados y las principales ciudades.
3. Siguiendo los pasos del pequeño Herodes están aquellos funcionarios de mentalidad superficial que se deleitan en los placeres del poder y la posición, pero que realmente no sirven al pueblo que representan. Todos conocemos gente que querían un puesto más que un trabajo. En el gobierno, y en cualquier otra esfera de la actividad humana, estas personas son una carga para la sociedad. Una vez más, cada legislatura y burocracia tiene demasiadas personas como éstas. Como Jesús demostró ante Herodes Antipas, la Verdad ni siquiera se molesta en hablarles.
4. La siguiente categoría de personas son aquellas que saben muy bien, pero que no hablan ni se resisten a la impiedad. Demuestran el dicho de que lo único necesario para el triunfo del mal es que los hombres buenos no hagan nada. Como los de Tiatira, toleran lo intolerable (Apocalipsis 2:20). En el contexto de esta crisis pandémica, permiten violaciones de la Constitución por funcionarios electos que han jurado defender la Constitución. En ese sentido, tenga en cuenta que los funcionarios electos en todos los niveles hacen un juramento para apoyar y defender la Constitución. Hacerlo fielmente permite a los ciudadanos salvaguardar sus propias vidas y sus medios de subsistencia.
Afirmar proteger a las personas de sí mismas, al pisotear sus derechos constitucionales viola ese juramento, socava esos derechos otorgados por Dios y hace que pierdan sus vidas y sus medios de subsistencia — un intercambio que ninguno de nosotros debería tolerar. Y, como se enseña a los miembros del ejército, nunca se deben obedecer las órdenes ilegales.
No estoy despreciando a mis amigos encargados de hacer cumplir la ley, de quienes se espera que sigan las órdenes equivocadas de gobernadores, alcaldes y jueces. Estoy desafiando a todos los que hemos permitido que nuestra nación abrace abominaciones — tolerando a través de nuestros votos y nuestro silencio el asesinato de millones de inocentes no nacidos y aprobando leyes que son una afrenta a un Dios santo. Prácticamente ninguno de nosotros está más allá de cualquier reproche cuando se trata de la rebeldía corporativa de nuestra nación.
5. Finalmente, ¿qué pasa con las ovejas volubles que profesan fe el domingo pero que le dan la espalda a Jesús el resto de la semana? Muchos dirían que Él es su Salvador, sin honrarlo como Señor.
Una de las experiencias más decepcionantes durante mi mandato legislativo fue presenciar a cristianos profesantes — legisladores y votantes — abandonar posiciones bíblicas para defender su percibido interés propio. Un creciente coro de cristianos ha sido radicalizado por nuestra sociedad secular — incluso desestimando el aborto y apoyando abominaciones, en su insistencia de abrazar el mantra completo de las ideologías liberales. Algunos de ellos se someterían voluntariamente a cualquier dictador que pudiera prometer sustento y entrenamiento (pan y circo).
¿Cuántos de nosotros hemos permitido que nuestro testimonio se confunda con las decisiones que tomamos diariamente? ¿El lenguaje que usa, los programas y películas de televisión que mira, los medios de comunicación que absorbe y las mentiras que tolera reflejan una vida construida sobre el señorío de Jesucristo? Sepan que no pueden jurar lealtad a Jesucristo el domingo y luego negarse a guardar Sus mandamientos el resto de la semana (Juan 14:15).
En la tercera y última parte de esta serie sobre la libertad religiosa, haremos algunas recomendaciones acerca de cómo los cristianos pueden sobrevivir y prosperar durante este oscuro capítulo.
Lea la parte 1 »»aquí
Traducido por Donald Dolmus
Ministerio En Defensa de la Fe
Original article:
Viral Threats to Religious Liberty
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