Como señalé en el artículo anterior, Dios comenzó a afligir nuestra nación con juicios correctivos en la década de 1960, cuando comenzó la Revolución Sexual en nuestra nación y comenzamos a despreciar las leyes morales de Dios. Pero, creo que es posible que no nos hayamos dado cuenta de que, desde 1991, muchos de los juicios que hemos experimentado han estado directamente relacionados con un nuevo factor — a saber, nuestro maltrato a Israel.
La Biblia dice que Dios bendecirá a aquellos que bendigan a Israel, y maldecirá a aquellos que maldigan a Israel (Génesis 12:3). La Biblia también dice que el que toca a Israel toca “la niña de los ojos de Dios” (Zacarías 2:8).
La historia demuestra la verdad de estas aseveraciones. España estaba en el apogeo de su poder como imperio mundial en el siglo XV, cuando inició la Inquisición y expulsó a su población judía de su territorio. En un corto período de tiempo después, el imperio dejó de existir. Hitler estaba en rumbo a conquistar toda Europa cuando inició el Holocausto. Su Tercer Reich pronto acabó en cenizas.
Del mismo modo, la historia antigua está llena de cadáveres de naciones que han maltratado al pueblo judío. En la Biblia leemos sobre grandes imperios como el babilónico, el egipcio y el medo-persa, todos los cuales persiguieron al pueblo judío. ¿Dónde están hoy? ¿Dónde están los cananeos, los hititas, los moabitas y los filisteos? Todos están en el basurero de la historia, mientras que el pueblo judío ha vuelto a su tierra desde los cuatro rincones de la tierra.
Creo que muchas de nuestras bendiciones como nación se han debido al hecho de que históricamente hemos sido un refugio seguro para el pueblo judío. Además, hemos sido el mejor amigo de Israel desde que la nación volvió a existir en 1948.
Pero la Biblia dice que, en los tiempos del fin, todas las naciones del mundo se unirán contra Israel por el asunto de Jerusalén (Zacarías 12:3). Y, a inicios de la década de los noventa, comenzamos a volvernos contra Israel en nuestra determinación de mantener el acceso al petróleo árabe.
El Año Decisivo
El punto de inflexión fue en 1991, cuando la Unión Soviética colapsó y los judíos rusos comenzaron a inundar Israel a razón de 2,000 a 3,000 cada día durante un año. La pequeña nación de Israel se vio abrumada por la cantidad de refugiados. El gobierno israelí apeló al Banco Mundial por un préstamo de 5,000 millones de dólares. El Banco Mundial dijo que concedería el préstamo si EE.UU. lo avalaba. El gobierno de Bush aceptó suscribir el préstamo a cambio de que los israelíes fueran a la mesa de negociación y comenzaran a intercambiar tierras por paz.
Sí, fuimos nosotros los que forzamos a Israel a adoptar la actual política suicida de apaciguamiento, y les hemos estado retorciendo su brazo desde entonces, presionándolos a dividir la tierra que Dios les dio como una posesión eterna. Tenga en mente que podemos ejercer una presión enorme porque nuestro veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas es la única cosa que existe entre Israel y las sanciones económicas que podrían destruir la economía israelí fácil y rápidamente.
Un Libro Profético
En 2006, un corresponsal de la Casa Blanca (uno de los 250 que hay en el mundo) llamado William Koenig, escribió un libro titulado “Ojo a Ojo”. Fue subtitulado “Enfrentando las consecuencias de dividir a Israel”. La tesis del libro era que muchas de las calamidades naturales, reveses económicos y crisis políticas experimentadas por los Estados Unidos desde 1991 han estado directamente relacionados con las acciones que hemos tomado para obligar a Israel a entregar territorio a los árabes.
Por ejemplo, el 4 de mayo de 2003, el Secretario de Estado, Colin Powell se reunió con el líder terrorista de Siria, Hafez Assad, y se comprometió con él a incluir la entrega de los Altos del Golán en el plan de paz del Presidente. Ese día, un enjambre de tornados comenzó a hacer pedazos el centro de EE.UU. Durante los siguientes siete días, hubo un total de 412 tornados — el grupo más grande jamás observado por la NOAA (Administración Nacional Atmosférica y Oceánica) desde que comenzó a mantener registros en 1950. El récord anterior había sido 177 tornados en 1999.
Después de presentar muchos otros ejemplos de calamidades naturales en nuestra nación, que estaban directamente relacionados con nuestro maltrato a Israel, Koenig presentó el siguiente resumen de desastres naturales entre octubre de 1991 y noviembre de 2004:
- 9 de los 10 eventos más costosos cubiertos por las compañías aseguradoras en la historia de EE.UU.
- 9 de los 10 más grandes desastres naturales, tal como han sido calificados por los costos de ayuda por FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias)
- 5 de los huracanes más costosos huracanes en la historia de EE.UU.
- 3 de los 4 enjambres de tornados más grandes en la historia de EE.UU.
Koenig muestra cómo todas estas calamidades estuvieron relacionadas con nuestros intentos de presionar a Israel para que dividiera su tierra o entregara parte de su capital, Jerusalén.
El mundo se reiría y llamaría a esto coincidencias, pero no creo en las coincidencias. Sólo creo en las incidencias de Dios. Dios es Soberano. Él está en control.
La Retirada de Gaza
Uno de los eventos caóticos más recientes en la historia moderna de Israel fue la retirada forzada de todos los judíos de Gaza, en el verano de 2005. Comenzó el 7 de agosto y continuó hasta el 22 de agosto, y casi 9,000 israelíes fueron arrancados de sus tierras y hogares.
Muchos habían estado en el área durante 35 años. Su desalojo se hizo ante la insistencia del gobierno de los Estados Unidos, como parte de la política de apaciguamiento de “intercambio de tierras por la paz".
Fue un evento desgarrador ver a mujeres y niños siendo maltratados, sinagogas violadas, rollos de la Torá profanados, casas arrasadas, tumbas excavadas y granjas destruidas. Comunidades judías enteras fueron sacadas por la fuerza de la tierra que Dios le ha dado al pueblo judío como una eterna posesión (Salmos 105:8-11).
El impacto económico en la economía israelí fue abrumador. Las granjas en Gaza representaban el 70% de los productos orgánicos israelíes, el 60% de las hierbas exportadas del país, el 15% de sus exportaciones agrícolas totales, el 60% de sus exportaciones de tomate cherry, y 120 millones de dólares de sus exportaciones de flores.
Y mientras se realizaba esta farsa, la Secretaria de Estado Condoleezza Rice comenzó a aplicar más presión con la siguiente declaración: “Todos simpatizan con lo que los israelíes están enfrentando...pero no puede ser solamente Gaza”.
La Respuesta Sobrenatural
La retirada de Gaza finalizó el 22 de agosto de 2005, y al día siguiente, el gobierno de Bermudas anunció que una depresión tropical se había formado frente a su costa. Apodada "Katrina", la tormenta se convirtió rápidamente en el huracán más poderoso de la historia moderna. Se estrelló contra Nueva Orleans y la costa de Mississippi cuatro días después, el día 27. El huracán interrumpió el 25% de nuestra producción de petróleo crudo y destruyó el puerto más grande de nuestra nación (el quinto más grande del mundo en términos de tonelaje).
Creo que es interesante notar que el huracán golpeó sólo tres días antes de que Nueva Orleans — que a menudo se refiere a sí misma con orgullo como la "Sin City USA" (la Ciudad del Pecado de EE.UU.) — estuviera programada a albergar un evento impío llamado "The Gay Mardi Gras" (un carnaval homosexual). El tema de ese año era "Jazz and Jezebels" (Jazz y Jezabeles). El año anterior, el evento atrajo a 125,000 juerguistas que orgullosamente hicieron alarde de su perversión pública en un desfile estrafalario. Increíblemente, este evento fue patrocinado por un grupo que se ha llamado a sí mismo "Decadencia del Sur".
Sin embargo, no creo que la tormenta fuera principalmente como un juicio sobre la ciudad de Nueva Orleans. Más bien, lo vi como un juicio sobre toda nuestra nación por nuestro maltrato a Israel.
Las consecuencias de la tormenta fueron de alcance nacional. Provocó una subida de los precios de los combustibles, lo que llevó a un aumento de precios para todos los bienes. Interrumpió indefinidamente el flujo de bienes dentro y fuera de nuestro país. Provocó un incremento significativo de nuestra deuda nacional. Nos avergonzó ante el mundo, mientras manejábamos mal las secuelas. Y marcó profundamente el Gobierno de Bush.
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