Pasado, Presente y Futuro
La Profecía del Nuevo Testamento
La primera mención específica de la Iglesia en la profecía se encuentra en el Nuevo Testamento en Mateo 16:18, donde se registra que Jesús dijo: “…sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”. El contexto de esta declaración deja en claro que la “roca” a la que Jesús se estaba refiriendo era la confesión de Pedro de que Él era “el Cristo [Mesías], el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16).
Esta profecía por supuesto, se ha cumplido a través de la historia desde el momento en que Jesús pronunció esas palabras. Satanás ha intentado de todas las maneras posibles destruir la Iglesia, primero a través de la persecución, y luego a través de la corrupción interna. Pero Jesús ha sostenido a Su Iglesia hasta el día de hoy y continúa haciéndolo hoy en medio de una creciente apostasía y una creciente persecución mundial.
Creo que Jesús profetizó muy específicamente acerca del futuro de Su Iglesia en las siete cartas que dictó al apóstol Juan en Apocalipsis, capítulos 2 y 3. Las cartas fueron dirigidas a siete iglesias ubicadas en el área del Oeste de la moderna Turquía. Había mucho más iglesias que estas siete. Creo que Jesús seleccionó a estas siete porque representaban siete tipos de iglesias y siete períodos de la historia de la Iglesia. En cada período, los siete tipos de iglesias existirían, pero un tipo predominaría.
La iglesia en Éfeso es representativa del periodo apostólico desde el 30 EC hasta el 95 EC, cuando la iglesia estaba preocupada por la organización y la doctrina, al punto que llegó a ser legalista.
La iglesia en Esmirna representa la iglesia perseguida o la iglesia mártir que existió desde el 95 EC, hasta cerca del 312 EC. Es la iglesia que existió en la época en la que el libro de Apocalipsis fue escrito.
Luego tenemos la iglesia liberal de Pérgamo, representando a la iglesia apóstata que existió desde el año 312 hasta el año 590. Este periodo se desarrolló después que el Emperador Constantino se convirtió y la iglesia y el Estado se soldaron. Como siempre es el caso en tales uniones, el Estado empezó a corromper a la iglesia.
La iglesia en Tiatira representa el periodo oscuro y pagano desde el año 590 hasta el año 1517, cuando se desarrolló el papado y la iglesia se llenó de prácticas ocultistas babilónicas.
Cuando llegamos a la Reforma en 1517, pensamos de ella como un tiempo de vida. Pero sólo lo fue parcialmente. La Reforma produjo las iglesias protestantes estatales de Europa — iglesias que tenían la reputación de estar vivas, pero que realmente estaban muertas a causa de su unión con el Estado —. Así pues, la iglesia de Sardis, la iglesia muerta, con la reputación de estar viva, representa el periodo posterior a la Reforma, desde el año 1517 hasta cerca de 1750.
Lo opuesto a Sardis es la iglesia de Filadelfia, la iglesia viva. Representa el periodo de la historia de la iglesia desde cerca de 1750, cuando la iglesia empezó a enviar misioneros por todo el mundo, hasta cerca de 1925, cuando la Escuela alemana de la Alta Crítica invadió los seminarios a nivel mundial y destruyó la fe en la Palabra de Dios de muchas personas. Como resultado, las personas empezaron a ver la Biblia, no como la revelada Palabra de Dios, sino como la búsqueda de Dios por parte del hombre y, por lo tanto, decidieron que estaba llena de mitos, leyendas y superstición.
La iglesia de hoy está representada por la iglesia de Laodicea, una iglesia que le dice al mundo: “Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad” (Ap. 3:17). Pero Jesús le dice a esa iglesia: “Tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo” (Ap. 3:17). Es una iglesia mundana, patética y apóstata que ni siquiera dejará entrar a Jesús por la puerta delantera (Ap. 3:20).
El mejor resumen de estas cartas que alguna vez haya encontrado es el escrito por John Stott en su libro, Basic Christianity (Cristianismo Básico). Él ve el mensaje de Jesús como de triple naturaleza. A una Iglesia pecadora, Él le está diciendo: “¡Conozco tu pecado, arrepiéntete!” A una Iglesia dudosa, Él le está diciendo: “¡Conozco de tu duda, cree!” A una Iglesia temerosa, Él le está diciendo: “¡Conozco de tu temor, resiste!” Arrepiéntete, cree y resiste — ése es un mensaje muy relevante para la Iglesia de hoy —.
En la tercera parte de este estudio de la Iglesia en la Profecía Bíblica, exploraremos las profecías negativas del tiempo del fin concernientes a la Iglesia.
Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
Original article:
The Church in Prophecy
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