No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. I Juan 2:15-17
I. La Oración en Privado
A. Mateo 6:5-6
Quizás el mejor pasaje con respecto a la oración en privado sea Mateo 6:5-6: Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Al ocuparse de la oración en privado, Yeshúa (Jesús) hizo dos puntos.
1. La Oración Hipócrita
El primer punto es la oración hipócrita. Él dice que cuando ore no haga como hacen los hipócritas según el verso 5. ¿Y qué es lo que hacen los hipócritas?
“…porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles”.
¿Y con qué propósito? ¿Para comunicarse con Dios? No, sino para ser vistos de los hombres. Dado que su propósito era ser vistos de los hombres, Jesús dijo: “de cierto os digo que ya tienen su recompensa”. Su recompensa es nada más que haber sido vistos de los hombres. Si ésa es la actitud por la cual entran en oración, entonces ésa es toda la recompensa que van a obtener; eso es todo lo que recibirán como respuesta a su oración.
2. La Oración Adecuada
El segundo punto en el verso 6, Yeshúa procedió entonces a discutir la oración adecuada: “Mas tú, cuando ores entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”. Como podemos ver, esto no está diciendo nada en contra de la oración en público. Este verso está enseñando contra la “ostentación” en la oración; contra usar la oración para mostrar religiosidad; contra usar la oración para mostrar habilidades de oratoria. El tema es el de la motivación, no el de la manera.
Con respecto a la oración adecuada, la palabra cuando enfatiza regularidad. Debería haber periodos regulares de oración. La palabra entra enfatiza un acto individual de oración en privado. El énfasis de este pasaje es el aislamiento físico para que usted pueda concentrarse realmente en el Señor en su vida de oración.
B. La Base de la Oración
La segunda cosa acerca de las oraciones en privado es que las oraciones descansan sobre órdenes específicas. Deberíamos estar dispuestos a orar debido a que las oraciones descansan sobre órdenes explícitas y promesas de las Escrituras (Mateo 6:12; Santiago 1:15; I Juan 1:9). Debido a que las oraciones descansan sobre órdenes específicas y promesas de la Escritura, deberíamos orar regularmente en privado.
C. La Armonía con la Palabra de Dios
En tercer lugar, deberíamos orar en armonía con la Palabra de Dios en sus propósitos, pero las peticiones específicas y garantizadas no tienen ninguna base en la Escritura. En otras palabras, no deberíamos entrar en nuestra oración en privado esperando que Dios esté obligado a responder las peticiones exactamente cómo queremos que lo haga. Esto es contrario a la Escritura. Mateo 6:11, 26-34 garantizan nuestras necesidades diarias, pero no hay ningún detalle. Dios decidirá cómo exactamente satisfará nuestras necesidades. Podemos confiar en que Él suplirá esas necesidades; pero deje que Dios sea Dios en la manera en la cual las suple; ésa es la oración adecuada.
En Romanos 1:9-10, no había ninguna garantía de que la petición específica de Pablo de poder llegar a Roma sería contestada. Luego, ésta fue respondida y Pablo logró llegar a Roma; pero lo hizo como un prisionero y no como un agente libre.
Santiago 4:15 dice: “deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello”.
Debido a que no tenemos una promesa de Dios de que Él contestará cada petición específica que le hagamos, deberíamos aplicar Santiago 4:15 y decir: “Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello”. La oración adecuada incluye la confianza de que Dios cumplirá Su propósito en sabiduría y amor, pero eso no significa que nuestra petición específica esté garantizada. Necesitamos expresar nuestros deseos reales y sentimientos a Dios como lo hizo David en el Salmo 51. A la misma vez, deberíamos ser conscientes del desagrado de Dios (Salmo 38:3). Esto muestra que deberíamos estar orando en armonía con la Palabra de Dios en sus propósitos, pero no exigir que una oración sea respondida sobre la base de la forma en la que usted quiere que sea respondida. Permita que Dios conteste su oración en la forma que Él sabe que es la mejor.
D. La Oración Basada en la Escritura
La cuarta cosa acerca de la oración en privado es orar sobre la base de la Escritura (Santiago 4:2-3). En el verso 2, Santiago dijo: “no tenéis lo que deseáis, porque no pedís”. Algunas veces no recibimos cosas de parte del Señor simplemente porque no le pedimos estas cosas al Señor. Pero algunas veces pedimos y aun no recibimos porque [nosotros] pedís mal (v. 3). Si usted ora esperando y exigiendo que Dios responda su oración en una forma específica, entonces eso es pedir mal. Algunas veces nuestras oraciones no son contestadas porque para empezar no pedimos; pero, algunas veces nuestras oraciones no son respondidas debido a que pedimos de una forma y modo errados.
La quinta cosa acerca de la oración en privado es que las oraciones de ira y quejas no son inapropiadas. Está perfectamente bien de que usted lleve sus quejas y reclamos al Señor. Job hizo esto en Job 10:1-7.
Y en Job 21:15, Job se quejó: ¿De qué nos aprovechará que oremos a él?
Claramente, la Biblia nos permite orarle a Dios y expresarle nuestras oraciones de quejas. Si lee el libro de Jeremías, verá que Jeremías oró un número de veces. Un buen número de sus oraciones son oraciones de quejas, oraciones de insatisfacción. Él estaba descontento con cómo estaban las cosas.
F. Ejemplos de Oración en Privado
En sexto lugar, existe un número de ejemplos de oración en privado. Todas éstos están en el libro de Salmos: Salmo 17:1-15; 72:20; 86:1-17; 90:1-17; 102:1-28; 109:4; y 142:1-7. Cada una de éstas tiene un sobrescrito, que declara claramente que éstas son oraciones privadas e individuales.
Sumario: Un tipo de oración es la oración en privado. La Biblia nos anima a orar en privado con el énfasis estando contra la oración hipócrita y a favor de la soledad, el aislamiento y el alejamiento de todas las distracciones para que podamos entregarnos al Señor para un tiempo de oración.
II. La Oración en Público
Cuando la Biblia enfatiza la oración en privado, no pretende excluir la oración en público. La Biblia también enseña la oración en público. Tenemos siete ejemplos específicos de esto en el Libro de Hechos.
A. Hechos 1:14
Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.
Hay tres cosas acerca de la oración en público en este pasaje. En primer lugar, había una actitud: todos compartían; todos estaban unánimes. Todos estaban de acuerdo en su vida de oración y sus asuntos. En segundo lugar, la acción: ellos perseveraban [en reuniones de oración] en un número de ocasiones. En tercer lugar, las inclusiones: incluía a los once apóstoles e incluía a las mujeres, así que ésta era una reunión de un grupo mixto de oración. Incluía a: María, la madre de Jesús e incluía a: sus hermanos, los cuatro medio hermanos de Yeshúa que se convirtieron en creyentes en algún momento entre Su muerte y Hechos 1.
B. Hechos 4:23-31
El segundo pasaje es Hechos 4:23-31: Y puestos en libertad, vinieron a los suyos y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho. Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay; que por boca de David tu siervo dijiste: ¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas? Se reunieron los reyes de la tierra, Y los príncipes se juntaron en uno Contra el Señor, y contra su Cristo. Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera. Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.
1. El Trasfondo
En primer lugar, el verso 23 nos da el trasfondo. Fue después de que fueron liberados de prisión y fue después de que los gobernantes les ordenaron dejar de predicar.
2. El Grupo de Oración
En segundo lugar, el grupo de oración está en el verso 24a. Era un grupo de alabanza en respuesta al informe del verso 23. En la oración, alzaron la voz; era un grupo de oración vocal; oraron de forma verbal, en voz alta. La actitud era unánime; todos estaban de acuerdo en la oración.
3. El Contenido
En tercer lugar, en los versos 24b-30 está el contenido de la oración. Aquí, déjeme señalar varias cosas.
La primera es el destinatario: Dios el Padre: Soberano Señor.
Ellos oraron a Dios el Padre a quien tienen que ser dirigidas todas las oraciones.
Luego santificaron el nombre de Dios diciendo: “tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay”.
Al santificar el nombre de Dios, trajeron a la memoria la majestad y el poder de Dios a quien estaban orando. Si este Dios es el responsable de la Creación, Él ciertamente puede responder sus peticiones. Éste es un reconocimiento de la soberanía de Dios.
En el verso 25a, la oración habla del papel del Espíritu Santo en la Palabra profética, quien había hablado en el Antiguo Testamento a través de David.
Luego, en los versos 25b-26, citan Salmo 2:1-2. No lo citan como un cumplimiento, porque eso no ocurrió en Hechos 4, sino como una aplicación en los versos 27-28.
Habiendo reconocido la soberanía de Dios, hacen luego algunas peticiones específicas. Le recuerdan a Dios el trasfondo en el verso 29a: Y ahora, Señor, mira sus amenazas.
Al decir esto, ellos declaran el problema.
Habiendo declarado el problema, hacen la petición en el verso 29b: “concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra”.
La petición que ellos hacen en esta oración pública era de denuedo espiritual al predicar el Evangelio al enfrentar a la oposición oficial.
Luego oran por ciertos acompañamientos al denuedo en el verso 30: "mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús".
Ellos concluyeron su oración en el nombre de Yeshúa.
4. La Oración Respondida
Al final, la oración es respondida en el verso 31, por una demostración sobrenatural de poder debido a que: “el lugar en que estaban congregados tembló”.
La respuesta específica fue que: “todos fueron [otra vez] llenos del Espíritu Santo”. La llenura del Espíritu, en este caso, les dio el denuedo [para hablar] la palabra de Dios en respuesta a su propia oración.
C. Hechos 12:5, 12-17
El tercer pasaje acerca de la oración es Hechos 12:5 y 12-17
El verso 5 declara el propósito de este grupo de oración: “Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él”.
El propósito de la reunión del grupo de oración era orar por Pedro que ahora estaba en prisión bajo la amenaza de ser ejecutado. La Iglesia estaba pidiendo en oración ferviente a Dios a su favor. Específicamente, el grupo era la Iglesia de Jerusalén. Ellos deseaban identificarse totalmente con Pedro. Ellos dirigieron sus oraciones a Dios el Padre.
La respuesta a su oración se encuentra en los versos 12-17. La reunión de oración fue en un hogar privado: “la casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos”, el autor del Evangelio de Marcos (v. 12). En ese momento, Pedro llegó. Su llegada mostró que su oración fue contestada (vv. 13-17). Estaban orando con la expectativa de que su oración fuera contestada, pero ésta no fue respondida en la forma en que ellos pensaron que lo sería.
D. Hechos 16:25
El cuarto ejemplo de la oración en público está en Hechos 16:25: “Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían”.
Cerca de la medianoche, Pablo y Silas estaban orando. Parte de su oración incluía: "cantaban himnos a Dios; y [sus compañeros prisioneros] los oían”. Aquí, el grupo de oración consistió sólo de dos personas: Pablo y Silas. Era vocal ya que todos los otros prisioneros los podían escuchar orando y cantando. La causa de este grupo de oración era persecución por la fe. Ellos dirigieron sus oraciones a Dios el Padre. En este caso, la audiencia pública ante la cual oraron eran todos incrédulos.
E. Hechos 20:36
El quinto ejemplo de la oración pública es Hechos 20:36: “se puso de rodillas, y oró con todos ellos”.
En este caso, el grupo consistió de Pablo y los ancianos de la Iglesia de Éfeso. Habían seguidos las admoniciones y advertencias de Pablo en el pasado y ahora él ora que también seguirán siguiéndolas en el futuro.
F. Hechos 21:5
El sexto ejemplo de oración pública es Hechos 21:5: “acompañándonos todos, con sus mujeres e hijos, hasta fuera de la ciudad; y puestos de rodillas en la playa, oramos”.
En este caso, el grupo consistió de familias enteras. Fue una oración de despedida. Fue una oración concerniente a la seguridad de Pablo por su viaje a Jerusalén.
G. Hechos 27:35
El séptimo ejemplo de oración pública es Hechos 27:35: “Y habiendo dicho esto, tomó el pan y dio gracias a Dios en presencia de todos”.
Aquí la oración pública fue una oración para bendecir los alimentos. El destinatario fue Dios el Padre y la audiencia incluyó a creyentes e incrédulos.
Éstos son los siete ejemplos de oración pública en el Libro de los Hechos, mostrando que Dios aprueba ambos tipos de oraciones: privada y pública.
H. “Las Diez Oraciones Públicas Menos Deseadas”
He leído un artículo llamado, “Los Diez Hábitos Menos Deseados de la Oración Pública”, de Leroy Patterson. Me gustaría compartir estas diez cosas porque creo que son importantes al orar en público y Leroy Patterson lo ha expresado bien.
En primer lugar, evite la Oración de Asamblea Solemne en la que el que ora cambia a una voz intensa y dice “Dioz” en lugar de “Dios”.
En segundo lugar, evite el Camuflaje de Cliché; el uso de clichés para camuflar la falta de preparación; tales como, “inclinamos nuestros corazones”, “bendice a cada uno de nosotros”, “esconde a tu siervo detrás de la cruz”, “glorifica tu nombre”, “que nuestros corazones sean encendidos”. Éstos son clichés, que realmente carecen de significado.
Una tercera cosa a evitar es la Oración del Sólo, en la que usamos el término “sólo” en una forma monótona; tales como, “sólo bendícenos hoy”, “sólo quédate con nosotros”, “mientras sólo te adoramos”, “sólo bendice al enfermo”.
Una cuarta cosa a evitar es la Oración de Promoción Santa; una oración usada para recaudar apoyo para un proyecto favorito; tales como, “mientras vemos a nuestro alrededor nos acordamos de la necesidad de expandir nuestras instalaciones”, o una oración usada para anunciar una atracción venidera como, “Señor, mientras nuestro evangelista invitado empieza una campaña de avivamiento esta noche, que cada uno de nosotros sienta la convicción de traer a nuestros amigos no salvos”.
La quinta cosa a evitar es la Oración Sermón donde el pastor no sólo está orando, sino que está usando el momento de la oración para darle un sermón a su congregación.
La sexta cosa a evitar es la Oración del Padre en la que el término “Padre” es sobre utilizado.
La séptima cosa a evitar es el Síndrome Tú Sabes, que es una oración que se mantiene recordándole a Dios lo que Él sabe: “Tú conoces nuestros corazones”, “Tú conoces la situación en el campo misionero”, “Tú conoces las necesidades de nuestros misioneros”, “Tú sabes que el hermano Jones está en el hospital”; no tenemos que estar diciéndole a Dios lo que Él ya sabe.
La octava cosa a evitar al orar en público es la Oración Alrededor del Mundo, que es la oración de una persona que se siente obligada a orar por todas las cosas cuando le pidieron orar sólo por una cosa. Así que cuando a usted le pidan dar gracias a Dios por la comida, sólo déle las gracias por la comida. No comience a orar “alrededor del mundo” en preparación para la petición de oración.
La novena oración a evitar es la Oración Pago por Demanda, que reclama cada promesa de la Biblia sin importar a quién fue hecha y exigiendo a Dios responderla exactamente como es requerido, dejándole a Dios ningún espacio para maniobrar.
La décima cosa a evitar en la oración en público es la Oración En Conclusión, la oración resumen, por la que uno se siente obligado a resumir el mensaje que recién acaba de predicar e incluso reitera los mismos tres puntos.
III. Las Oraciones Escatológicas
Éstas son oraciones concernientes a las cosas futuras que han sido prometidas. Discutiremos las oraciones escatológicas en cuatro áreas específicas.
A. Con Respecto al Rapto
La primera cosa concierne al Rapto. Debemos orar con respecto al Rapto según Lucas 21:36: "Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre".
El medio para escapar estas terribles cosas es por medio del Rapto.
Cuando Jesús dijo: todas estas cosas que vendrán en el contexto de Lucas 21:36, la frase todas estas cosas tienen que ver con la Gran Tribulación. Deberíamos estar velando y orando que podamos ser capaces de escapar estas cosas terribles que ocurrirán; escapar de la Gran Tribulación por medio del Rapto y de estar de pie ante el Hijo del Hombre. Estaremos de pie delante del Hijo del Hombre después del Rapto en el Tribunal del Mesías. No escapamos orando. Si usted es un creyente, automáticamente escapará de la Gran Tribulación. El énfasis aquí es orar para que el Rapto ocurra debido a que, por medio del Rapto, escaparemos de todas estas cosas que vendrán y de estar de pie delante del Hijo del Hombre.
B. Con Respecto a la Gran Tribulación
Una segunda oración escatológica concierne a la oración en relación a la Gran Tribulación que se encuentra en Mateo 24:20 y Marcos 13:18. Es una oración con respecto a la huida de Israel; Israel huirá de la tierra a la mitad de la Tribulación. Los creyentes en la primera mitad de la Tribulación deben orar que cuando deban huir, no ocurrirá en una de dos ocasiones: “Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo”.
Los creyentes en la Tribulación estarán orando esta oración escatológica. Mientras ahora deberíamos estar orando para que el Rapto ocurra pronto, no necesitamos orar ahora que la huida de Israel no ocurra en un día de reposo o en el invierno. Pero una vez que la Tribulación comience, entonces ésta es la oración que los santos de la Tribulación deberían orar.
C. Con Respecto a la Segunda Venida
La tercera cosa acerca de las oraciones escatológicas concierne a la Segunda Venida en Marcos 13:33: “velad y orad”. Específicamente en ese contexto, el velad y el orad es para la Segunda Venida. Ésta, también, será una oración de los creyentes antes de la Segunda Venida.
D. Con Respecto al Reino
La cuarta cosa acerca de la oración escatológica concierne al Reino. Hay tres cosas concernientes a la oración escatológica con relación al Reino. En primer lugar, el Mesías será el objeto de la oración continuamente (Salmo 72:15). El Mesías estará visiblemente presente en esta tierra y por eso será el objeto de la oración continuamente a lo largo de los 1,000 años del Reino. En segundo lugar, el Templo Milenial será una casa de oración para todos los pueblos. Mientras que bajo la Ley Mosaica, el Templo era una casa de oración sólo para los judíos, en el Milenio, el Templo será una casa de oración para todos los pueblos (Isaías 56:7; Mateo 21:13; Marcos 11:17; Lucas 19:46). En tercer lugar, en el Reino, los gentiles vendrán a Jerusalén de forma regular a orar; para suplicar el favor del Señor (Zacarías 8:21-22).
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Traducido por Donald Dolmus
En Defensa de la Fe (endefensadelafe.org)
Original article:
The Three Types of Prayer (pdf)
Traducido y publicado con permiso de:
Ariel Ministries (ariel.org)
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